Lotería de Navidad Canarias 2022

El Gordo trae descanso a un matrimonio de Las Huesas

"Estaba en el coche mirando a ver si caía algo, me sonó el 90 y en cuanto vi el boleto empecé a temblar", cuenta Isidro, uno de los afortunados

Ana Cruz y Vicente Ortega, trabajadora y dueño del Piscolabis La Movida.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Isidro se encontraba conduciendo esta mañana mientras oía la radio para comprobar si le sonreía la suerte con alguno de los décimos que había comprado para la Lotería de Navidad. Cuando oyó a los niños de San Ildefonso cantar el número del primer premio, el Gordo, del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad se le hizo familiar la terminación del 90 así que rápidamente paró el coche y, al darse cuenta de que su boleto había sido uno de los afortunados, empezó a temblar. "Hoy toca un día de descanso para mi mujer, que cierre el negocio un rato y si puede también lo que queda de mes porque la hostelería ya sabemos cómo es", comentó el vecino, que trabaja en el bar Las Huesas.

Fue el premiado por el Piscolabis La Movida, un local ubicado en la zona industrial del barrio, que repartió un décimo del Gordo al vecino a través de máquina. Isidro acudió solo de paso para agradecer al dueño del establecimiento, Vicente Ortega, antes de seguir su camino con el fin de reunirse y celebrar junto a su mujer. Su número habitual siempre había sido el cero, con el que empieza y termina el 05490 que le dio el bote después de jugar cada semana en la misma administración. "Lo primero que se me pasó por la cabeza es el dinero", comentó aún sin terminar de asimilar la noticia.

Este se trata después del primer Gordo que ha repartido el establecimiento en la Lotería de Navidad, que antes de eso solo había dado un quinto en 2017. El mismo local premió a otro afortunado en 2019 con un millón de euros en el sorteo del Euromillones. "Esta ya es la joya de la corona", enfatizó su dueño.

El local se llenó esta mañana de celebraciones pasadas por champán entre los trabajadores y vecinos que acudieron a felicitarles al grito de "dinero para Las Huesas, dinero para Las Huesas". Lo más habitual es que pasen a comprar boletos residentes de toda la Isla, especialmente del sur, pero en este caso el reparto se concentró entre los locales.

«Es un vecino de toda la vida, así que, aunque no es mi terminación, el pueblo está muy emocionado de que haya caído aquí», señaló Juani Cabrera, una residente de Las Huesas que desde que se enteró del destino del primer premio se acercó a la administración para felicitar a sus trabajadores. La misma emoción compartían los vecinos que pasaban en coche frente al local, muchos de los cuales no dejaron pasar la ocasión de bajarse para participar en las celebraciones.

La primera administración del barrio

El número 22 de la calle África empezó a vender boletos en 1982 de la mano de Vicente Ortega y se convirtió en el primer y único local de venta de lotería en el barrio. Junto al espacio actual se alzaba hace unos años una cafetería donde se concentraba gente de todo el barrio para hablar y compartir experiencias, dando sentido a la denominación de La Movida. Este espacio cerró hace unos meses, dejando solo la administración, aunque su dueño ya incidía: «Soy muy joven aún para jubilarme».

«Después de un año tan difícil para todo el mundo, después de que se cerrara parte del negocio de La Movida, este es un revulsivo para que la gente vuelva a venir y a confiar en nosotros», reflexionó el vendedor José Manuel Trujillo.