Cabildo | El Plan Insular de Ordenación

Gran Canaria crea 19 corredores ecológicos entre pinares, costas y barrancos

El nuevo PIO mejora la conexión de espacios naturales como Osorio, Los Tilos, Azuaje o El Confital

Una familia atraviesa el espacio natural protegido de Osorio, en el municipio de Teror.

Una familia atraviesa el espacio natural protegido de Osorio, en el municipio de Teror. / Andrés Cruz

Gran Canaria dispone ya de otra figura para la protección y recuperación de sus espacios naturales: el corredor ecológico. El nuevo Plan Insular de Ordenación (PIO), aprobado por el Cabildo el pasado 29 de diciembre tras 12 años de trámites, establece hasta 19 de estos corredores, diferenciados por las categorías de forestales, litorales y radiales. En ese listado se incluyen vías verdes para conectar los principales espacios protegidos de la isla, travesías por los barrancos o rutas por la vegetación costera.

El corredor ecológico se define en el nuevo PIO como aquellos «tramos o ámbitos del territorio de extensión y configuración variables que, debido a su disposición y estado de conservación, se configuran como elementos territoriales con aptitudes para conectar funcionalmente hábitats y áreas naturales de singular relevancia».

Forestales

En un grupo de esta categoría se establecen tres corredores ecológicos. El primero recorre el municipio de Moya para mejorar la conectividad entre el Barranco de La Virgen y los Barrancos de El Laurel y Los Tilos por Montaña de Las Palmas y Lomo del Negro. El segundo contempla el enlace entre las zonas de repoblación de Osorio y los Barrancos de Azuaje y La Virgen por el Barranco de Los Chorros, en el municipio Firgas. El tercero se implanta entre Osorio y El Barranco de Madrelagua por las laderas de Las Rosadas, en Teror.

Respecto a estos tres corredores, el documento del PIO puntualiza que la mejora de conectividad entre ámbitos de relictos o potenciales de monteverde (laurisilva y fayal-brezal) beneficiará tanto al propio hábitat como a la vegetación, a la flora y a la fauna asociada a dicho hábitat.

Algunos recorridos litorales serán discontinuos por la presencia de núcleos poblados

Además, considera que «es de especial interés poder establecer también un corredor entre la Reserva Natural Especial de El Brezal y el Barranco de Moya o cualesquiera otros que interconecten entre sí los actuales relictos de monteverde».

Un segundo listado de corredores forestales, en este caso entre formaciones de pinar para beneficiar tanto al propio hábitat como a la fauna asociada, como el pinzón azul, identifica otras siete conexiones: de los pinares de Los Moriscos a Tamadaba por las laderas de El Pinito al sur de Artenara; entre Tirma e Inagua por los barrancos de Tifaracás y Vigaroy; de los bosques de Ojeda a Tauro por el Cortijo del Pino; entre los pinares de Los Moriscos y los de la Cumbre, entre Degollada de Las Palomas y Los Llanos de La Pez; desde Pajonales al Cortijo del Nublo por Chimirique; de Morro de Santiago a Pargana, por el Paso de la Herradura; y por último, del pinar de Tirajana-Morro de Santiago y el pinar de Pajonales por las laderas de Barrancos de Las Juntas, Ayacata, Pedro González y El Juncal.

Litorales

Son los constituidos por determinados tramos costeros «en los que se establece el objetivo de recuperación y mejora de la vegetación natural característica en la franja costera (vegetación halófila o psamófila, saladares) y pueden no ser continuos al existir núcleos de población o determinadas infraestructuras que imposibilitan la continuidad de la vegetación litoral».

El objetivo es interrelacionar entre sí los hábitats, formaciones vegetales, poblaciones y especies florísticas o faunísticas existentes en determinados tramos, continuos o discontinuos, y se establecen cinco corredores ecológicos.

El primero, denominado Costa del Juncal, discurre entre el Barranquillo de Caleta, junto al Puerto de las Nieves de Agaete y el Barranquillo de Juan Delgado, junto a Sardina del Norte, en Gáldar.

El segundo es el tramo litoral que abarca las plataformas costeras de El Confital y Las Salinas, en la península de La Isleta, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria. «En todo caso», advierte el documento del PIO, «el desarrollo de esta actuación, en la medida que puede afectar a instalaciones militares, zona de interés para la Defensa Nacional y zonas de seguridad está condicionada por las correspondientes autorizaciones previas del Ministerio de Defensa».

Los tramos radiales de localizan en los barrancos de Telde, Tirajana, La Aldea y Guayadeque

El tercer corredor se localiza entre el Barranco de Silva y la península de Gando incluida, en el municipio de Telde, con una discontinuidad en el núcleo costero de Ojos de Garza. Igualmente, en la medida que puede afectar a instalaciones militares, zona de interés para la Defensa Nacional y zonas de seguridad, la actuación está condicionada por los permisos del Estado.

Los otros dos ámbitos litorales son el de la costa de Guayadeque a Arinaga, entre el núcleo de El Burrero y el núcleo de Arinaga, en los municipios de Ingenio y Agüimes); y el denominado Costa de Tenefé-Las Casillas-Juncalillo del Sur, entre Pozo Izquierdo y el aeroclub, en Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana, con dos discontinuidades, una en la central térmica de Juan Grande y otra en Castillo del Romeral.

Radiales

Se definen como los «ámbitos de conexión entre el litoral y el interior, constituidos por tramos de cauces de barrancos, a través de los cuales es posible establecer una conexión natural entre determinados enclaves litorales de especial interés con los espacios naturales del interior de la Isla». Esos corredores tendrán también la función del mantenimiento de la aportación de las aguas corrientes estacionales a los ecosistemas litorales de interés existentes en las desembocaduras de los mismos, siempre que ello fuese compatible con la seguridad frente a avenidas.

También se busca evitar el aislamiento completo de determinadas áreas naturales litorales. Se identifican cuatro corredores ecológicos radiales en otros tantos barrancos, con los condicionantes de las actuaciones ambientales y en el plano de áreas de restauración prioritaria. Son el Barranco Real de Telde; el de Guayadeque entre el límite de Arinaga, Vargas y el Monumento Natural de Guayadeque; el de Tirajana entre el límite de la Costa de Tenefé y el cauce del barranco situado aguas arriba de la Punta de Las Canales, al norte de Aldea Blanca; y por último el de La Aldea de San Nicolás, entre la carretera GC-200 y la zona de San Clemente, cerca del límite con el Parque Rural de El Nublo.

Otro de los artículos del PIO, el de las determinaciones para la conservación, establece que el criterio general de actuación en los hábitats que ocupan una superficie fuertemente reducida en relación a su ámbito original, tales como la laurisilva, fayal-brezal, almacigales, tabaibales de tolda, saladares o comunidades ligadas al agua, «es la recuperación de estas formaciones a través de una protección de los reductos presentes y de la adopción de medidas de mejora, recuperación y ampliación de los mismos, dando prioridad a la creación de corredores ecológicos, favorecedores de un mayor intercambio genético».

«El objetivo -añade- será por tanto lograr una representación significativa de los mismos, protegiendo tanto los enclaves actuales como sus principales lugares potenciales susceptibles de volver a albergarlas, promoviendo las medidas de protección, de conservación y de restauración oportuna».

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