Gáldar

Un trasmallo de sardinas de Gáldar en Cataluña

La artista Vesna González expone en una galería de Girona diez cuadros que homenajean a su pueblo de Gáldar

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Los pescados grancanarios traspasan las fronteras insulares para adentrarse en las aguas de Cataluña.Una exposición de la artista norteña Vesna González llena en estos días las paredes de una galería de Girona, con su recopilación de diez obras de gran colorido que lleva el título de Sardinas de Gáldar, y que sirven de nexo de unión de su pueblo con sus versiones de otras obras de arte. 

La artista ligada al movimiento pop art Vesna González lleva su exposición de Sardinas de Gáldar a la localidad de Tossa de Mar, en la provincia catalana de Girona. Se trata de diez obras digitales, en el que las sardinas de su municipio ocupan el protagonismo, y que van asociadas a versiones de otras obras.

La muestra pasó por la Casa Verde de Aguilar de Gáldar. Y hasta el este fin de semana ocupa las paredes de la galería Art Michaeli, después de poder haber sido visitada durante el último mes.

Vesna González se siente una galdense más, ya que, aunque nacida en León, desde los seis meses reside en la localidad grancanaria. Y también es una vecina más del pueblos costero de Sardina. En medio, su obra de arte es el reflejo de ese entorno marinero, con el que se siente muy identificada.

Su trabajo responde al movimiento pop art

La exposición gira en torno a la sardina. Y a partir de ahí fluyen en una amplia muestra de alegres colores y figuras versiones de otras obras, entre las que aparecen diseño de autores a los que ella le tiene una gran predilección, como es el caso de Andy Warhol, Pablo Picasso («sin él no doy pasos adelante», asegura esta artista) y tampoco pasan desapercibidas imágenes promocionales de Gáldar y de su Año Jacobeo.

De su obra se preguntan «cómo una sardina puede tener tanto color». Pero ella tiene claro que es el que le nace y es su estilo positivista, porque no tiene razones personales como para jugar con los tonos oscuros. Y su estilo se basa en el pop art. Este movimiento surge a finales de 1950 en Inglaterra y llega más tarde en los años 60 a Estados Unidos, permaneciendo activo hasta la década de los años 80. Y persigue con su estilo singular plasmar la realidad de la sociedad a través de sus obras, para crear conciencia en las personas, según una de las definiciones.

La característica principal de este movimiento ha consistido en seleccionar objetos e imágenes populares del momento y sacarlos de su contexto. En este caso, su despliegue de peces le da pie a recrear en su interior otros sellos, con un tono especialmente personal. No en vano, a través de diferentes técnicas, los artistas de este movimiento han deseado combinarlo con otros elementos. Mediante este visión singular, han querido conseguir que se resalte y se ponga el foco en algún aspecto banal o rasgo cultural de la época.

«En mis comienzos era cuestionada por los artísticas clásicos de la Isla, pero ahora me siento muy aceptada»

Vesna González reconoce que, sobre todo en su comienzos, era cuestionada por los artistas clásicos de Gran Canaria, pero que ahora se siente muy aceptada por sus colegas, aunque sea muy grafitera.

En este caso, los pescados están diseñado de forma digital y estampados todos sobre un tamaño general DIN A3. Y llegó a esta técnica casi por necesidad y por recomendación de sus seguidores durante los obligados meses de confinamiento por la pandemia. Y por una razón personal, ya que no tenía acceso al material para poder seguir pintando, «y me iba a subir por las paredes».

A su juicio, pese a nacer de una necesidad imperiosa por expresar su arte, esta forma de trabajo le resulta ahora más fácil para ella, porque le da muchas opciones de modificar en el mismo momento detalles que no le gustan y corregir los errores, sin emborronarse y sin el riesgo de que se pueda secar antes de cambiarlo, como sucede con la técnica tradicional.

Suscríbete para seguir leyendo