Santa María de Guía

Un colectivo lanza el último intento por conservar la leyenda de Mr. Leacock

La Asociación en Defensa del Patrimonio Gráfico Canario pide proteger el rótulo de la antigua empresa en La Máquina por «su valor histórico artístico y simbólico»

Vista general de las antiguas instalaciones de Mr. Leacock, situada junto a la autovía GC-2 y en el linde con Gáldar, con el centro de Guía al fondo.

Vista general de las antiguas instalaciones de Mr. Leacock, situada junto a la autovía GC-2 y en el linde con Gáldar, con el centro de Guía al fondo. / LP / DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

La Asociación en Defensa del Patrimonio Gráfico Canario (Ínsula Insignia) promueve la protección y revalorización del rótulo identificativo de las antiguas oficinas y nave de la empresa agroindustrial de Mr. Leacock ubicadas en la nave conocida como La Máquina, en Guía (GC-292), por su «alto valor histórico, artístico y simbólico». Las letras, que podrían tener un siglo de antigüedad y de unas características sencillas pero muy singulares, han sido pintadas, lo que ha supuesto su alteración.

Su legado sigue siendo parte de buena parte de la sociedad del noreste grancanario. David J. Leacock, Míster Leacock, como era conocido (Madeira, 1880-Gran Canaria 1980) se instala en 1909 en el Norte, convirtiéndose en uno de los grandes empresarios de la historia de la comarca. Más aun, cuando a su muerte legó a once trabajadores el patrimonio acumulado durante 90 años en la Isla, salvo una vivienda que dejó a su esposa. Un entramado de negocios valorados en casi 15 millones de euros de la época, según las investigaciones de Augusto Álamo. Entre las propiedades había 1.000 hectáreas de cultivos y propiedades en Las Palmas de Gran Canaria, Guía, Gáldar, Agaete y Moya.

El rótulo, tras ser alterado con pintura similar a la del resto de la pared, perdiendo su identidad y casi hasta la identificación de las letras de D. J. Leacock.

El rótulo, tras ser alterado con pintura similar a la del resto de la pared, perdiendo su identidad y casi hasta la identificación de las letras de D. J. Leacock. / LP / DLP

Una de esas propiedades era la fábrica, entre el barranco de Las Garzas y Becerril, en el linde con Gáldar. El inmueble empezó a edificarse en 1891, acogiendo la máquina de vapor fabricada en Liverpool (Inglaterra).

Entre 1914 y 1915 cierra la producción por la ruina de este sector. Quedó inactiva hasta 1919, cuando D. J. Leacock vendió la maquinaria a un portugués. La Fábrica pasa a ser un almacén agrícola. Luego lo compró el fallecido empresario Félix Santiago, y desde hace un tiempo está frecuentado por ocupas.

Ínsula Signa ha remitido al Cabildo su solicitud para que el rótulo sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC), pero la propuesta ha quedado en un cajón. Mientras, el rótulo ha sido modificado al pintarse encima con la misma pintura de la pared, y corre el riesgo de su pérdida.

El presidente, Jaime Medina, detalla en su solicitud que «Se trata de un rótulo identificador de la empresa D. J. Leacock, fijado en la fachada del edificio que albergó las oficinas de dicha empresa, sobre la entrada principal. Aunque la constancia gráfica más antigua que hemos podido encontrar data de 1983, su antigüedad, a falta de un estudio detallado, podría remontarse hasta la segunda década del siglo XX, existiendo la posibilidad de que se trate del rótulo original instalado hace un siglo, cuando Mr. David John Leacock estableció su empresa en estas instalaciones. Realizado en madera, sus dimensiones aproximadas son de 200 centímetros de largo por 30 centímetros de alto. Las letras que lo componen, de factura artesanal y también talladas en madera, están adheridas a un tablero rectangular de unos cinco centímetros de grosor, fijado directamente en el muro. Su factura es simple y minimalista, de gran equilibrio compositivo. La composición de las letras, muy bien ejecutadas, es coherente y equilibrada, en un alfabeto muy del gusto de la época y de clara influencia Art Dèco, lo que refuerza la teoría de que se trate del rótulo original».

Realizado en madera, mide unos dos metros de largo por otros 30 centímetros de alto

El colectivo detalla sobre su estado actual que «su orientación Noreste lo ha protegido de la acción directa del sol y el alféizar de una ventana lo ha resguardado de la lluvia. A pesar de seguir conservando aparentemente su integridad, su estado empeora de manera progresiva, como el del edificio sobre el que está fijado, que también muestra un gran deterioro. Hay pequeños fragmentos de letras que se han desprendido y algunos de los clavos que las fijan al soporte han quedado expuestos a la consiguiente oxidación. El soporte de madera presenta grietas que, de permanecer desatendido, crecerán irremediablemente hasta fragmentar la madera. Según algunas fotografías existentes, las letras estaban originalmente pintadas de negro, lo que les confería un alto contraste sobre un fondo blanco. Recientemente fue toscamente cubierto con una pintura gris totalmente inadecuada y sin otro motivo aparente que el de anular o reducir su función identificatoria».

La entidad apunta que su valor es sobre todo simbólico, y va más allá de su calidad estética y artesanal. «Representa emociones e ideales y vincula tiempos y espacios de memoria colectiva. Su recuperación y puesta en valor representaría un merecido homenaje a Mr. David John Leacock por su destacadísimo y legendario papel en el desarrollo económico y social de la isla. Que se trate precisamente de un rótulo con su nombre refuerza especialmente su significado».

«Representa emociones e ideales y vincula tiempos y espacios de memoria colectiva"

La Asociación se centra en la protección del patrimonio gráfico del que esta pieza forma parte. «Su actual estado la hace conveniente para detener su deterioro. Una actuación urgente puede salvarlo de la creciente amenaza de desaparición. Por su tamaño y características, el rótulo puede ser fácilmente retirado y trasladado en caso de que peligre la integridad del edificio. Su restauración y exposición pública en un entorno adecuado es una alternativa viable a su actual situación y estado de abandono». 

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La Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) del Cabildo refuerza la idea de que el inmueble tiene un «alto valor científico y patrimonial», y se encuentra en un estado de abandono. La maquinaria se vendió, por lo que «el inmueble solamente tiene valor por el inmaterial de la historia del recuerdo y por dar nombre a la zona, pasando a la toponimia». La Fedac sugiere colocar un cartel que recuerde la máquina de azúcar y la importancia de Mr. Leacock como personaje que ha influenciado en el crecimiento y modernización del norte de la Isla».

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