Medio Ambiente

Sventenius, el sueco que ajardinó Gran Canaria

El Cabildo homenajea al genial botánico en el 50 aniversario de su fallecimiento

El Cabildo rinde homenaje al sueco Eric Ragnar Sventenius en el 50 aniversario de su fallecimiento, un personaje único que creó con su tesón no solo el Jardín Botánico Viera y Clavijo, sino también el más extenso catálogo de flora endémica. En los 30 años que vivió en Canarias, Sventenius logró convertirse en una figura de una trascendencia enorme, cuyas raíces afianzan la historia colectiva de los isleños.

«El impacto que ha tenido la labor de Sventenius en la Isla fue más allá de la mera recolección y cuidado de nuestro patrimonio natural. Fue un estímulo que coincidió con la primera ‘revolución verde’ de Gran Canaria, cuando se inició la recuperación de la corona forestal tras siglos de sobreexplotación», manifestó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en el homenaje que se rindió ayer al botánico sueco que fundó y fue el primer director del Jardín Botánico Vieja y Clavijo, Eric Ragnar Sventenius, en el 50 aniversario de su fallecimiento, que se conmemora durante todo este año, con distintas acciones.

Morales ensalzó la figura de Sventenius, ya que «supuso un cambio de modelo que movilizó a nuestra sociedad, con la implicación del personal del Cabildo junto a personajes como Jaime O’Shanahan, Juan Nogales, Fernando Navarro Valle, Gunther y Marianne Kunkell, Graciliano Morales, José Carmelo Jorge Aguiar, David Bramwell y Pepito Alonso, entre otros muchos», señaló. «Juntos iniciaron una labor de concienciación sobre la importancia de nuestros paisajes, del territorio, junto a su necesaria conservación y recuperación. Y así surgió la Asociación Canaria para la Defensa de la Naturaleza, la primera asociación medioambientalista creada en España».

Banco de germoplasma

En el acto, que se celebró en el propio recinto, participaron la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez; el presidente de la Fundación Carlo Faust, Cristófol Jordá; Arnoldo Santos Guerra, ex investigador del Jardín de Aclimatación de La Orotava; Julia Pérez de Paz; ex jefa de la Sección de Investigación del Jardín Canario, y su actual director, Juli Caujapé.

Finalmente, destacó cómo, desde su creación, el Jardín no ha dejado de crecer y consolidar su papel como centro científico reconocido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con su banco de germoplasma que garantiza la conservación de más de dos tercios de la flora endémica, así como su carácter pedagógico y social, incluso turístico, como ejemplo de la diversificación que Gran Canaria busca. «Atrae a más de 250.000 visitantes cada año (...) y esa complicidad entre personas de distintas procedencias y su apertura al conjunto de la sociedad grancanaria son parte importante del éxito de este proyecto», concluyó. El director del Jardín Canario, Juli Caujapé, a su vez, destacó que se eligió este lunes, Día Internacional de la Diversidad Biológica, como la mejor fecha para homenajear al fundador del Jardín Canario, «que tanto tuvo que ver con el conocimiento de la flora canaria y que vivió una vida no solo vinculada a la diversidad biológica sino también muy diversa geográficamente».

El jardín neutral

Cristófol Jordá, presidente de la Fundación Carlo Faust, que rige los destinos del Jardí Botanic Marimurtra de Blanes, recordó a un Sventenius de 19 años que llegó a ese recinto como jardinero y que fue formándose de manera autodidacta, para convertirse en uno de los botánicos más reconocidos a nivel mundial. Lo calificó como un «hombre flemático, tranquilo» que, durante la Guerra Civil, colocó la bandera sueca en el balcón del Jardín para convertirlo en territorio neutral y preservarlo, «y lo consiguió», añadió.

Ofreció algún retal de su dimensión como «persona entregada a los demás», al relatar la tarea de Sventenius como responsable de la casa que se creó para recoger a los niños huérfanos de la colonia sueca en Barcelona. Y, finalmente, aludió a su paso durante tres años por la abadía de Monserrat, donde apoyó la labor de un monje para crear un herbario, antes de volar a Tenerife, en 1943, para trabajar en el Jardín de La Orotava. «Hoy le recordamos y mucho», finalizó Jordá.

Cristófol Jordá, Antonio Morales, Alfredo Reyes, director del Botánico de La Orotava, Inés Jiménez y Juli Caujapé, este lunes.

Cristófol Jordá, Antonio Morales, Alfredo Reyes, director del Botánico de La Orotava, Inés Jiménez y Juli Caujapé, este lunes. / José Carlos Guerra Mansito

Cartas, acuarelas y dibujos inéditos

Arnoldo Santos, ex investigador del Jardín de Aclimatación de La Orotava, convivió con Sventenius y participó en algunas de sus expediciones. Hizo un recorrido de esas vivencias, desde su primer contacto, cuando se presentó ante él con varias plantas que cautivaron al botánico y se inició su amistad, hasta un viaje a La Palma, en el que descubrieron varias plantas endémicas nuevas.

«Sventenius es el investigador que más plantas endémicas ha publicado como descubridor, en los 30 años que vivió en Canarias. Es el primer investigador y será muy difícil que nosotros lleguemos a esa cifra, a pesar de la riqueza de nuestras Islas», afirmó.» Nos queda mucho por hacer por él y por preservar su legado. Cuidar este Jardín, que es su principal obra, y sacar a la luz muchos de sus trabajos que todavía no conocemos, como fotos, cartas, acuarelas y dibujos inéditos», pidió.

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