San Bartolomé de Tirajana.

La Charca de Maspalomas pone en valor las aves del espacio con una nueva señalización

El Cabildo encarga al Consorcio de Turismo el diseño de los paneles que se podrán leer en braile | El paraje sirve de refugio para 30 especies diferentes

La Reserva Natural de las Dunas prepara la renovación de los cinco carteles informativos que hay en la zona de la Charca en los que se explican las características de las aves que conviven en este entorno natural de Maspalomas. Con la renovación de esta cartelería, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo se marca como objetivo actualizar los nombres de las especies de aves que habitan en este paraje natural, y además también quiere aprovechar para renovar todo ese material informativo y divulgativo, que se ha ido deteriorando y algunos ni se pueden leer bien debido a la acción del salitre y del sol.

«Poner en valor a estas aves así como el resto de especies que habitan en la Charca es uno de los objetivos de la renovación de estos carteles que se van colocar», explica Marta Martínez, bióloga de la Reserva Natural. La responsable de este paraje de Maspalomas asegura que este espacio sigue siendo el refugio migratorio de muchas especies ya que se pueden observar hasta 30 especies que van y vienen según las épocas del año.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria han encargado al Consorcio Turístico de Maspalomas el contrato del diseño de estos paneles de contenido científico y divulgativo por un coste de unos 12.000 euros. Una vez que se haya encargado cómo serán esos nuevos carteles y con qué tipo de materiales se van a fabricar para que puedan tolerar mejor los efectos ambientales se procederá a actualizar el contenido, es decir las imágenes, los dibujos y los textos que dan cuenta de las aves más características de la Reserva. Será otra empresa la encargada de diseñar estos contenidos.

La amenaza humana hace peligrar animales como el tarro negro o el chorlitejo patinegro

Una de las novedades de la nueva cartelería, según apuntan desde el Consorcio Turístico de Maspalomas , es que los textos se van a poner también en braille para que los puedan leer las personas invidentes.

Aunque los cambios de las condiciones climáticas están afectando a las especies que habitan o transitan por este entorno, hay otros factores relacionados con el comportamiento humano que son los que están rompiendo la tranquilidad de estos animales, según destaca Marta Martínez. En este sentido, añade que el tránsito frecuente de turistas por las zonas prohibidas de las dunas, el hecho de que alimenten a los peces, o dejen basura abandonada está fomentado la aparición de colonias de gatos que se comen los huevos de las aves en épocas de crianza.

Entre las especies enraizadas en este entorno figuran el chorlitejo chico, la garza real, el morito, la cigüeñeta, y otras como el sarapito, la gallineta, la focha común. Pero, los cambios del clima y la amenaza que suponen también los turistas y visitantes, que se olvidan que todo el espacio dunar de Maspalomas es un paraje protegido, está provocando que algunas de estas aves empiecen a estar en peligro crítico como sucede con el tarro negro o bien que su presencia en este lugar sea muy vulnerable como ocurre con el chorlitejo patinegro.

La bióloga Marta Martínez señala que las aves buscan las condiciones más naturales posibles

Con todo, en la Charca se ha podido contemplar, en alguna ocasión, aves como el flamenco cuya visita en meses de marzo o abril han dejado una estampa llamativa en esta zona dunar.

La bióloga de la Reserva de las Dunas incide en que para preservar el hábitat de la Charca es esencial que los turistas respeten las zonas delimitadas, una labor de la que se encargan los guardas que vigilan la zona, y que se pueda poner fin a esas colonias de gatos porque se comen los huevos de las aves. Llama la atención , insiste, en como la acción humana ha provocado que el tarro negro esté en peligro crítico de desaparición, aunque lo que más preocupa es el chorlitejo patinegro del que quedan pocos ejemplares, y se ha visto como prefieren zonas de Lanzarote o Fuerteventura.

Si bien el cambio climático es uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de conocer que aves siguen y cuáles en cualquier momento pueden dejar de hacerlo, Martínez remarca que el factor humano es clave a la hora de preservar estas especies porque cuando en los meses de marzo o abril acuden para la cría «necesitan mucha tranquilidad, y un paraje que les ofrezcan las condiciones más naturales posibles».

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