La Aemet activa el aviso amarillo por calor más temprano de la serie histórica

Tasarte supera los 35 grados v El Gobierno canario declara la alerta por riesgo de incendios

Vista del archipiélago con los cielos totalmente despejados. | | MODIS/NASA

Vista del archipiélago con los cielos totalmente despejados. | | MODIS/NASA / Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

La Agencia Estatal de Meteorología ha activado para este miércoles el aviso amarillo por temperaturas máximas más temprano de la serie histórica en Canarias, y el primero para un mes de marzo, y que afectará a la mitad sur de Gran Canaria y toda la isla de Fuerteventura. A ello se añade otro por vientos en Gran Canaria, así como en El Hierro y La Gomera.

Además para el jueves el aviso por calor se mantiene en Gran Canaria y Fuerteventura, pero se añade el resto del archipiélago por vientos, como ocurre en Gran Canaria, La Palma, El Hierro y La Gomera, y por calima en toda la Comunidad Autónoma.

Ello cuando ya este martes las temperaturas superaban unos anómalos 35 grados centígrados, máxima anotada en el pago costero de Tasarte, en el municipio de La Aldea de San Nicolás. También superaban los 32 grados en puntos como Agüimes, y los 31, entre otros, en Tunte, el aeropuerto de Lanzarote o en Lomo de Pedro Afonso, en los altos de San Bartolomé de Tirajana, mientras que en la capital grancanaria se vivían unos algo más frescos 23 grados centígrados, según la lectura de la estación de La Feria.

Ante esta situación, provocada por inusual presencia de un potente sistema de altas presiones que abarca el sur de la península y el noreste del continente africano, que trae una ligera calima y altas temperaturas con viento del nordeste al archipiélago canario, el Ejecutivo regional, a través de la Dirección de Seguridad y Emergencias, ha declarado la situación de alerta sobre la cota de los 1.000 metros en la zona norte de Gran Canaria y por encima de los 400 metros en el este sur y oeste de la misma isla, mientras que toda la franja inferior se mantiene en situación de prealerta.

Según detalla la Aemet los valores podrán superar los 34 grados en el interior de Gran Canaria, con mayor probabilidad en las vertientes oeste, sur y sudeste, a lo que se añade un viento del nordeste moderado que se irá intensificando a lo largo de la jornada, para esperar rachas localmente muy fuertes a últimas horas del día en medianías y cumbres.

Con todo, el calor irá en aumento, ya que para la jornada del jueves se espera un aumento de todos esos valores, y con una mayor presencia de calima.

La predicción de la Aemet para el jueves dibuja unos cielos despejados, con mayor polvo en suspensión en medianías y zonas altas, temperaturas al alza y rachas de viento muy fuertes en las cumbres y en las vertientes sur, este y oeste de las islas de mayor relieve.

Y ya para el viernes, de nuevo cielos poco nubosos, calima generalizada que irá remitiendo por la tarde, y unas máximas en ligero descenso, que podrá llegar a ser localmente moderado, pero en todo caso con temperaturas rondando los 34 grados en el sur y oeste de Gran Canaria, y entre los 30 y los 32 en las medianías de las islas más montañosas.

El viento continuará soplando del noreste, de moderado a fuerte, con predominio de la componente este en medianías y zonas más altas, sin descartar rachas muy fuertes en cumbres y vertientes sudeste y noroeste hasta últimas horas del día.

Por último, para el sábado, si bien se podrán superar de nuevo los 30 grados en las medianías del sur, las temperaturas seguirán en descenso, que en algunos puntos será "localmente notable".

Los riesgos de la calima

La Dirección de Salud Pública, y ante la previsión de presencia de calima, recomienda tomar precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos al aire libre. El polvo en suspensión reseca las vías respiratorias y puede provocar un agravamiento de afecciones relacionados con enfermedades respiratorias, como el asma, o personas con EPOC que hacen que aumenten las visitas a urgencias y los ingresos hospitalarios. La exposición puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio. | LP/DLP