El cierre por desplome de la calzada de la GC-212 por el barrio del Faro de Teror indigna a los vecinos

Ya lo veían venir. Vecinos de los barrios situados en la carretera de San José del Álamo entre Las Palmas de Gran Canaria y Teror habían alertado del grave deterioro que sufría la calzada, y que achacan al enorme tráfico que había soportado como consecuencia del arreglo de la carretera general. Y la concejala en la oposición por Nueva Canarias, Isabel Guerra, había también presentado desde mediados del año pasado escritos al Ayuntamiento y al Cabildo (como propietario) en los que avisaba de las enormes grietas apreciables en algunos tramos. Y después de las señales de alerta, el resultado es que este viernes se desplomaba un tramo de la carretera GC-212, en el barrio del Faro. La vía se ha cerrado al tráfico.

Isabel Guerra relata que en junio del año pasado presentó una moción reclamando la urgencia de esta actuación, al detectar ya el peligro que suponía para los usuarios de esta vía. Los socios de gobierno (PP y PSOE) restaron importancia al estado de la vía. Y en diciembre volvió a insistir en que ya no era de urgencia, sino que debía considerarse de emergencia. «Gracias a que no pasó nada, porque podía haber pasado; además de que la zona es oscura y da miedo», añade.

"Existen más puntos negros en la zona", según Manuel Sosa

Manuel Rodríguez, un vecino de San José del Álamo, habla del «pasotismo» de los alcaldes de Teror -en alusión a Sergio Nuez y Gonzalo Rosario- y del Cabildo en este tema de la carretera. Y, sobre todo, insiste en que existen distintas zonas en las que se repite el mismo peligro en la calzada, aunque en estos días una cuadrilla ha parcheado algunos agujeros.

El Ayuntamiento asegura a través de una nota que había pedido al Cabildo la reparación.

El vecino habla también de que «en la entrada al barrio de San José del Álamo justo a la vera de la iglesia del barrio existe un punto negro o punto peligroso en las maniobras de entrada y salida al casco urbano por la peligrosidad de no tener visibilidad. En esa zona sufren las velocidades de los coches al subir al barrio, a pesar del límite de velocidad de 30 kilómetros por hora. Ahí murió en accidente una vecina del barrio al intentar salir. «Ese peligro sigue ahí, sin soluciones, añade.

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