Canarias vivió ayer una de las jornadas de lluvia más persistentes que se recuerdan. Las continuas precipitaciones dejaron imágenes impactantes, con inundaciones en ciudades, pueblos y cauces de barrancos, lugares en los que las escorrentías descendían sin miramientos saturando el alcantarillado, generando corrientes de gran fuerza y originando pronunciados saltos de agua en zonas rurales.

La tormenta tropical ‘Hermine’ regresó ayer al nivel de depresión en torno a las 14.30 horas, tal y como había previsto la Agencia Estatal de Meteorología, reduciendo el temor por los fenómenos adversos relacionados con las rachas de viento, pero confirmando la descarga de grandes cantidades de precipitaciones, motivadas por las densas masas nubosas con gran contenido de humedad. Las lluvias fueron constantes y, por momentos, muy fuertes en el oeste del Archipiélago. La peor parte la acabaron recibiendo Gran Canaria, en la que se superaron los 100 litros en la mitad sur, pero también en puntos del norte; El Hierro y Tenerife, con varias zonas por encima de la centena de litros acumulados.

Barranco de Balos bajo las lluvias de 'Hermine'

Barranco de Balos bajo las lluvias de 'Hermine' La Provincia

Tal y como reconoció el delegado de la Aemet en Canarias, David Suárez, en la comparecencia de ayer junto al presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y la subdirectora de Protección Civil y Emergencias, Marta Moreno; la persistencia de las lluvias superó las previsiones iniciales en el norte de Gran Canaria. De esta forma, la Isla lideró ayer la recogida de agua en el conjunto del Archipiélago, con hasta cinco localidades por encima de los 100 litros por metro cuadrado. En Teror se registraron 113 litros, por detrás se situó Las Palmas de Gran Canaria, con un registro de 110 litros en la estación de la Aemet de Tafira, y también se batió la frontera de los 100 en Valleseco, la Vega de San Mateo y San Bartolomé de Tirajana. El tope del Archipiélago lo marcó El Pinar, en El Hierro, con un acumulado de 130 litros por metro cuadrado en 24 horas.

La jornada de ayer fue catalogada por Ángel Víctor Torres como «un domingo duro», aunque, «por suerte», no hubo que lamentar daños personales. La confirmación de que la trayectoria del ciclón siguió un rumbo oeste, hacia el océano Atlántico, reafirmó las predicciones que auguraban que se iría debilitando y perdiendo intensidad, en cuanto a los fenómenos de viento, no así con respecto a las lluvias, descargadas de forma «continua e intensa». Sin embargo, Torres recomendó a la población «no bajar la guardia», ya que la alerta máxima sigue vigente hasta las 12.00 horas de hoy, aunque lo previsible es que el nivel de aviso se modifique tras la nueva reunión que tendrá lugar durante la mañana. El presidente recomendó el teletrabajo este lunes para evitar desplazamientos y confirmó la vuelta de las clases mañana, martes, cuando la situación será ya más típica y predominada por el anticiclón de las Azores.

La descarga de agua, que se mantuvo prácticamente incesante durante todo el día, afectó tanto a núcleos urbanos como rurales y generó fallos eléctricos y cortes de luz, inundaciones, desprendimientos, el arrastre de tierra y piedras, así como la formación de balsas de agua. Todo estos obstáculos provocaron que en torno a 1.800 personas se quedaran sin luz y que se produjeran 11.000 llamadas al servicio de teleasistencia de Cruz Roja, según los datos que ofreció el 1-1-2 en Canarias.

El barranco del Pintor rezuma agua

El barranco del Pintor rezuma agua La Provincia

La tromba de agua que cayó durante el domingo obligó a los cabildos a actuar rápidamente, estableciendo hasta 24 cortes de carreteras en el conjunto de las Islas, debido a desprendimientos y riadas, que generaron diversos accidentes de tráfico y retenciones. En total, se registraron entre la noche del sábado y la jornada del domingo más de 1.400 incidencias de diversa índole, aunque la subdirectora de Protección Civil y Emergencias destacó el buen trabajo llevado a cabo por los efectivos dispuestos. «La Dirección General de Seguridad y Emergencias está muy satisfecha, ya que no ha habido que lamentar daños personales. Queremos destacar el comportamiento de la ciudadanía, porque ha cumplido con las recomendaciones y ha facilitado el trabajo de bomberos y cuerpos de seguridad», manifestó.

Tal y como reconoció el presidente autonómico, durante la jornada de ayer hubo una mayor complejidad en la gestión de los aeropuertos canarios debido a las inclemencias meteorológicas. Las condiciones extremas provocaron la cancelación de un total de 252 vuelos y 38 desvíos en los recintos aeroportuarios del Archipiélago. La afección por la intensa lluvia y la escasa visibilidad obligó a la compañía canaria Binter a suspender su operativa aérea con los aeropuertos más afectados, en este caso, Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna, El Hierro, La Palma y La Gomera. A estos recintos, se acabaron sumando durante la tarde los de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, confirmando la suspensión de la totalidad de su operativa con los aeropuertos canarios debido a la evolución de alerta meteorológica.

Asimismo, desde la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, Eurocontrol, se informó también, en torno a las 15.30 horas de ayer, que se establecía el ‘rate’ cero para los vuelos con destino a las islas de Gran Canaria y Tenerife. Esta situación no supuso el cierre del espacio aéreo ni de los aeropuertos, pero sí estableció que ningún vuelo con estos destinos estaba habilitado para salir de su aeropuerto de origen. De igual modo, se activó la categoría de ‘rate’ muy reducido para los aeropuertos de Lanzarote y Fuerteventura, menos afectados por los efectos de la depresión tropical ‘Hermine’, aunque con algunos problemas significativos como la inundación de la pista del aeropuerto César Manrique-Lanzarote.

Si con el ciclón tropical no fuera suficiente, en la pasada jornada el Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró un terremoto de magnitud 2,9 entre Gran Canaria y Tenerife. El movimiento sísmico, aunque de escasa intensidad, fue sentido por la población en algunos puntos de las mencionadas islas. El IGN registró el sismo en torno a las 10.40 horas del domingo y lo situó a unos cinco kilómetros de profundidad en la franja marítima que separa ambas islas.