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Una disputa entre directivas deja sin comida a 85 familias vulnerables en Telde

El cocinero no puede acceder al local social porque le han cambiado la cerradura

Cocinero solidario Telde LP / DLP

Hazael Quevedo, cocinero solidario de Telde, lleva diez días sin poder acceder al local municipal de El Calero Alto. Allí, desde la pandemia, guarda la comida que luego reparte entre las familias necesitadas del municipio. ¿El motivo? Un enfrentamiento entre los responsables de la anterior directiva y la que ahora, tras legalizar Quevedo su constitución en el Gobierno de Canarias, quiere explotar el local social para seguir ayudando a la gente.

Cuenta el cocinero que 85 familias, con más de un centenar de miembros, entre ellos menores, dependen de Hoy por Ti Gran Canaria, el proyecto que Hazael Quevedo montó durante la pandemia para ayudar con alimentos a quienes lo necesiten. 

La iniciativa fue bien acogida por el Ayuntamiento de Telde, que medió con la Asociación Nuevas Bases del Calero y éstos cedieron al cocinero un espacio dentro del local municipal. La cosa iba bien hasta el mes pasado, cuando Quevedo, tras comprobar que no había directiva inscrita en el registro regional de asociaciones, decidió formar un nuevo equipo directivo para continuar en el local repartiendo comida entre los desfavorecidos.

El paso dado por el cocinero no sentó bien al colectivo que tiene asignado el uso del espacio municipal. El cilindro de la cerradura fue cambiado hace diez días, tiempo que lleva Quevedo sin acceder al interior del recinto para continuar con el reparto de alimentos. Asegura que hay varias neveras y no sabe el estado en el que está la comida.

El cocinero, que ayer dio una rueda de prensa en Telde para explicar la situación, sostiene que tiene el respaldo vecinal y reclama que le dejen continuar con su labor social. «La otra junta directiva no estaba registrada en el Gobierno de Canarias, sino que presuntamente estaban engañando a los vecinos, porque desde el 2008 no existe esa junta. Lo que hacían era alquilar un local a una masajista y cobrarte 50 euros si ibas al gimnasio que montaron allí», denuncia Hazael Quevedo.

«Cambiaron la cerradura cuando se enteraron de que ahora había una nueva presidencia. Nadie puede entrar, ni los vecinos, y está toda la comida dentro», añade el cocinero, que asegura haber denunciado la situación tanto en el Ayuntamiento como en la Policía Nacional.

Fuentes municipales aclararon ayer que el Ayuntamiento no ha cedido ningún local para ese proyecto solidario, sino que contactó con diferentes asociaciones porque le pareció buena idea paliar parte de los efectos de la pandemia con esa iniciativa, siendo la asociación del Calero la que finalmente abrió su espacio al cocinero. Todo parece una disputa por el uso del local municipal. 

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