Aguacates y mangos para la cesta de Navidad

Cientos de personas acuden a la séptima edición de la feria del 'oro verde' que puso a la venta cuatro toneladas de aguacate a un máximo de siete euros el kilo

Celebración de la VII Feria del Aguacate

C. A.

Las previsiones de lluvia no frenaron las ganas de los canarios de acudir a la séptima edición de la feria del aguacate en busca de los mejores precios. Agricultores del municipio de Mogán se citaron con las cientos de personas que acudieron a este encuentro para ofrecer sus productos locales: además del aguacate, pusieron a disposición de los consumidores otros productos como mangos, naranjas, limones, guayabas, tomates, pimientas e incluso árboles de aguacate, limoneros, o naranjeros, entre otros. La música en directo y el buen tiempo pusieron de su parte durante la jornada del domingo, donde tanto residentes del municipio como de otras partes de la isla no dudaron en hacer sus compras navideñas, como es el caso de Antonio, que llevaba bajo sus brazos tres grandes cajas. «Yo me llevo aguacates y mangos. He comprado a 3 euros los mangos y a 7 los aguacates. Toda esta mercancía es para hacer regalos durante estas navidades», afirmó. 

Una veintena de agricultores se distribuyeron en un total de 15 puestos, en los que además de frutas y verduras se pudo disfrutar de productos elaborados, artesanía y la novedad del regreso de la restauración, que estuvo ausente en esta feria durante el período de la pandemia. A pesar de que la normalidad regresaba en comparación con años anteriores, algunos agricultores notaron un ligero descenso en la afluencia del público, tal y como afirmó Belén, que a las 10:30 horas ya notaba este descenso. «Se ve más flojo que otros años. Creemos que se debe al frío y a las previsiones de lluvia que había para hoy. Aunque mire el tiempo, hace un sol que raja las piedras», dijo. Además, desveló que el precio máximo estipulado que cada puesto tenía marcado para el kilo de mando era de 3,50 euros y de entre cinco y siete euros el kilo de aguacate. 

Una de las novedades de este año fue la receta del helado de aguacate. Un invento un tanto arriesgado que llamó la atención de los más curiosos. La responsable de este manjar no salió de su asombro ante la cantidad de bolas vendidas. «Hemos vendido ya cinco o seis y la gente se queda asombrada con el sabor porque tiene un toque de menta blanca y con la mezcla de aguacate se nota la fusión de sabores. También ofrecemos el de mango, que es muy fresco y sabroso», sostuvo la heladera. Sin embargo, la sorpresa se esconde en la receta que utiliza cada año para su elaboración, pues nunca es la misma. «Este año por ejemplo la fusionamos con menta, el anterior con naranja, pero el que más ha triunfado es el de menta, sin duda. La receta incluye leche de cabra, aguacate, un toque de menta blanca y amor, que es lo importante de nosotros», añadió la autora del helado. Otro de los aspectos que llamaba la atención en su puesto era el color de los cucuruchos del helado que, para no variar, era verde. Y es que también llevaba entre sus ingredientes un toque de aguacate, de ahí su color, una apariencia que también hacía referencia a que todos los productos que tenía disponibles eran ecológicos. 

El helado de aguacate con menta blanca fue una de las novedades

En la feria también estuvieron presentes algunos negocios de restauración del municipio, que ofrecieron diferentes recetas elaboradas con aguacate. Es el caso de Industria Qulinaria, un establecimiento que no dudó en mostrar a la población canaria lo que es capaz de elaborar con los productos locales. Entre las novedades, propuso un postre cremoso de aguacate, que consiste en una base de galleta, un toque de crema de queso, zumo de lima, aguacate y un poco de cacao. «Es una mezcla de sabores arriesgados, pero que triunfa», aseguró su propietario, Dalmai Hernández, quien explicó que salida tuvo era la ensalada con una mayonesa de aguacate, aunque también se vendió el taco con gambas, lechuga y un alioli de aguacate; o un clásico entre los canarios, las papas arrugadas con mojo de aguacate.

Algunos de los asistentes a esta feria fueron más arriesgados que otros, porque aparte de llevarse unos kilos de este aguacate fueron un paso más allá y se marcharon directamente con una planta de aguacatero para plantarla en su finca. «Vinimos en el 2019 antes del coronavirus y volvemos a repetir hoy. María, procedente de Santa Lucía de Tirajana, descubrió la feria en 2019 e hizo un impás durante la pandemia. «He compra o una planta de lima y un limonero para plantarlo en mi terreno. Lo queremos para consumo propio, porque si tenemos la suerte de que las semillas salgan, salimos ganando en todos los aspectos» sostuvo la consumidora, «también compramos unos aguacates gigantes para plantarlos a ver si se dan». María lamentó la dificultad de cultivar sin conocimientos del campo, pues el crecimiento de la planta depende de la semilla. 

Mientras que unos fueron a la feria atraídos por los precios, otros llegaron despistados, como fue el caso de Héctor, que se encontró este evento por casualidad. «Vemos la feria muy bien, como cada año. Somos del pueblo y siempre venimos. No sabía que estaba la feria hoy aquí y vine de casualidad. Me puse super contento la verdad, porque no esperaba llegar hoy a mi casa con todos estos aguacates», dijo, mientras cargaba con dos bolsas llenas de este ‘oro verde’. 

Se ha notado el descenso en el flujo de personas con respecto a años anteriores

Además de Héctor, la feria conquistó a otros vecinos de Arguineguín que no se pierden el evento ningún año. «Hemos comprado al igual que todos los años, porque queremos ayudar al pueblo. Compramos aguacates, naranjas, truchas y pan de huevo; la verdad es que vemos todo bien de precio. Eso sí, notamos mucha menos gente que en años anteriores, seguro por la falta de dinero», justificó, por su parte, Teresa. 

En la feria también participaron alumnos del PFAE de cocina en prácticas. Su profesor y director del curso, Javier, explicó que elaboraron para la ocasión tres tipos de pinchos diferentes acompañados de una bebida de mango natural. «Los pinchos consisten todos en base de mango y aguacate. Uno de ellos lleva tomate, salmón, huevo, aguacate y langostino. El otro consiste en una base de tomate, aguacate, queso de cabra y cebolla caramelizada con anchoas. La estrella de la casa, que es una creación nuestra lleva queso tierno, jamón serrano, mango del municipio y mojo de mango que elaboramos nosotros mismos», señaló el docente. 

La jornada estuvo preparada para todos los públicos, pues no sólo el aguacate y las frutas fueron protagonistas en esta séptima edición de la feria, sino que además se pudo disfrutar de cerveza artesanal, crepes, cócteles, miel, aceite, aloe vera, pan, dulces y fermentados de fruta, guarapo y vinos Denominación de Origen de Gran Canaria. Una feria que los canarios despidieron hasta el próximo año. 

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