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Mogán

Mogán hecho poesía

El vecino Juan Ramírez Hernández publica a sus 72 años su primer libro de poemas, titulado ‘A la sombra del Molino’ | Recoge 105 textos e imágenes del municipio

Juan Ramírez sostiene un ejemplar de su libro frente al Molino de Viento de Mogán. ANDRES CRUZ

Lleva toda una vida enamorado de la poesía y cada verso que le viene a la cabeza lo escribe en un papel o lo registra en la grabadora de su móvil para que no se le olvide. La trayectoria laboral de Juan Ramírez Hernández nada tiene que ver con el mundo de la literatura, pero su pasión por los poemas, su municipio y sus ganas de expresar su sentimientos han acabado plasmados en su primera obra, que se autoedita.

«Qué hermoso es el atardecer/ viendo el sol transponer/ por aquel horizonte fiel/ invadiendo todo mi ser. /Playa de Veneguera/ que tantos recuerdos encierras/ de aquella época certera/ donde baños en ti me diera./ Cuántas veces yo contemplé/ la puesta de sol que se fue/ y mañana al amanecer/ de nuevo.../ nos volverá a sorprender/». Estas son solo dos estrofas de la poesía titulada A mi Playa de Veneguera que el moganero Juan Ramírez Hernández incluye en su libro A la sombra del Molino, una obra que incluye una primera tanda de 105 poemas inspirados en espacios naturales e históricos del municipio pero que también dedica a la fe, a amigos y familiares y a sus propias reflexiones, su vida y su experiencia. El libro, del que ha autoeditado una primera tirada de 200 ejemplares, se presenta en la noche de este viernes en el Centro Cultural El Mocán del pueblo de Mogán

Juan Ramírez sostiene un ejemplar de su libro frente al Molino de Viento de Mogán. ANDRES CRUZ

Juan se mueve entre palabras que convierte en versos con inspiraciones que le llegan en cualquier momento y lugar pero que rápidamente intenta anotar en un papel, o en su versión más moderna registra en la grabadora del teléfono móvil, para que no se le olviden. Se inspira en todo lo que observa, siente, vive o piensa y eso le ha permitido, a sus 72 años, editar su primer libro de poemas. A la sombra del Molino homenajea ya desde su título al barrio en el que reside, Molino de Viento, ubicado a pocos metros del casco de la localidad y donde vive desde hace 40 años y ya en su interior recoge hasta 13 poemas dedicados a lugares y pasajes de las tradiciones moganeras. Así, dedica versos a la playa de Veneguera, al cementerio de Mogán, al faro de la playa de Mogán, al valle de Veneguera y al barranco de Mogán, a la tradición del ganado en la ofrenda a San Antonio y a sus fiestas, al emblemático Molino de Viento y a la paz que reina en un Mogán que ha nacido entre barrancos.

El autor del libro dedicó toda su vida laboral al mundo de la agricultura y de la hostelería, y nada tuvo que ver con el de la literatura, salvo su pasión por el dramaturgo Antonio Gala. «La poesía me gustó desde siempre, desde los 12 o 13 años, pero por entonces no me ponía a escribirlas porque pensé que eso no serviría para nada, pero luego las fui escribiendo poco a poco aunque acababa rompiendo esos papeles o los perdía», explica un poeta que no se considera tal sino solo un «bien amañado» de los versos. «Sé que tengo mis méritos, pero hay personas con mejor preparación académica; yo soy una persona sencilla y no utilizo palabras rebuscadas, sino que las entienda toda la gente», añade.

«Guardo poesías desde hace 20 años, si hubiera guardado las de joven tendría más material»

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Parte de la responsabilidad de su pasión por la poesía la tiene «un ángel» que se cruzó en su camino hace cuatro década. Se trata de la responsable de la librería en la que compraba libros, a quien le dijo que quería escribir un libro pero sentía que no tenía capacidad para ello. «Me dijo que ya vería yo cómo a lo largo de mi vida haría poesía y editaría un libro, así que quizá fue aquella mujer la que me abrió un poco el camino para seguir escribiendo», señala.

A lo largo de toda su vida, calcula Juan, ha podido escribir más de mil poemas entre todos aquellos que perdió, otros que regaló y los que con mimo ha ido pasando de papel a ordenador y conservando en un pen drive. Pero solo los guarda desde hará unos 20 años; de hecho el más antiguo que contiene este libro está fechado en 2006. «Si hubiese guardado más, sería un material que hoy habría tenido mucho valor, pero era más joven y no pensé en el día del mañana», sostiene. La mayor parte de los poemas están acompañados además por una fotografía, mucha de ellas cedidas por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Mogán, que colabora con la obra, y otras tomadas por el propio autor a lo largo de su vida.

Juan ha publicado su primer libro de poesías, pero se guarda al menos otras 130 para una segunda publicación más adelante. Y lo ha logrado ahorrando durante varios años, pues con su pensión ha tenido que ir guardando «unos meses 20 y otros meses 50 euros» para conseguir cumplir un sueño.

El autor ha contado con la colaboración de Emilio García, uno de los custodios del molino, para el prólogo y con Roberto González, técnico de Cultura, para el diseño de la portada del libro.

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