San Bartolomé de Tirajana

El inglés que destrozó el taxi en el Sur pide perdón: "No soy así, pudieron echarme algo en la copa"

El turista de 30 años que arrancó la puerta y reventó un cristal tendrá que indemnizar al propietario con 4.800 euros

Arrancan la puerta de un taxi al no atenderles en Maspalomas

"Perdón, no soy así, pudieron echarme algo en la copa". Estas han sido las palabras que el amigo del turista inglés detenido por destrozar un taxi en Playa del Inglés ha trasladado en su nombre al trabajador que en la madrugada del martes se encontraba en la parada de Yumbo, en la Avenida Estados Unidos, y que de un momento a otro vio como los jóvenes, bajo los efectos del alcohol tras una noche de fiesta, arrancaban de cuajo la puerta y reventaban un cristal cuando éste les impidió la entrada al coche al no ser su turno de salida.

Así lo ha expresado este jueves el taxista afectado después de que el Juzgado de Intrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana haya condenado al turista, de 30 años, a pagar una indemnización de 4.800 euros al propietario por los daños ocasionados al vehículo y también en concepto de lucro cesante, es decir, los ingresos que dejarán de percibir los tres trabajadores que operan la licencia durante los al menos 10 días que el coche estará inoperativo. El juzgado ha dictado sentencia después de que este miércoles ambas partes llegaran a un acuerdo para saldar la deuda y evitar que el británico de 30 años quedara con antecedentes penales en España.

Estado en que quedó el taxi.

Estado en que quedó el taxi. / LP/DLP

De madrugada

Los hechos ocurrieron a las 4.45 horas de la madrugada del pasado martes cuando dos turistas, uno inglés y otro canadiense, se dirigieron hasta la parada de taxis para coger un vehículo que les llevara hasta su hotel después de una noche de fiesta. Allí intentaron subirse al coche, pero el conductor les impidió la entrada al no ser su turno de salida, sino el de su compañero, que se encontraba delante en la parada. Pero no aceptaron esa rspuesta y cuando el conductor comenzó a avanzar con el vehículo por la parada, éstos abrieron la puerta y tiraron de ella para atrás con fuerza, arrancándola por completo y destrozando parte de los cristales de la parte posterior del coche.

Tras una noche en el calabozo después ser detenido y acusado de un delito de daños por la Policía Nacional, el joven llegó ayer a un acuerdo con el propietario del vehículo. Aunque no se vio cara a cara con el trabajador, su amigo canadiense, que no fue detenido, sí trasladó al conductor el arrepentimiento del ahora condenado reiterando sus disculpas hasta en varias ocasiones. Según explica el trabajador, "se mostraban muy arrepentidos y me dijeron que pensaban que podían haberle echado algo en la copa".

Turismo LGTB

El taxista explica que el canadiese le trasladó que "no suelen ser así", una versión que él ha dado por válida "porque no tenían pinta de personas conflictivas". "El turismo LGTB nunca ha sido conflictivo aunque vaya con copas", señala el taxista, quien hace un llamamiento a "una sociedad más calmada". "La sociedad está cada vez peor y de repente un día te ves metido en un fregado sin esperarlo", concluye.

Los tres trabajadores que operan bajo esta licencia estarán al menos 10 días sin trabajar, hasta que lleguen los repuestos y el vehículo pueda ser reparado.