Entrevista | Abdulah Arabi Delegado del Frente Polisario para España

Abdulah Arabi: «Sánchez debe rectificar con el Sáhara pero Marruecos no se lo va a permitir»

"No hemos llegado a una situación de hambruna en los campamentos, pero estamos al límite», afirma el delegado del Frente Polisario para España

Abdulah Arabi, durante la entrevista en la capital grancanaria.

Abdulah Arabi, durante la entrevista en la capital grancanaria. / Andrés Cruz

El delegado del Frente Polisario para España, Abdulah Arabi, participó ayer en el Cabildo grancanario junto al profesor de Derecho Penal Internacional de la Universidad Complutense, Manuel Ollé Sesé, en un debate sobre la situación del Sáhara Occidental con motivo del 47 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). En el acto intervinieron los consejeros Carmelo Ramírez e Inés Miranda.

Acaban de celebrar el Congreso del Frente Polisario donde ha sido reelegido como secretario general Brhaim Ghali. ¿Qué avances han tenido en este encuentro?

El Congreso ha sido una constatación de la madurez política del pueblo saharaui. Un congreso en el que se ha llevado a cabo un análisis y una reflexión muy a fondo sobre la situación actual, y sobre todo qué es lo que se requiere del pueblo saharaui y del Frente Polisario para afrontar estos momentos decisivos en la liberación del pueblo saharaui. Y hemos concluido que hay que intensificar la parte de la vía armada, porque entendemos que es un derecho legítimo que asiste al pueblo saharaui para defenderse ante esta nueva agresión de Marruecos, pero con la mano abierta y tendida también a cualquier proceso que las Naciones Unidas puedan llevar a cabo para buscar una solución mediante la vía pacífica.

¿No está ya cansada la población y los jóvenes de esta larga lucha?

No. El pueblo saharaui tiene algo claro, que está ahí porque no hay otra alternativa, y lo que otros intentan es mermar la capacidad de resistencia del pueblo saharaui. Evidentemente, nosotros no queremos vivir en esos campamentos pero queremos vivir libres e independientemente, y que nosotros decidamos y no lo hagan por nosotros. Los jóvenes son los que más exigen la vía armada, porque han nacido bajo una coyuntura donde no había ni paz ni guerra, solo esperando una vía pacífica que depende de la comunidad internacional y de la voluntad del país ocupante, de Marruecos. Han visto que eso no iba a pasar y han presionado para que tenga que cambiar y la ONU actúe y asuma sus responsabilidades. Con la agresión de Marruecos se rompió el alto el fuego hace dos años y estos jóvenes son los que están ahora alimentando el ejército saharaui.

Sinceramente, con la guerra de Ucrania da la sensación de que ustedes no están en guerra.

La guerra, lamentablemente como todas las guerras, tiene sus muertos diarios, hay bombardeos por parte de drones de Marruecos hacia civiles no solo saharauis sino de los países vecinos. Pero hay silencio por parte de los medios de comunicación.

Las organizaciones internacionales han denunciado casos de torturas y de violaciones de mujeres por parte de paramilitares de Marruecos, como es el caso de la activista Sultana Khaya. ¿Cuál es la situación?

En ese caso, ella está ahora en España. Ha estado dos años y medio confinada en su casa en un territorio ocupado, sufriendo torturas y violaciones. Lo que han tratado es de impedir que proteste y que enarbole la bandera saharaui en la azotea. Eso es un hecho que explica en qué situación se encuentra una parte del pueblo saharaui que está viviendo bajo la ocupación. Hay violaciones de mujeres en los territorios ocupados pero Marruecos actúa con esa impunidad. Se está produciendo no solo la violación de los derechos humanos sino que cualquier misión que hemos enviado desde España para comprobar si realmente las denuncias son reales, Marruecos la expulsa y no ha habido ninguna protesta por parte de las autoridades españolas.

Habla de España. ¿Qué le parece el viraje de Pedro Sánchez en apoyo al plan autonomista de Marruecos?

