Miles de personas se acercaron este sábado hasta el Carrizal para disfrutar de la decimonovena entrega de la Feria del Sureste, en la que se exhibe lo mejor de cada granja, taller de artesanía y cocina de los municipios de Santa Lucía, Agüimes e Ingenio en 155 puestos, todo ello festoneado de exhibiciones y actuaciones musicales como la que este domingo ofrecen Los Gofiones, Vocal 7 y Yeray Rodríguez.
El sureste tira la casa por la ventana este fin de semana en una nueva feria, de la que van 19, y que se desarrolla en El Carrizal, que convierte al pueblo con sus 155 puestos de colores en el gran bazar de Gran Canaria.
Si aquellos antiguos almacenes Quillet se vanagloriaban de vender desde un alfiler a un elefante, lo que se muestra desde el viernes en la avenida principal del barrio de Ingenio no es de menor novelería. Allí se puede el visitante topar con una huronera de madera de aguacatero o con un búho real, aunque obviamente el segundo no está a la venta. A estos dos entrantes se suma toda la gama de golosinas de esa banda de la isla, con sus aceites y aceitunas, sus mieles de abeja negra, sus quesos en sus tres versiones de curados, panes como puños hechos a puño, cochino negro como la abeja, presentado en bocadillos de pata, en chicharrones, en tocinos y en carne cochino, ropa cosida a mano para muñecas, y trajes típicos para personas, calabazas huecas para cantimploras, y hasta yugos y arados en formato miniatura para colgar del techo. Si alguna vez a un isleño se le ocurrió algo, allí está. Y si no lo encuentra en otro lado, también, en una cita que está organizada por la Mancomunidad del Sureste, que engloba a los municipios de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía, y en la que colaboran entidades como la Asociación de Empresarios de Ingenio y Carrizal.
Desde las diez de la mañana se puede entrar de gira por una avenida que se extiende a lo que la vista alcanza con unos puestos, de tres por tres metros, que se suceden en fila india como una gran jaima de nunca acabar, y que arranca desde el gran escenario en el que se ofrecen a piñón fijo actuaciones tras actuaciones de grupos de la tierra, como ocurría este sábado al mediodía mientras una exhibición ecuestre de alta escuela, y otra de perros adiestrados, trataban de captar, consiguiéndolo, el creciente público que por momentos no dejaba ni otear el mismísimo suelo.
Poco más allá, a una vera de los caballos, comenzaba a eso de las once y bajo la excusa del epígrafe Cocinando el Sureste, otro gran grupo de visitantes se daban un indisimulado homenaje a base de caracoles, de tal forma que mientras el maestro en la materia explicaba los secretos del manjar y su relación con la sal, el mojo y otras sabrosas diabluras, el público iba haciendo desaparecer los caracoles hacia el interior del esófago a una velocidad inversamente proporcional a la de estos desgraciados gasterópodos.
Pero en caso de inapetencia, también hay formas en la Feria del Sureste para ir abriendo boca, con el llamado Teatro Cancionero Isleño, que de nuevo comenzaba poco antes del mediodía con una función tras otra de Borondona y sus Amigos, a lo que se sumaban las exhibiciones propias de una cita isleña que se precie con sus juegos tradicionales, o incluso, y por primera vez en estas 19 ediciones, un taller de tintes de cochinilla.
En apenas día y medio un solo puesto ya había despachado dos toneladas de la rica naranja de Santa Lucía
Si el asunto es rumbiar, mejor subir por un lado rente liso hasta el fondo y bajar por el otro con el cereto lleno. En ese trance estaban ayer en formato serenata el grupo de Santa Lucía Merita la Pena, guitarra, timple, laúd y acordeón, para ofrecer «tradición y parranda», según ilustraba uno de sus componentes Óscar López, antes de arrancar en taifa con la isa Fúlgida luna del mes de enero, dile a mi amante lo que sufrí, que no me olvide porque la quiero.
Para ese entullo musical nada mejor que visitar a Pino Pérez Santana, «a servirle en lo que pueda», del Cruce de Arinaga, en su puesto colmatado de trajes típicos y que ofrece una muestra de sus casi veinte años de experiencia. Allí tenía su manta esperancera, a 195 euros la pieza, los chalecos, las falda-chaqueta, los jubones, los justillos de fiesta, y un sinfin de ropero como para ataviar una romería entera, sin olvidar una trapera de 250 euros elaborada de principio a fin por una Pérez Santana que acude a la feria sobre todo en formato exposición, para las ventas que realiza en Ansite, 20.
De poco más allá emana un aroma a cítrico que lleva al sitio aún a ojo cerrado. Todo culpa de la finca Aceitunas de Santa Lucía, que en tan solo una jornada y media, la del viernes y el medio día del sábado, ya había despachado la insólita cantidad de 150 cajas de unas naranjas que podrían quedar estupendas de ambientador para la casa. Deyamira Milian no paraba de despachar, hasta acabar con esas dos toneladas 400 kilos llevadas hasta el Carrizal, a lo que se añadían los aceites de mojo, los de salmuera, todos ellos artesanales, y provenientes de unos cultivos donde prosperan 300 olivos.
La carpas volverán a abrir este domingo a partir de las diez de la mañana para cerrar a las tres de la tarde
Pero antes de llegar al postre, hay que frenar para el conduto principal en el puesto de El Cerdito Feliz, de Yasmina Fleitas de Ingenio, una fiesta de pata y costilla asada, tortillas, en versiones de papa, cebolla y campesina, mil croquetas, cochino negro y también algunos milagros. Yasmina asegura que ofrece envíos no solo a toda la redonda Gran Canaria, sino incluso a la isla de Fuerteventura, de pata o tortilla, «y le aseguro que llegan calentitas».
El día finalizaba ayer con mucha menos mercancía en las alacenas, y con el espectáculo Coplas de Mujer con El Colorao, y las actuaciones de Los Sabandeños y Los Salvapantallas.
La Feria volverá a abrir hoy a partir de las 10.00 horas para clausurarse a las 15.00 horas, y de nuevo se ofrecen paseos en burro, juegos tradicionales, talleres de cocina, que incluye el de potaje y sopas antiguas, y las actuaciones de Yeray Rodríguez y Conciencia Urbana, Los Gofiones, y Vocal 7, que cierra esta 19 edición a partir de las 13.30 horas.
Un domingo entretenido
De 10.00 a 13.00 horas
- Muestra de animales
A partir de las 10.00 horas se ofrecen desde paseos en burro a exhibiciones de caballos, una feria de ganado, arrastres y trillas junto a la rotonda de la avenida de Carrizal.
De 11.00 a 14.00 horas
- Cocinando El Sureste
A partir de las 11.00 horas se suceden las ofertas gastronómicas con talleres y muestras de pastelería km0, la armonía de platos y vinos, el maridaje de queso y ron, o el potaje y las sopas antiguas.
De 11.00 a 13.00 horas
- Juegos tradicionales
También se ofrecen a partir de la misma hora los juegos tradicionales a cargo de la asociación folclórica La Revoliá, y el taller de cochinilla, así como el teatro de Cancionero Isleño, que arranca a las 11.30 horas.
De 10.30 a 15.00 horas
- Actuaciones
Yeray Rodríguez y Conciencia Urbana arrancan el día a las 10.30, para continuar en el escenario principal el grupo Los Gofiones, a partir de las 12.00 horas, y el grupo Vocal 7, que lo hará a las 13.30 horas.