La seguridad de las estaciones de guaguas de Gran Canaria se refuerza con 160 cámaras de videovigilancia

El Cabildo instala en el intercambiador de Santa Catalina el centro de visualización de los transportes públicos

El vicepresidente del Cabildo, Miguel Ángel Pérez del Pino, junto a un operario de seguridad en el centro de Santa Catalina.

El vicepresidente del Cabildo, Miguel Ángel Pérez del Pino, junto a un operario de seguridad en el centro de Santa Catalina. / LP/DLP

La seguridad de las quince principales estaciones de guaguas de Gran Canaria se controlará a partir de ahora desde el nuevo Centro de Visualización de Santa Catalina, donde ha empezado a operar el sistema de videovigilancia en las infraestructuras del transporte público. Más de 160 cámaras ayudan al personal de seguridad a proteger las instalaciones y a los casi 16 millones de viajeros que pasan cada año por las paradas e intercambiadores de las siete compañías de guaguas.

A la espera de la creación del Centro de Control de la Movilidad de Gran Canaria en Tamaraceite, cuya entrada en funcionamiento está prevista para el año 2025, la vigilancia de las estaciones se ha trasladado desde una pequeña oficina en San Telmo hasta el edificio de la antigua cafetería del Intercambiador de Santa Catalina, propiedad del Cabildo y que estaba abandonado tras sufrir un incendio. 

El inmueble, con una superficie de 73,2 metros cuadrados, se ha rehabilitado y ahora acoge varias dependencias, como la sala de visualización y monitorización, oficinas para reuniones del personal de seguridad y de la Autoridad Única del Transporte (AUTGC), zonas de taquillas para los trabajadores o dependencias para la atención a las patrullas caninas, según explicó el vicepresidente del Cabildo y consejero de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Miguel Ángel Pérez del Pino.  

Inversión

Para ello, el Cabildo ha invertido 63.237 euros en las obras en Santa Catalina y ha destinado 662.400 euros a la adjudicación de los sistemas de telecomunicación para enlazar las quince estaciones con el Centro de Visualización. La videovigilancia y la monitorización de instalaciones se realiza durante las 24 horas, los 365 días del año, por vigilantes de seguridad especializados. 

El nuevo centro inició su labor visualizando las 49 cámaras repartidas entre las dos grandes estaciones de capital, 34 en San Telmo y 15 en Santa Catalina. La afluencia conjunta en ambas infraestructuras es de unos 12 millones de viajeros. También son las de mayores incidencias relacionadas con la seguridad de los pasajeros o el uso inadecuado de sus instalaciones, lo que obligó recientemente a cerrar baños públicos al ser utilizados para contactos sexuales y sospechas de prostitución.  

El resto de las estaciones o paradas preferentes de la AUTGC disponen de otras 115 cámaras de videovigilancia, para un tránsito de 3,81 millones de personas al año. En ese reparto, 22 cámaras corresponden al intercambiador de Tamaraceite (para 118.896 viajeros anuales según los últimos datos disponibles), 11 a Gáldar (337.032 usuarios), cinco a Moya (46.230), seis a Firgas (53.544), 12 a Arucas (645.534), 10 a Teror (307.980), cuatro a San Mateo (190.772), cuatro a Tejeda (6.498), 11 a Agüimes (157.116), cinco al Parque Tropical de Playa del Inglés (211.398), cinco a Maspalomas (723.918), seis a Puerto Rico (534.192) y 10 al Puerto de Mogán (481.122). Otras cuatro cámaras vigilan la sede de la propia AUTGC.

Prevención

Según se recoge en el proyecto, desde el Centro de Visualización de Santa Catalina «se ejerce una importante labor preventiva, detectándose principalmente incidencias relacionadas con el mal uso de la infraestructura (aparcamientos indebidos que dificulta la prestación del servicio, fumar en zonas prohibidas, actos vandálicos), así como la prevención o disuasión de delitos como hurtos o acciones violentas». 

Además, próximamente se irán incorporando al nuevo centro otro tipo de monitorización, como la medición de parámetros ambientales (temperatura, ruidos, emisiones a la atmósfera), la gestión de entrada y salida de vehículos, o la comunicación de mensajes a usuarios y visitantes de las estaciones mediante megafonía y textos en pantalla.

«Mientras se prepara el futuro Centro de Control de la Movilidad de Tamaraceite hemos dado un impulso a los contratos de seguridad, reforzando las medidas de prevención en el transporte público, como las patrullas embarcadas en las guaguas o los perros en las estaciones», detalló Pérez del Pino, quien apuntó que también se han mejorado los condiciones laborales y los horarios de los trabajadores de la seguridad, que con la anterior empresa adjudicataria del servicio estuvieron meses sin cobrar sus salarios. 

Digitalización

Entre esas mejoras, comentó Pérez del Pino tras una visita al nuevo centro de control, está la colocación de cámaras de videovigilancia para digitalizar todo el servicio de seguridad. Eso permite conocer en tiempo real todo lo que ocurre en las estaciones, tanto en el interior como en el exterior, y disponer de imágenes de gran nitidez. 

Los operadores que observan los paneles de pantallas en Santa Catalina, dos por cada turno durante día y noche, también están comunicados con los agentes embarcados en los vehículos y con las patrullas de vigilancia de las estaciones, por lo que pueden alertarles si en ese momento está ocurriendo un incidente en cualquier otro lugar. 

«Esta labor es también una prueba piloto real para mejorar la seguridad de las personas y de los propios vigilantes de cara al futuro centro de control de Tamaraceite, desde donde se coordinará todo lo relacionado con el tráfico y los transportes de Gran Canaria».  Allí estarán agrupados y digitalizados todos los servicios, con presencia incluso de las fuerzas de seguridad del Estado, lo que facilitará tomar decisiones en momentos críticos, como en los carnavales u otras fiestas multitudinarias.  

«Desde que pusimos en marcha este sistema de seguridad se han reducido las incidencias en las estaciones y en las guaguas, en los carnavales de la capital solo hubo dos altercados mínimos en San Telmo», subrayó Pérez del Pino. 

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