San Bartolomé encarga el proyecto para ampliar el paseo de El Pajar

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha sacado a licitación la redacción del proyecto técnico para continuar el paseo marítimo de El Pajar hasta la zona de la cementera. Un tramo que ahora ocupan las terrazas de dos conocidos locales de restauración. La contratación de la asistencia técnica para la redacción del instrumento urbanístico Programa de Actuación sobre el Medio Urbano (PAMU) en este paseo de la costa de El Pajar ha salido a licitación pública por unos 14.500 euros.

Con la ordenación de todo este frente marítimo, el Ayuntamiento pretende concluir todo el paseo de El Pajar lo que conlleva el traslado y la demolición de las edificaciones que invaden el espacio de dominio público terrestre, por lo que los locales que ocupan ahora los restaurantes de El Boya y La Bahía van a tener que cambiar de ubicación. La recuperación de estos suelos que se encuentran en espacio de dominio público marítimo terrestre conlleva la modificación de la ordenación pormenorizada del Plan General de Ordenación Urbana de 1996, que es el que sigue en vigor.

En el expediente con el que se saca a concurso la redacción del proyecto, la concejalía de Urbanismo, que dirige Samuel Henríquez, plantea de antemano que para posibilitar la culminación de este paseo marítimo hay que llevar a cabo la demolición de esas edificaciones , y a su vez señala que hay que calificar unas parcelas en la zona para destinarlas a uso hostelero y de restauración.

Otra de las cuestiones que también recoge es la construcción de un nuevo acceso a la fábrica de cemento. Para llevar a cabo toda esta actuación, Urbanismo también incide en que hay que tener en cuenta tanto los terrenos que son de propiedad municipal como a los propietarios que tiene suelo en el ámbito en el que se va a actuar.

Hace años, cuando se acometió la primera fase de toda esta avenida, el Ayuntamiento ya se planteó la idea de ampliar el paseo trasladando estos restaurantes a un terreno saliente que se encuentra delante de unas edificaciones en el mismo frente marítimo, pero finalmente el espacio se calificó como zona destinada a jardines. Además, este espacio no ofrecía la misma superficie que ocupan ambos locales de restauración.

A su vez el hecho de que en el contrato para encargar el proyecto técnico se contemple la construcción de un acceso a la fábrica de Ceisa se debe a que justo el final de esta avenida coincide con la entrada a la cementera. En principio la idea de Urbanismo es que se pueda retranquear unos metros hacia atrás la entrada a la fábrica, para lo que habría que contar con la empresa ya que se trata de suelo de su propiedad.

Otro de los problemas que surgieron tras la construcción de la primera fase fue la canalización de las aguas pluviales porque cuando baja el agua del barranco, en épocas de lluvias, se producen inundaciones. Casualmente el colector se encuentra justo a la altura de estos dos restaurantes.

Lo que es evidente es que el Ayuntamiento para reordenar este paseo de El Pajar tiene que resolver el traslado de estos locales y también negociar con la cementera. Esta posible cesión de suelo no tiene nada que ver con la polémica por la concesión que tiene Ceisa para operar en el puerto de Santa Águeda. Tal y como ha decidido el Gobierno canario, que ha optado por que en este puerto puedan cohabitar el uso industrial con el turístico, la empresa dispone aún entre seis y ocho años para seguir utilizando el muelle, tiempo en el que se espera habilitar un espacio para que el transporte marítimo de este material de construcción lo haga desde Arinaga.

El motivo que esgrime la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para sacar a licitación la redacción de este proyecto es que no cuentan con personal para asumir el volumen de trabajo de la Oficina Técnica municipal. Expone, en este sentido, que la plantilla de los servicios de Urbanismo se compone de un técnico adscrito a planeamiento y gestión urbanística que realiza las funciones en este departamento por lo que «resulta imposible elevar la carga de trabajo a este empleado».

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