CRÓNICA

Los escudos del juzgado de paz

El pleno de Teror debate sobre el yugo y las flechas de una fachada pública | El 14 de abril de 2016, efeméride de la II República, Francisco López pidió su retirada

Los escudos del juzgado de paz

Los escudos del juzgado de paz / José Luis Yánez Rodríguez

José Luis Yánez Rodríguez

El 14 de abril de 2016, en sesión ordinaria celebrada por el Ayuntamiento de Teror; el concejal Francisco López Peña, dada la efeméride que se celebraba, dio lectura al texto de Nicolás Navarro, delegado del Comité Revolucionario Republicano Socialista de la Provincia, celebrado en 1931 con el objetivo de proclamar la República en la Villa de Teror. El concejal recordó que «mujeres y hombres que lucharon por la libertad, la igualdad, la justicia y la democracia vieron cómo se abrían nuevas puertas, nuevos horizontes que en un breve espacio de tiempo fueron truncados por el golpe militar fascioso que hundió al Estado en un periodo de cuarenta años de miseria, necesidades, sufrimientos, asesinatos, represión, y a una dictadura fascista militar» y pidió por ello que en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, los símbolos que aún quedaban del franquismo fueran retirados como «homenaje a esas mujeres, hombres, represaliados y asesinados, y a esos hombres y mujeres que dieron su vida por la democracia, la justicia, la igualdad y la libertad».

Se refería a los escudos del edificio del Juzgado de Paz, ubicado en la Calle Nueva. Inaugurado como Casa Sindical el 25 de julio de 1956; fue traspasado por el Gobierno de Canarias al Ayuntamiento el 1 de abril de 2003 con una cesión durante diez años para destinarlo a uso del ámbito agropecuario. En el proceso de rehabilitación iniciado entonces fue cuando los dos escudos del Sindicato Vertical y la Falange -cubiertos de pintura blanca durante años- fueron restaurados. La inauguración de la planta alta como Juzgado en 2013 fue el último paso en el uso de la edificación.

En la votación de la propuesta en 2016, los representantes de Alternativa por Teror, Nueva Canarias y Coalición Canaria - en total cuatro- votaron a favor «de la retirada de los símbolos del franquismo y declararon que en la medida de sus posibilidades se dedicarían a estudiar cada calle y lugar para retirarlos». El portavoz del Partido Popular indicó que «desde su línea política, la historia debía respetarse y recordar lo que había ocurrido para que nuestro futuro lo tuviera presente y no volviera a suceder» -seis votos en contra-. Por último, el Portavoz del Partido Socialista, expresó su apoyo a la propuesta, entendiendo al igual que él, «que deberían retirarse todos los elementos y símbolos del franquismo en homenaje y recuerdo a todos los reprimidos y maltratados que sufrieron en esa época» -seis votos a favor-. Por lo tanto, el apoyo a lo propuesto por el concejal quedó refrendado por once votos a favor y seis en contra.

Protección del casco

Tan sólo dos meses más tarde, el 28 de junio, se presentaba la moción de censura contra la alcaldesa Isabel Guerra por parte de los concejales del PP y el PSOE. Debatida en pleno de 9 de julio, dio la alcaldía terorense durante el siguiente año y medio al socialista Gonzalo Rosario. Pese a ello, la ejecución de la propuesta del concejal no llegaba; por lo que en diciembre de 2016 presentó una nueva solicitud de que se cumpliera con lo acordado en abril. A inicios de 2017, dos informes emitidos respectivamente por el arquitecto municipal Germán Acosta y la concejala Tewise Ortega desaconsejaron la retirada de los escudos argumentando prudencia; su inclusión en el catálogo del Plan Especial de Protección del Casco; la titularidad gubernamental del edificio y la posible aplicación en el mismo de lo establecido en el artículo 15.2 de la Ley de Memoria Histórica que dejaba fuera los símbolos y monumentos públicos, cuando fueran «de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley».

Todo el tema tomó un nuevo cariz cuando, tras las Fiestas del Pino del pasado año, se inició su restauración a través del Programa de Formación en Alternancia con el Empleo -PFAE- ‘Los Pinos’, promovido por la Fundación Laboral de la Construcción y el Ayuntamiento de Teror, con financiación del Servicio Canario de Empleo.

Por su parte, Francisco López, con el apoyo del Foro Canario de Víctimas del Franquismo o la Plataforma de Familiares de Fusilados de San Lorenzo ha continuado reclamando la aplicación del acuerdo durante estos años transcurridos. Como última tentativa en este periodo legislativo; en el pleno celebrado ayer, ha vuelto a solicitarlo de la corporación terorense «casi ocho años después» y argumentando que tanto la Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Cultural como la Dirección General de Patrimonio Cultural lo han solicitado al ayuntamiento de la Villa. Afirmó que teniendo a su disposición toda la infraestructura de las obras que se están realizando, no sólo no los retira sino que se han restaurado.

Ayraldo Montesdeoca, como concejal de Patrimonio, se refirió a todo el proceso administrativo seguido, y a la comunicación que Tewise Ortega realizó por entonces a la Consejería de Agricultura, propietaria del inmueble para tener en cuenta su opinión referente a la retirada de los escudos. Asimismo, afirmó que se está llevando a cabo todo lo establecido en el articulado referente al procedimiento de retirada o eliminación de elementos contrarios a la memoria democrática, contemplado en la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. Explicó el concejal que ya está realizándose el preceptivo informe histórico y a que una vez concluido el expediente se enviará al Gobierno de Canarias.

Todo este tema, que desde la aprobación de la Ley de Memoria Histórica ha dado lugar a infinidad de enfoques que van desde el respeto a la ley, a la historia o el de que es más sano el olvido. Es verdad, tal como dicen muchos terorenses que ni se ven desde la calle o que han advertido que estaban ahí después de esta controversia. Como también es verdad que los que piden aplicación de ley no piden desafuero.

De igual manera que se retiró el Víctor del edificio de la Casa del Médico o que no es de rigor que los paneles de información turística instalados por el ayuntamiento terorense al inicio de la calle Real de la Plaza y en el Parque de Sintes en marzo de 2015, hayan indicado durante todo este tiempo a los visitantes de la Villa donde está ‘La Cruz de los Caídos’ en su conjunto histórico, teniendo en cuenta que esa denominación ya no existe y llama a confusión. Es simplemente una Cruz.

La historia, muchas veces, necesita de correctas explicaciones; si no, muchas veces ni se comprende ni sirven para nada el patrimonio o las tradiciones.

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