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El cambio radical de la costa de Telde en el último medio siglo

La construcción de la autopista y la céntrica ubicación de pueblos como Melenara, Salinetas o La Garita han atraído en las últimas décadas a miles de habitantes

La costa de Melenara durante la década de los sesenta estaba rodeada de plantaciones de fruta y verdura. Fedac

Los pueblos costeros de Telde concentran a un 35% de la población del municipio y se han convertido en algunas de las zonas residenciales más demandadas por los habitantes de Gran Canaria debido a su céntrica ubicación y al bajo coste de sus viviendas. No obstante, poco o nada tiene que ver el paisaje urbano que se encuentran hoy los vecinos de barrios como La Garita, Melenara o Salinetas con el que reinaba hace sesenta años. El espacio antes ocupado por amplias extensiones de tomateros y plataneras ha dado paso a calles, plazas y establecimientos que agrupan a miles de viandantes. 

"Si despertáramos a un muerto de hace sesenta años no reconocería nada de esto", sostiene el cronista de la ciudad, Antonio González Padrón. Las fotos de finales de la década de los cincuenta reflejan unas pocas viviendas sueltas a donde acudían durante los meses de verano los vecinos del casco histórico para visitar la playa, así como las familias de marineros que se quedaban durante breves periodos de tiempo en la Isla. Sin embargo, los residentes fijos no alcanzaban ni la cifra de los 5.000, frente a los casi 40.000 vecinos que viven hoy en estos pueblos.

La construcción de la autopista GC-1 que une el norte y el sur de la Isla fue uno de los aspectos que transformó la distribución de las casas en la costa a finales de la década de los sesenta. Entre los residentes de Las Palmas de Gran Canaria que decidían coger el coche para pasar un rato en el sur, algunos decidían hacer una parada en playas como La Garita, Playa del Hombre o Melenara, por lo que poco a poco estos destinos empezaron a adquirir popularidad entre las personas del norte de Gran Canaria.

"Si despertáramos a un muerto de hace sesenta años no reconocería nada de esto", exclamó el cronista de la ciudad

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Algunos de estos visitantes decidieron construir ahí sus segundas viviendas, pero no ha sido hasta las últimas décadas cuando los pueblos del litoral pasaron a convertirse en un lugar idóneo para instalarse definitivamente. Muchas de las personas que buscan sus casas junto al mar son originarias de barrios como San Gregorio o San Juan que ante el aumento del coste de la vivienda han decidido mudarse a otras áreas más económicas.

"Aquí, en los últimos sesenta años, la evolución ha sido radical, total y absoluta", incide González. El cronista de la ciudad explica que "el interés de la población por vivir ahí está en que es un lugar muy cerca de la ciudad de Las Palmas, que está a ocho, nueve o diez kilómetros, muy cerca de Telde, porque está a cuatro o cinco kilómetros de la ciudad, y se encuentra a menos de siete kilómetros del aeropuerto. Entonces, a la costa le beneficia el estar en un punto equidistante de todos estos sitios".

La mayor parte de los núcleos residenciales más poblados del litoral se concentran en los cinco kilómetros en los que se ubican La Garita, Playa del Hombre, Taliarte, Melenara y Salinetas. No obstante, este espacio "no es una zona de turistas de primeras como el sur de Gran Canaria o Las Canteras, ya que hay extranjeros en estas áreas pero no es ni el 5% de la población que ahí habita", explica el cronista.

El incremento del número de habitantes ha ido acompañado a su vez de un crecimiento de las prestaciones para los vecinos que han ido transformando el entorno natural, desde la evolución de las propias urbanizaciones hasta servicios como las recogidas de basuras o las instalaciones de luz y agua. "El paisaje, que antes era rural, hoy es un paisaje urbano y donde antes había plantaciones o ganado pastando en aquellos lugares, hoy lo que hay son edificios, chalets, piscinas, calles y plazas, pero eso es una evolución lógica que sigue gran parte de la Isla", relata González.

Nuevos asentamientos

Pese a que muchos de los cambios del litoral teldense se concentran en las últimas décadas, lo cierto es que desde la reconquista ya hay indicios de asentamientos aborígenes en la misma playa de La Garita, así como en las zonas de Taliarte y Tufia. Después, en el siglo XVI, se establecieron otras pequeñas poblaciones en La Garita, en el puerto de Melenara y en el de Gando. "Tal vez fue en Gando donde más gente vivió porque era el puerto más importante", detalla el cronista.

En los años 30 y 40 del siglo pasado comenzó un desarrollo importante en Melenara y La Garita y fue en la década de los sesenta cuando arrancó la construcción de tres nuevas urbanizaciones. Estos núcleos que nacieron en el siglo XX fueron Las Clavellinas, en Salinetas, y dos urbanizaciones de La Garita, como fueron Los Melones y La Estrella. Al poco se sumó también la playa del Hombre a la zona de Taliarte.

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