La Reserva de la Biosfera eligió ayer a los 15 componentes del Consejo de Participación Pública. En la asamblea, la primera que se ha celebrado desde que se constituyó el Instituto Insular para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva , y que tuvo lugar ayer en el Centro de Interpretación Los Caserones, en La Aldea, participaron de más de cuarenta personas de los distintos municipios de la isla que conforman este espacio protegido de la Unesco. Junto a los vocales que representan a los distintos sectores, también se han elegido a los respectivos suplentes.
Así el Consejo, que está presidido por el máximo representante del Cabildo insular, Antonio Morales, pasan a integrarlo por los diversos sectores económicos y sociales: Irene Schamann Pérez (agricultura); José Carlos Martín Yánez (ganadería); Francisco Jiménez Jiménez, (pesca); Miriam Rodríguez González (turismo rural), Sabine Klaus (ocio, deporte y caza); Bik Yin Oen (restauración); Manuel Medina Santana (colectivos vecinales); Isidro Medina (asociaciones empresariales); Jennyfer Cabrera Guerra (artesanía); Antonio Medina Cabrera (asociaciones culturales); Natalia Suárez Santana (Ampa); el representante de Proyecto Comunitario de La Aldea; Guillermo Santana (comunidades de regantes), Eva Jiménez Quintana (asociaciones de pensionistas); y AIDER Gran Canaria.
La finalidad de la cita era configurar el organismo que permitirá centrar los esfuerzos de las entidades públicas y privadas en la defensa de este importante territorio que obtuvo el reconocimiento y respaldo de los organismos internacionales. Uno de los próximos objetivos tendrá lugar en 2025, cuando habrá que presentar el segundo ‘Informe Decenal’, donde se compruebe que se siguen cumpliendo los requerimientos para seguir siendo un territorio reconocido por la Unesco con la declaración de Reserva de la Biosfera.
Este es uno de los motivos por los que vertebrar esta estructura, íntegramente centrada en la isla, es clave para mantener dicho reconocimiento, tal como establece la Unesco. Hace 17 años que la zona terrestre suroeste de Gran Canaria y una amplia franja marina fue reconocida como Reserva de la Biosfera por la Unesco. Tras un largo proceso, unido a la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas como Patrimonio Mundial, se constituyó el Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera con la finalidad de desarrollar una gestión más ágil.