Un instituto lleno de solidaridad

Los productos más entregados son de higiene personal y alimentos como pasta y arroz

El alumnado y profesorado del IES Cruce de Arinaga posan con el sacerdote que sostiene un diploma que certifica la donación.

El alumnado y profesorado del IES Cruce de Arinaga posan con el sacerdote que sostiene un diploma que certifica la donación. / LP/DLP

A escasos días de la llegada oficial de la Navidad, el espíritu festivo se va impregnando en toda la Isla. Es época de dar, de recibir y de compartir. El IES Cruce de Arinaga mostró ayer su lado solidario, una vez más, para donar 600 kilos de comida a Cáritas. Es la décima edición consecutiva de la denominada ‘operación kilo’, en la que el alumnado se involucró para aportar productos de manera altruista. 

Desde su comienzo en 2012, la iniciativa ha ido superando las cifras cada año. Según explicó el director del instituto, Juan Pedro Borbones, en ese primer año recogieron alrededor de 100 kilos de comida. Una década más tarde, esa cantidad se ha multiplicado por seis hasta convertirse en todo un reto para la comunidad educativa, que se marca el objetivo de superar el número del curso anterior. A pesar de este logro, el director no pone techo a la colaboración estudiantil y espera que para el año que viene las cantidades sean mucho mayores.

Este proyecto surgió para colaborar con las familias más necesitadas aprovechando la época navideña. El director del centro escolar expuso que «todos los años se siente como una tradición y un compromiso» al que el instituto no puede faltar. Además, Borbones agradeció el trabajo de «toda la comunidad educativa, en especial al profesorado y alumnado, porque sin ellos esto no sería posible». 

¿Qué se ha donado?

Las donaciones más repetidas que realizaron las alumnas y los alumnos fueron los alimentos no perecederos, como los paquetes de arroz o macarrones. Además, la dirección del centro también hizo énfasis en traer otro tipo de comidas y materiales menos comunes. Por lo tanto, también se aportó a la organización benéfica productos de higiene personal. El sacerdote de la parroquia de San José Obrero, Jonathan Ravelo, destacó que estos alimentos y artículos son los mejores para este tipo de iniciativas porque tienen una larga duración.

Paco Mira es uno de los profesores del centro y, concretamente, el responsable del departamento de religión. Él califica como «maravilloso» el esfuerzo realizado por todos en una situación complicada. Reconoció que desearía no tener que realizar eventos de este estilo, ya que eso «significaría que no existiría este problema», aunque asume que las circunstancias son diferentes: «Por eso sentimos que lo correcto es ayudar en todo lo necesario y más en una época como esta que debería ser de felicidad», aseguró.

 Por esta razón, agradeció que esta iniciativa «se haya convertido en todo un clásico dentro del instituto, ya que incluso en el comienzo del curso, muchos preguntan cuándo arranca la ‘operación kilo’». Desde el mes de octubre, el IES llevaba preparándose para cumplir con su labor social y alcanzar la meta de los 600 kilos

El alumnado colabora con la recogida de alimentos y las reparte en bolsas

El alumnado colabora con la recogida de alimentos y las reparte en bolsas / LP/DLP

A lo largo de toda la mañana, se hizo hincapié en la labor del alumnado para poder proseguir con el proyecto. Jonathan Ravelo consideró que cuando se menciona a la juventud «hay un concepto equivocado o negativo sobre ellos». En adición, el profesor y responsable del departamento de religión valoró que las alumnas y los alumnos adquieren una valiosa lección y enseñanza sobre la vida en días como el de ayer y añadió que «tienen que comprender que vivimos en una situación muy complicada en los tiempos que corren y que, a través de la solidaridad y la generosidad, se puede contribuir a mejorar la vida de una persona o de una familia». 

Al finalizar el acto, el alumnado colaboró con el transporte de los alimentos recaudados. Con iniciativa propia, fueron repartiendo los productos en distintas bolsas y, posteriormente, las acercaron al vehículo que las transporta hasta la parroquia de San José Obrero. Ahora, el instituto tendrá que esperar un año para intentar superar esta rimbombante cifra y seguir aportando su granito de arena en causas solidarias como esta.

Suscríbete para seguir leyendo