Es un viraje que no se corresponde con un país que ostenta la condición de potencia administradora, rompe la política tradicional de España que ha existido en todos los gobiernos y que han optado por la solución en el marco de las Naciones Unidas. Y cuando hablamos de resoluciones de la Naciones Unidas estamos hablando del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Por tanto, es una decisión unilateral de Pedro Sánchez que no ha sido ni apoyada por el Congreso de los Diputados ni por el Senado ni por las fuerzas políticas, y mucho menos por la ciudadanía española. Nosotros hemos demostrado durante cincuenta años que estamos apegados a nuestro objetivo de libertad y a la independencia, cueste lo que cueste, y lo que tienen que entender es que hay dos partes en el conflicto: el Frente Polisario y Marruecos, y nosotros luchamos en nombre del pueblo saharaui por lo que le otorga el derecho internacional, que es la opción de la independencia, pero siempre estamos abiertos a la negociación y lo hemos demostrado con el alto el fuego durante 29 años. Queremos una solución por la vía pacífica, no nos gusta la guerra.

¿A estas alturas siguen confiando en un referéndum?

La cuestión del Sáhara Occidental sigue en el marco de las Naciones Unidas como una cuestión de descolonización inacabada. Como Frente Polisario reclamamos la aplicación del derecho internacional y si realmente Marruecos propone la autonomía, y hay algunos países europeos que creen que esa es la mejor solución, no hay ninguna mejor opción que dejar al pueblo saharaui decidir con un referéndum. Pero Marruecos se niega a ello porque sabe que una vez que se celebre ese referéndum el pueblo saharaui va optar por su independencia y quiere impedirlo, obstaculizarlo y, lamentablemente, cuenta con la complicidad de algunas potencias internacionales.

¿Cómo va la sentencia de la Unión Europea sobre la explotación por parte de Marruecos de los recursos naturales en territorio del Sáhara Occidental?

Estamos en un año crucial y determinante porque hay un recurso presentado contra esa sentencia que ha anulado los acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Marruecos, por precisamente incluir los recursos naturales del Sáhara Occidental. El recurso está presentado por la Comisión Europea, por España y por Marruecos. A partir del verano de este año empieza la vista en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Nosotros confiamos plenamente en que vuelva a reiterar la anulación de esos acuerdos. Esta cuestión va coincidir casualmente con la presidencia de la Unión Europea por parte de España, con lo cual veremos si realmente van a acatar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea o van a seguir actuando en contra.

¿Temen alguna influencia de Pedro Sánchez favorable a Marruecos cuando asuma la Presidencia de la UE?

No tenemos ningún temor aunque ocupe la Presidencia europea, porque sabemos que no afecta en nada a la condición jurídica de la cuestión del Sáhara Occidental. Cualquier momento es un buen momento para revertir esa decisión, porque el presidente está solo, no va apoyado por la oposición ni por el propio Gobierno ni por las Cortes Generales, y creo que lo ideal sería rectificar esa decisión. Pero sabemos que Marruecos no lo va a permitir y, sobre todo, en las relaciones bilaterales. Marruecos siempre va condicionar la existencia de esa buena vecindad y de esas buenas relaciones bilaterales en detrimento de las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui.

Sánchez ha hablado del control de la inmigración gracias a ese acuerdo.

Pero la inmigración no se resuelve con un posicionamiento a favor de Marruecos y en contra del derecho internacional. La inmigración va a existir siempre y para resolverla hay que resolver sus causas y, por lo tanto, no es supeditar la defensa de unas fronteras en manos de un gendarme como es Marruecos. Esa no es la solución del flujo migratorio.

¿La guerra en Ucrania y la inflación están afectando a los campamentos de refugiados saharauis?

Evidentemente. Los organismos internacionales encuentran que en el mercado solo pueden adquirir la mitad de lo que habían presupuestado antes y ya se ha generado una situación de preocupación enorme. Hemos intentado actuar con los organismos, con los donantes para que puedan solventar esos problemas. No hemos llegado a esa situación de hambruna pero sí que hemos estado al límite de entrar en ella como consecuencia de la economía internacional, de la subida de los precios.

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