El grito desesperado de un agricultor canario que pide ayuda para vender sus calabacinos

De vez en cuando la tierra es más generosa de lo que el agricultor espera y lo premia con un excedente de verduras, hortalizas, frutas y tubérculos que por su exceso de producción supone en ocasiones un problema para su comercialización, con el riesgo de que la cosecha se le estropee.

Es lo que ocurrió, por ejemplo, con el agricultor tinerfeño que pidió ayuda para vender sus sandías: "Es triste que el producto canario se quede sin vender porque la gente se quede con el de fuera", aseguró Sergio Rodríguez, de Tejina, tras recolectar unos 8.000 kilos de sandías.

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Ahora, un agricultor de Gran Canaria pide ayuda para vender su excedente de calabacino blanco y negro. El calabacino es uno de los productos más consumidos en Canarias a lo largo de todo el año. Además, es una verdura con muy pocas calorías. Pertenece a la misma familia botánica que la calabaza, aunque presenta algunas diferencias con ella, en cuanto a su composición.

De hecho, el calabacín aporta cantidades inferiores de fibra, y sin embargo una proporción ligeramente superior de agua. Además, mientras que la calabaza es rica en b-carotenos, el contenido de éstos en el calabacín es más reducido, describe el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. Aún así, su consumo contribuye a cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, especialmente las de vitamina C y potasio, siendo los aportes del vitamina C los más significativos —un calabacín de tamaño medio aporta el 26% de las ingestas recomendadas al día para esta vitamina en hombres y mujeres de 20 a 39 años. La presencia de mucílagos confiere a esta hortaliza propiedades emolientes (suavizantes) sobre el aparato digestivo, por lo que —al tratarse de un alimento fácil de digerir y con ligero efecto laxante— resulta adecuado en caso de problemas digestivos (dispepsia o mala digestión, gastritis) y estreñimiento.

La petición de auxilio la ha hecho el agricultor a través de la Asociación Agroecológica La Carrucha Verde, de Gran Canaria, que compra frutas y verduras a pequeños productores ecológicos locales y los distribuye entre la red de consumidores. 

“Se nos ha ocurrido que para hacer una diferencia en su huerta esta semana, nos puedes ayudar realizando alguna de las siguientes acciones (o todas)”, aseguran desde La Carrucha Verde, que ha puesto en marcha la campaña de excedente de calabacino para echarle una mano al productor.

Las iniciativas que propone llevar a cabo con la compra de calabacinos con los pedidos en su página web son las siguientes:

• "Hacer estas deliciosas tortitas de calabacino que quitan el 'sentío'". No solo eso, otras opciones son cremas, ensaladas, lasañas, rellenos, en potajes, bizcochones y hasta en modo 'sushi'.

• "Comprar algo más de calabacino para regalárselo a algún familiar, amigo o vecino y tener una bueniiisssima excusa para quedar".
• "Reenviar este mensaje a algunas personas que te gustaría que supieran de nosotr@s y que nos podrían ayudar con esta campaña".