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Las olas asesinas del norte

Bañistas, pescadores y curiosos se la juegan a pesar de los fallecidos y rescates de los últimos días

Mareas vivas en la costa norte de Gran Canaria

Mareas vivas en la costa norte de Gran Canaria José Carlos Guerra

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Mareas vivas en la costa norte de Gran Canaria Juanjo Jiménez

Son las dos de la tarde de este miércoles cuando un grupo de bañistas en Las Salinas del Bufadero, Arucas, se jugaba la vida con una marea que al estallar contra el acantilado superaba con creces los diez metros de altura. A esa misma hora, a apenas 18 kilómetros en línea recta hacia el este, un helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento de Canarias se afanaba, con éxito, en rescatar a una mujer caída al agua en las inmediaciones del Faro de Sardina.

En Las Salinas destacaba por méritos propios una pareja que se acercaba justo al filo donde colisiona el Atlántico con tierra, quedando a punto de ser tragada por la marea. Esto a pesar de que en los últimos tres días se suceden las caídas al mar, los rescates y la pérdida de vidas humanas. La última, en la mañana de este mismo miércoles, cuando sobre las ocho y media se localizaba en Costa Ayala, a cuatro kilómetros lineales de Las Salinas de Arucas, el cuerpo de un hombre fallecido.

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Oleaje en Gran Canaria (9/11/22) José Carlos Guerra

Son, en total, cuando no se han cumplido ni dos semanas del mes de noviembre, cuatro muertes en las islas, lo que para la plataforma Canarias 1.500 kilómetros de costa supone la más dramática de las islas en los últimos dos años.

Pero ello no impedía que durante las horas de pleamar, después del mediodía, se sucedieran en toda la costa postales de auténtico riesgo, como el nutrido grupo de pescadores, que a muy corta distancia de Las Salinas se apostaban con sus cañas en un saliente al que llegaban las crestas de las olas, festejando con aspaviento tanto las capturas como los embates del mar. O los que traspasaban los límites en el litoral de San Felipe, donde justo en el poste donde lucía la bandera roja y el salvavidas de socorro los visitantes, tanto locales como extranjeros, se acercaban para tomar imágenes de un espectáculo tan atractivo como mortífero.

Olas de tres metros de altura

Según la Agencia Estatal de Meteorología la altura de olas por mar de fondo era de hasta tres metros, tanto para su predicción del miércoles como para la del jueves, a lo que se une las mareas largas de estas jornadas con luna llena, lo que provoca un oleaje considerable, mayor aún que el vivido en septiembre con las mareas del Pino.

Así lo aprecia el vecino de San Andrés, Luis Baena, que reside en una vivienda con proa al marisco y con popa a la calle Luis Ramos Medina, en cuyos tramos abiertos al mar este miércoles presentaban no solo charcones de agua salada, sino algún que otro callao. Baena asegura que lleva tres día viviendo el temporal y que los rociones, a pesar de que la casa es de dos pisos, llega con la marea alta a la azotea. La batidora es una vez durante el día y otra por la noche, y asevera que «ya me he despertado varias veces del batacazo», con una estructura que recibe los embates «como si fuera un terremoto». Es más, «aquí se han visto hasta cangrejos volando».

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Olas en la Cícer (9/11/22) Juan Carlos Castro

Y es que el pueblo de San Andrés era este miércoles una hilera de casas con neblina de salitre, pero también el barrio de El Altillo, ya en la costa de la villa de Moya, cuya piscina natural quedaba totalmente sumergida durante la pleamar, con las olas batiendo las fachadas norte de sus casas. Otro punto espectacular se situaba en El Roque, justo a su oeste, con olas inmensas estallando en la punta.

Sin surfistas en el norte

De la fuerza de toda esta marea también daba cuenta la falta de surfistas, con un mar que, si bien no luce revuelto en el interior, es prácticamente infranqueable para entrar, por lo que los practicantes prefieren desplazarse a puntos a las vertientes sur y sureste, en lugares como el Faro de Maspalomas o Arguineguín por lo que denominan la fuerza del oeste, que deja en esos lugares las olas más ordenadas y definidas.

Hay que reseñar que, según las estadísticas de Canarias 1.500 kilómetros de Costa, el pasado año 2021 se cerró con 192 afectados y 64 fallecidos en las islas, con Gran Canaria y Tenerife liderando las estadísticas. Así en la isla redonda, se contabilizaron 20 muertes, 31 heridos y ocho rescates, frente a las 21 muertes, 32 heridos y un rescate de la isla vecina.

En el norte de Gran Canaria destaca El Puertillo y su entorno. Así, también el pasado año, se reportaba la muerte de dos bañistas, uno de ello menor, así como la desaparición de un pescador. A ello se suma otro pescador en estado crítico en Tinoca y un fallecido en El Atlante. Los otros dos puntos con incidencias con bañistas se localizaron en Sardina y el Faro, así como en Costa Botija, donde tuvo lugar el rescate de un pescador.

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