Santa Brígida y los historiadores urgen a salvar el lagar de la Fuente de los Berros

Un informe de los técnicos del Cabildo resalta el valor de la ermita por albergar hasta 1954 la talla de Santa Ana que pudo ser la primigenia de la catedral

Vista del conjunto arquitectónico del lagar de la Fuente de los Berros

Vista del conjunto arquitectónico del lagar de la Fuente de los Berros / LP/DLP

El Ayuntamiento de Santa Brígida, historiadores y cronistas oficiales se han sumado a la iniciativa para salvar el lagar de la Fuente de Los Berros y recuperar el patrimonio etnográfico de ese conjunto arquitectónico situado en el Monte Lentiscal, actualmente abandonado y cuyo deterioro consideran que será irreversible si no se actúa con urgencia. 

Además de los valores culturales, reconocidos en un informe de los técnicos del Cabildo de Gran Canaria tras la alarma lanzada por la Asociación de Amigos de Bandama, varios historiadores y cronistas resaltan también la importancia histórica de su ermita, pues en ella estuvo durante casi un siglo una talla escultórica de Santa Ana que podría ser la imagen primigenia que dio nombre de la catedral de la capital grancanaria.  

El Ayuntamiento de Santa Brígida está abierto a colaborar con el gobierno del Cabildo rescatar ese el patrimonio etnográfico y entiende que se puede utilizar una fórmula similar a la que ya se ha iniciado para comprar una parte del Caserío de Bandama, donde existe un lagar comunal que será adquirido por el Cabildo con vistas a crear allí un centro de interpretación de la montaña y la caldera de Bandama y de la zona vitivinícola del Monte Lentiscal.  

Miguel Jorge Blanco, alcalde Santa Brígida y también consejero de la oposición en el Cabildo, admite que «es una pena» que desaparezca un conjunto arquitectónico de esas características. En una reciente visita con otros concejales satauteños pudo confirmar el deterioro de la bodega, del lagar y de la ermita. 

Deterioro

«Hay que salvar ese patrimonio histórico de la isla y hay que hacerlo ya, porque si se deja para más adelante se va a perder para siempre», reclama Juan José Laforet, cronista oficial de Gran Canaria y de la capital, quien asegura que desde hace años viene advirtiendo al Cabildo del deterioro de esos edificios tras ser abandonados por sus propietarios.     

Al contrario que en Bandama, donde al ser una propiedad comunal el Cabildo puede ejercer su derecho de tanteo y retracto para comprar el lagar y las casas abandonadas, en la Fuente de los Berros se trata de una propiedad totalmente privada e incluso no se conoce con exactitud quienes son sus actuales dueños, pues son fincas que han cambiando de manos por compraventas o herencias. 

«Al ser una propiedad privada es más complicado que en Bandama, pues si se quiere que forme parte del patrimonio público habrá que hacer un proceso de expropiación y ahí debe intervenir el Cabildo, que tiene competencias en labores de conservación y vigilancia de esas riquezas etnográficas”, explica el alcalde, que ante la petición de la Asociación de Amigos de Bandama anuncia que hablará con el consejero insular de Patrimonio Histórico, Teodoro Sosa, para sondear qué soluciones se pueden buscar. «El Ayuntamiento no puede hacerlo en solitario, necesita la colaboración del Cabildo», advierte Miguel Jorge Blanco. 

El informe elaborado por el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo sostiene que «además de los destacados valores arquitectónicos y etnográficos del complejo, sobresalen también los referidos al capítulo histórico, donde figura como titular en 1860 Doña María de los Remedios Rusell, descendiente del capitán Pedro Rusell y María de Palencia». Según relatan los técnicos de ese departamento, «la propietaria solicitó y obtuvo autorización obispal en 1861 para la construcción de la ermita, que funcionó como oratorio público, razonando la distancia a la iglesia parroquial de Santa Brígida, la edad y que permitiría dar 'pasto espiritual' a los vecinos».

La Hacienda fue comprada después por el cura párroco de Tafira, Francisco Manuel Caballero del Toro (1834-1900), por lo que pasó a conocerse entre el vecindario como Finca Caballero. «Por iniciativa de este presbítero, la ermita de la Fuente de Los Berros entronizó hasta el año 1954 la imagen escultórica Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, que fue cedida luego por la familia Caballero al Cabildo y está actualmente depositada en la exposición permanente de la Casa de Colón», agrega. 

Esa pieza escultórica, recuerda el informe de los técnicos de Patrimonio Histórico, «está señalada por distintas fuentes, que la sitúan entre finales del siglo XV y principios del XVI, de factura andaluza y que llegó al primario desarrollo urbano de la iglesia, hoy catedral de Santa Ana, procedente del San Marcial del Rubicón, en Lanzarote. Según Pedro González Sosa, cronista oficial de Santa María de Guía, esa imagen podría ser la primigenia de esta advocación de la catedral de la Diócesis de Canarias. 

En su libro La Vega: calvarios, cruces, oratorios y ermitas, el historiador Pedro Quintana y el cronista oficial de Santa Brígida, Pedro Socorro, añaden que la imagen de la patrona, de unos 53 centímetros de alta, fue prestada a la Casa de Colón, según una carta suscrita en 1954 por la familia Caballero al entonces presidente del Cabildo, Matías Vega Guerra, siendo posteriormente restaurada y policromada a fin de exponerla. 

La ermita conservó otras imágenes religiosas y en ella se solían celebrar misas para la familia y allegados, estando en funcionamiento hasta la década de 1970. «El paso del tiempo -subrayan Quintana y Socorro-, así como los cambios sociales y económicos fueron causando el declive en el edificio. Mantenerlo y remozarlo era muy costoso para los herederos y, la otrora suntuosa hacienda, de estilo tradicional canario, se encuentra en lamentable estado de abandono, sobre todo la ermita, el lagar y la bodega. Tanto el husillo como una enorme piedra, donde estaba labrada una cruz latina, así como la campana de la ermita, fueron robadas».

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