Sector Primario

Las nuevas disposiciones del Brexit bloquean la entrada de semillas de papas al Archipiélago canario

Los distribuidores acusan al Gobierno de Canarias de "dejación e incompetencia"

Cosecha de papas experimental de distintas variedades de papas, en Gran Canaria.

Cosecha de papas experimental de distintas variedades de papas, en Gran Canaria. / La Provincia

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Cuatro contenedores a bordo de buque MSC Krystal con 100.000 kilos de semillas de papas procedentes del Reino Unido llegan este miércoles al Puerto de La Luz y de Las Palmas sin haberse resuelto los trámites administrativos que impone el Gobierno de España para su importación, como consecuencia de la aplicación del nuevo régimen de controles fronterizos del Brexit.

Esto implica que ese material, con un coste de 100.000 euros y un potencial productivo de entre 1 millón a 1,2 millones de papas de consumo, no podrá ser descargado en la isla, según denuncia la Asociación de Distribuidores de Papas, Adipa.

 Según detalla el ingeniero agrónomo Miguel Falcón, los distribuidores han recibido una circular remitida por el Servicio de Sanidad Vegetal del Gobierno de Canarias, «en la que se nos informa que a partir de febrero de 2023 las importaciones de papas de siembra de Reino Unido deben estar autorizadas por la Oficina Española de Variedades Vegetales, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación».

En esa misma comunicación se explica cómo conseguir ese documento por vía telemática, «pero simplemente no funciona y no hay forma de tramitarlo porque quizá detrás de todo esto lo que se esconde es la intención de paralizar las importaciones a Canarias por no haberse fijado el acuerdo post Brexit».

El puerto recibe este miércoles 100.000 kilos sin recibir la nueva autorización del Ministerio

Juan Luis Pulido es presidente de Adipa, y asegura que «desde el miércoles de la semana pasada estamos intentando solucionar este problema, que es el resultado de una improvisación total. Nos decían que el certificado se otorgaba sobre la marcha, pero está enquistado», sentencia.

Y los amagos por desactivarlos tanto frente al Ministerio de Agricultura del Gobierno de España como con la Consejería de Agricultura del Ejecutivo canario, han resultado infructuosos, así como los intentos de contactar con el director general de Agricultura del Gobierno de Canarias, Augusto Hernández.

«En Madrid se pasan la pelota», afirma Pulido, «y el lunes hablo con el viceconsejero de Sector Primario, Álvaro de la Bárcena, y me dice que el martes lo arreglaba», cosa que no ocurrió, mientras que desde Sanidad Vegetal sugieren solicitar una excepción para desbloquear la entrada de las semillas, mientras que el presidente de Adipa y Miguel Falcón, sostienen que la forma de resolverlo «es que un miembro de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias se presente cuanto antes en Madrid, «sin correos, ni historias», añadiendo que el asunto es resultado «de una dejación que se suma a la incompetencia del Gobierno de Canarias, y especialmente de la Consejería» que dirige Alicia Vanoostende.

Tanto Pulido como Falcón contextualizan la gravedad del problema, que según subrayan, va más allá de los propios cuatro contenedores que de momento quedarán bloqueados en el puerto con esos 100.000 kilos de semilla, puesto que esta situación «crea sobre todo una inseguridad jurídica y burocrática de la que los embarcadores están muy pendientes, agravándose el problema porque puede interrumpir el mercado una vez que las compañías no saben si seguir o no comercializando semilla con Canarias».

Esto en un momento en el que estas semillas que están destinadas a las plantaciones tardías en el norte de Gran Canaria, pero también en las mismas fechas en las que se contratan las que deben llegar para la siguiente campaña, de tal forma que los importadores isleños a su vez se lo deberán pensar dos veces ante de ordenar nuevas remesas.

Y si no lo hacen, entonces sí que cientos de agricultores de toda Canarias se quedarán sin material viable para poder renovar los próximos cultivos.

Hay que detallar que Canarias depende en un 90 por ciento de su producción de papas de las semillas provenientes del Reino Unido, por varias razones.

Una de las principales es que solo se pueden importar a las islas de aquellos países que se encuentren libres de las plagas del escarabajo que afecta a este tubérculo, como es el caso de Reino Unido, y el otro que también lo está y que dispone de una estructura de producción de semillas es Dinamarca, pero que no tiene el potencial del primero, de ahí que del segundo solo llegue a las islas un escaso 10 por ciento, además de no tener en su catálogo las variedades que tradicionalmente se cultivan en el archipiélago canario.

La inseguridad administrativa podría llevar a los exportadores a prescindir de las islas

Mientras que desde Inglaterra y Escocia sí que se suministran variedades que más se adaptan a la climatología y las características del suelo isleño, y que han sido testadas durante años, como la Picasso, la Electra, Galáctica, Cara, o Red Cara, entre otras.

Esto deja los cultivos de papas de Canarias en manos del Reino Unido, ya que incluso la posibilidad de convertir al archipiélago en el productor de sus propias semillas es prácticamente inviable, ya que según Falcón, «es como crear una gran fábrica de automóviles y todo lo que ello conlleva, una enorme infraestructura, una gran solvencia económica, conocimiento, investigación y una potente red de transporte».

Mientras, los cuatro contenedores que traen semilla para producir buena parte de la cosecha tardía de la isla siguen a la espera de un certificado que, si no se desbloquea en los próximos días, partirán de nuevo a su lugar de origen.

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