La mejor idea de negocio de Enorte: huertos sin uso pero con mucha rentabilidad económica y paisajística

La agricultura sigue teniendo tirón y atractivo para los jóvenes emprendedores. Es el caso de Sergio Castellano, que ha sido el ganador de ‘Norte emprende’, un concurso que premia la mejor idea de negocio, al que llegaron nueve finalistas con propuestas innovadoras vinculados al mundo rural, y organizado por la Mancomunidad del Norte dentro de los actos previos a la Feria Empresarial Enorte, que se celebra este fin de semana.

«Es un cultivo muy poco dependiente de los combustibles fósiles, ecológico, rentable en espacios a pequeña escala, e interesante para quien quiera empezar». Así se resume el proyecto ganador de Sergio Castellano, bajo el título ‘EcoInciensal: rentabilidad agrícola en espacios micro', basado en el modelo ‘Market Gardening’. Bajo esta denominación anglosajona se engloba un sistema de huerta comercial a pequeña escala, y que es rentable. En este caso, la iniciativa se desarrolla sobre tierras en desuso, lo que permite la recuperación de bancales. Y, tal y como expuso el promotor, en las islas existen 90.000 hectáreas de terreno abandonadas, lo que permite abrir nuevas perspectivas para el mundo rural y los bancales.

El modelo ‘Market Gardening’ se basa en plantas de raíces y hierba, rentables a corto plazo

El proyecto se localiza en las medianías de Guía, y en el linde territorial con Gáldar, y busca recuperar tierras familiares sin uso.

El objetivo son los cultivos de plantas de hojas (como pueden ser las lechugas y escarolas), y de raíces (rábanos y zanahorias), que son producciones de rápido crecimiento y que garantizan un rendimiento económico por sus precios de venta. Pero también va asociado al cultivo de las semillas, para evitar la dependencia.

El modelo da pie a la presencia de matos auxiliares, como es el caso de las naranjas, frutos secos, aguacates y frutos rojos (como las moras). Al mismo tiempo que propicia la presencia de flora auxiliar en el entorno, que sirve para combatir de forma natural las posibles plagas.

El emprendedor señala que el proyecto, que ya está en ciernes, se desarrollará en distintas fases. En un primero momento con una finca de unos 500 metros cuadrados, para luego contar con un cuarto de aperos y un vivero, para dispone.

El plan de negocio fija dos opciones alternativas: por un lado, con un terreno de 400 metros cuadrados, un empleo a media jornada, y unas ventas de 15.000 euros. Y, por otro lado, a jornada completa, con una finca de 1.000 metros cuadrados de cultivos de alta rotación y unos ingresos aproximados de 59.500 euros.

Sergio Castellano pretende que la producción se distribuye bajo el formato de envasado de cestas familiares, dado su carácter sostenible, y que vayan a tiendas ecológicas, restaurantes y mercadillos.

Entre las motivaciones expuestas en su presentación se incluye la posibilidad de rescatar suelo en desuso, y el aprovechamiento de pequeños espacios que puedan ser rentables.

El jurado estuvo formado por el técnico de Desarrollo del Ayuntamiento de Arucas, Fernando Déniz; la representante de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Speg), Aurora García; y de la Federación de Empresarios del Norte (Fenorte), María Elena Alemán; Rubén Gracida, por la Asociación de Jóvenes Empresarios; y el director de banca de Caixabank Rubén Sánchez.

Del cacao al turismo en pequeñas casas de ganaderos con apertura en el techo, y la energía de olas

Ocho emprendedores presentaron sus proyectos en este evento comarcal. Junto a Sergio Castellano defendieron sus ideas Guillermo de Armas, cuya propuesta consiste en poner en marcha una finca de cacao en un invernadero en Agaete. En estos momentos solo hay en Málaga y Tenerife, y en Agaete hay cuatro plantas al aire libre, que sirven como base para su implantación a mayor escala.

Pablo González expuso su aplicación ‘Llévame al huerto’, que responde a un huerto solar en funcionamiento en Arucas, que se quiere reinventar también como centro productor agrícola y atractivo para los visitantes.

Bárbara Pedretti defendió su ‘Starlight Park’, basado en un alojamiento turístico de pequeñas cabañas de madera desmontables, ideado en Liguria (Italia) por los ganaderos para dormir, cuyo techo se abre para apreciar las estrellas y que iría emplazado sobre 800 metros de altitud.

‘Raíz Canaria’ es el proyecto de Chabely Segura, que se sustenta en un espacio agroecológico, con un área creativa e infantil, un bar-cafetería y un ecoworking.

Tomás Doreste expuso en el Nuevo Teatro Viejo de Arucas su proyecto Tamkerra, basado en el aprovechamiento de las olas para generar energía mediante boyas semisumergidas. A su vez, contempla en su barrera de protección que va anclada al fondo el cultivo de algas y de especies marinas como los mejillones.

Omayra Reyes expuso su centro transformador de la materia, que denomina Re.tra. de vida (recibe, transforma y da vida), para el aprovechamiento de enseres domésticos, residuos textiles y todo tipo de basura, dentro de un modelo de sostenibilidad, economía circular y compromiso social.

Y, por último, Leslie Zapata presentó Villa Cristal, basado en el modelo turístico ‘vacation retreat’, que ofrecería actividades para una clientela adulta, en un entorno natural y aislado.

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