La concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha declarado oficialmente el Centro Comercial Metro de Playa del Inglés en situación de ruinas y ha ordenado a sus propietarios la demolición del edificio , que probablemente está clausurado desde el año 2012, a excepción de algunos establecimientos ubicados en la planta alta, hacia la Avenida de Italia y la calle Marruecos. Esta declaración de ruina llega un año y cuatro meses después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), a través de una sentencia del 11 de mayo de 2021, dictaminase la obligación del Consistorio sureño iniciar la tramitación de este expediente , tal y como le demandaba la comunidad de propietarios desde 2014, hace ya ocho años.
En un decreto firmado por el concejal de Urbanismo, Samuel Henríquez, el pasado 28 de septiembre y al que ha tenido acceso este periódico, el Ayuntamiento ordena a los propietarios del complejo la demolición del edificio y le otorga un plazo de dos meses para que presente un proyecto de demolición . En caso contrario, les advertimos que será el propio Consistorio el que procederá a la demolición del inmueble y luego cargará el coste, valorado en unos 500.000 euros, a los propietarios.
El decreto detalla que en el expediente se incluye un informe del arquitecto Rafael Redondo Peñaranda, que previamente se había añadido al procedimiento de solicitud de inicio del expediente de ruinas instado por el empresario Eduardo David Mansur Nauffalen 2020. En ese documento se expone la situación del edificio de Metro, con importantes fisuras en su estructura, problemas en los muros de contención e incumplimientos de las medidas de protección contra incendios, entre otras afecciones. Ese informe, cita el decreto, «concluye que el conjunto edificatorio se encuentra en una situación de ruina técnica económica, en tanto que el coste de rehabilitación medio sería de 400 euros/metro cuadrado, que asciende a unos 5 millones de euros, cuando el el valor de mercado del inmueble se calcula en unos 6 millones de euros». Conclusiones que confirman los técnicos municipales tras una visita al centro, prosigue el decreto, «poniendo en evidencia las patologías que presenta a nivel de conservación, seguridad y proponiendo la declaración de situación legal de ruina,
En sus consideraciones jurídicas, el documento señala que la declaración de ruina afecta a la totalidad de la edificación, incluidos los locales que aún permanecerán abiertos, puesto que el centro comercial «constituye una unidad material no divisible, y los informes periciales que constan en el expediente extienden sus conclusiones sobre la totalidad de la edificación». En el expediente, Urbanismo desestima todas las alegaciones presentadas.
La Junta de Propietarios del Centro Comercial Metro tenía previsto reunirse este mes de septiembre para analizar la situación del edificio y acordarán serán los pasos a seguir en los próximos meses, pero esa reunión todavía no se ha celebrado y se prevé que puedan reunirse durante el mes de octubre, según explicaron ayer fuentes de los propietarios. Las mismas fuentes sostuvieron que todavía no les ha sido notificada esta resolución. Ahora, el Ayuntamiento tendrá que publicarla en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) ya partir de entonces cabe interponer el recurso potestativo de reposición en el plazo de un mes o un contencioso-administrativo en el plazo de dos meses.
