Una lluvia serena y constante cayó ayer sobre el norte, las medianías y la cumbre de Gran Canaria. Desprendimientos en los márgenes de las carreteras, inundaciones en viviendas y alcantarillas desbordadas fueron las incidencias más repetidas en todos los municipios, que no registraron destrozos graves. Teror fue la localidad más beneficiada por el agua que ha dejado Hermine en la provincia de Las Palmas, con 113,4 litros por metro cuatro en solo 24 horas, según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Muchos curiosos se acercaron a los barrancos por los que corría el agua para disfrutar de una estampa poco habitual en las Islas. Las lluvias arrastraron sedimentos en los barrancos de Gáldar y Moya y el azul del mar norteño tornó en un espeso marrón.

Agaete.

El puerto del municipio norteño funcionó con normalidad y las conexiones marítimas se mantuvieron. En la zona de El Risco se derrumbó un muro, sin ocasionar daños personales, y el alcantarillado se saturó en varios puntos de la localidad, como es habitual cuando se registran lluvias abundantes.

Artenara.

El municipio cumbrero sufrió numerosos desprendimientos en sus carreteras y las piedras caídas a las vías pincharon las ruedas de algunos vehículos. El alcalde de Artenara, Jesús Díaz, vivió una intensa jornada para tratar de acondicionar lo antes posibles las carreteras de la localidad. Además, hubo que actuar en la red de alcantarillado. Díaz apuntó que la lluvia que ha dejado Hermine es «una riqueza para el campo».

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Domingo de lluvias en Gran Canaria por el paso de la tormenta 'Hermine' José Carlos Guerra

Arucas.

El Ayuntamiento aruquense informa en sus redes sociales de que se produjeron varias caídas de muros, ramas, desprendimientos e inundaciones en viviendas. Los servicios de limpieza, seguridad, vías y obras están actuando en las zonas afectadas para recuperar la normalidad.

Gáldar.

El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, señala que se registraron los incidentes más frecuentes en casos de temporal, con lo que el Ayuntamiento ha tenido que atender varios desprendimientos de muros en las carreteras de las medianías del municipio y ha ayudado a achicar agua de las casas de algunos vecinos. Varios sectores del municipio sufrieron cortes de luz, en los que está trabajando Endesa. En la costa se ha producido arrastre de tierra de los barrancos y tuvieron que actuar tractores.

Guía.

Los efectivos de la Policía Local, Protección Civil y el personal de servicios públicos del municipio trabajaron para responder ante las leves incidencias ocasionadas por el fenómeno meteorológico. Según señala en Ayuntamiento en sus redes sociales, hoy se suspende el servicio del Centro de Día de Mayores y se cierra el Centro Ocupacional.

La Aldea.

Algunos vecinos de La Aldea vivieron pequeñas inundaciones en sus casas y el Ayuntamiento les ayudó a baldear para achicar el agua. El alcalde de la localidad, Tomás Pérez, mostró su preocupación por la formación de barranquillos en el casco urbano. El charco de La Aldea se volvió ayer de color marrón porque la lluvia enturbió el agua.

Moya.

La lluvia cayó sin pausa sobre la Villa de Moya a lo largo de la jornada sin causar desperfectos. El alcalde, Raúl Afonso, apuntó que varias casas de personas mayores sufrieron inundaciones en sus azoteas, pero tanto Protección Civil como la Policía Local colaboraron con las tareas de achique. También hubo que cortar la carretera de la Subida de La Cañada, en el barrio de El Frontón.

San Mateo.

En la Vega no se registraron incidentes de gran alcance, aunque durante la mañana, en la carretera de La Solana a Los Corraletes se produjo un pequeño desprendimiento de piedras que fueron rápidamente retiradas.

Santa Brígida.

En la carretera de Las Goteras, que une La Atalaya con Telde, se produjo un desprendimiento, y se registraron inundaciones en La Cuesta del Reventón por su pronunciada pendiente. El alcalde de Santa Brígida, Miguel Jorge Blanco, destacó que la jornada transcurrió con normalidad porque no se registraron grandes trombas de agua y porque el Ayuntamiento realizó un trabajo de prevención en las jornadas anteriores limpiando as alcantarillas y rejillas del municipio.

Tejeda.

Las carreteras de Tejeda sufrieron algunos desprendimientos de piedras sin importante, según detalló el alcalde, Francisco Perera, quien apuntó que el municipio fue un desierto a lo largo de toda la jornada, señal de que la población respetó las indicaciones de evitar cualquier traslado innecesario.

Teror.

Aunque la Villa Mariana fue la localidad del Archipiélago donde más llovió, el agua fue benévola. En el puente de Basayeta, en la entrada del pueblo por la carretera de Arucas corrió el barranco porque hay unos tubos de desagüe que concentran el agua. Varias viviendas sufrieron filtraciones y algunas alcantarillas se desbordaron. En una carretera secundaria del Pinar de Ojeda se produjo un desprendimiento y hubo que cortar de forma temporal un carril de la vía que une Teror con San Mateo.

Valleseco.

Pese a los incidentes habituales en los días de lluvia, Valleseco vivió el paso de Hermine con tranquilidad. El alcalde, Dámaso Arencibia, explicó que los eventos más reseñables fueron el desprendimiento de un muro en la zona de El Zumacal y una vivienda bajo rasante anegada de agua.