Soberanía Alimentaria

Gran Canaria produce al menos la mitad de las papas, frutas y hortalizas que consume

El Cabildo ha invertido desde el año 2020 más de 32 millones de euros en el sector primario

El señor Paco Báez, controlando la acequia que da riego a sus cultivos de mil sacos de papas en Osorio.

El señor Paco Báez, controlando la acequia que da riego a sus cultivos de mil sacos de papas en Osorio. / Andrés Cruz

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

La isla de Gran Canaria ya ha superado la recomendación del autoabastecimiento alimentario de la FAO para los territorios insulares, que establece superar en un 50 por ciento los productos que consume, algo que logra a partir de este año con las papas, las hortalizas y las frutas, según reveló este martes el presidente del Cabildo, Antonio Morales, junto con el consejero insular de Soberanía Alimentario, Miguel Hidalgo.

Morales asevera que este impulso al sector primario arranca con su grupo de gobierno en 2016, momento en el que «diseñamos un plan estratégico enmarcado en el modelo de ecoisla», basado en cinco puntos: La mejora de la competitividad de las explotaciones; la coordinación de las administraciones públicas hacia ese nuevo modelo; garantizar el relevo generacional y la integración de la mujer; maximizar la sostenibilidad ambiental; y la difusión de los valores del sector primario y sus productos.

 Esta política ha canalizado una inversión desde el pasado 2020 de 32,5 millones de euros, de los que 20 millones corresponden a ayudas ordinarias, lo que supone un incremento del 35,5 por ciento del cuatrienio anterior, y otros 12,5 de aportes extraordinarios como consecuencia de la pandemia y la invasión de Ucrania.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la presentación, este martes, del estado del sector primario de Gran Canaria.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la presentación, este martes, del estado del sector primario de Gran Canaria. / Daniel Delfour

El presidente insular resumió la deriva que el sector primario había tomado desde el boom turístico de mitad del siglo pasado, momento en el que el campo «sufre un profundo retroceso», al punto que la sociedad insular «no es capaz de lograr el sustento necesario, por lo que se optó por fomentar la importación de alimentos a las islas, algo que a lo largo de las siguientes décadas mermó la capacidad de producir con precios asequibles en Gran Canaria».

Por ese motivo, «y tras haber mirado a otro lado durante mucho tiempo mientras asistíamos al empobrecimiento de la gente», añade, «tomamos conciencia de la gravedad de esta irresponsabilidad». Algo que la crisis sanitaria y la reciente invasión rusa a Ucrania, desgraciadamente nos reafirma más en la necesidad de poner en marcha medidas que apuesten por el sector primario, con el fin de lograr mayores cotas de abastecimiento».

Ese proyecto pasa, según subrayó, «por tener siempre en cuenta a los hombres y mujeres», que hacen posible la labor en el campo.

722 nuevas hectáreas

El resultado, tras la implantación de ese programa, es una cadena de políticas que se saldan a día de hoy con la puesta en producción de 722 hectáreas más de cultivos, única isla, según afirma, que lo ha conseguido en el archipiélago canario.

A ello se añade, según desglosó Morales, la legalización de treinta explotaciones ganaderas por un importe de 600.000 euros; la puesta en marcha de un centro de reproducción animal de razas autóctonas ganaderas en el polígono agroganadero de Corralillos, con un coste de 900.000 euros, así como la recuperación de 437 hectáreas recuperadas por 497 agricultores.

A ello hay que sumar la recuperación de otras 15 hectáreas vitícolas durante el pasado año, con la intención de poner en producción otras 12 para el mismo cultivo en este 2023. Especialmente relevante resulta también el incremento de las tierras dedicadas al forraje, con una gran dependencia del exterior, y que ha pasado desde las 80 hectáreas de hace tres años a las actuales 130.

Vendimia en de Bodegas Bentayga en La Culata de Tejeda

Vendimia en de Bodegas Bentayga en La Culata de Tejeda / Quique Curbelo.

También la apicultura ha recibido ayudas, con 600 núcleos apícolas entregados a los apicultores que sufrieron pérdidas por el incendio de 2019, mientras que en frutales se han entregado más de 191.000 matos, para una extensión de 337 hectáreas repobladas.

Dos apicultores extrayendo miel de sus panales.

Dos apicultores extrayendo miel de sus panales.

El titular del gobierno insular no quiso olvidar la acuicultura y el impulso que está experimentando en una Gran Canaria a la que define como «el motor de la producción de peces de acuicultura en mar abierto de Canarias y uno de los más importantes de España». En concreto, y en cuanto la evolución de la producción acuícola entre 2017 y 2021, detalló que, «mientras en el conjunto de Canarias se produce una disminución de un 27,4% de producción de doradas y de un 10,1% de lubinas, en Gran Canaria, aumentando, respectivamente, en un 10,2% y en un 33,5%».

La investigadora  Lidia Robaina, en el área de Acuicultura del IU-Ecoaqua, en Taliarte.

La investigadora Lidia Robaina, en el área de Acuicultura del IU-Ecoaqua, en Taliarte.

Una gama de acciones, y de productos, que también han sido objeto de una campaña de difusión con más de cien ferias, entre las que destacan la Fruit Attraction, el Foro Internacional del Queso o Gran Canaria Me Gusta, así como la nueva Ruta del Vino.

El presidente del Cabildo pone el acento en que la superficie cultivada en el conjunto del Archipiélago se reduce en un 5,3%, es decir, en unas 2.200 hectáreas. Y que «por el contrario, en Gran Canaria, en este mismo período, se ha incrementado en un 8,3%, o lo que es lo mismo, unas 722 hectáreas más, con lo que ya se rondan las 10.000 en toda la Isla», señaló. «Y, para concretar aún más, puedo indicar que hay algunos productos que incrementan su superficie aún más, como el forraje, que ha subido más de un 62%, y las papas, que rondan un 11%» .

Suscríbete para seguir leyendo