El aeropuerto de Gran Canaria instala un radar provisional sobre una torre de celosía metálica

Enaire garantiza con la nueva instalación la vigilancia durante todo el proceso de renovación del radar sin afectar a las operaciones

El aeropuerto de Gran Canaria ha instalado un radar provisional en la estructura metálica que se está levantando junto al radomo (la gran estructura esférica que se observa desde la autopista). Enaire, como parte de sus procesos de puesta en servicio, y para garantizar la fluidez de las operaciones y la seguridad aérea, ha instalado el nuevo radar secundario en el aeropuerto de Gran Canaria, mientras se llevan a cabo todas las labores de remodelación e instalación de los nuevos radares primario 3D y secundario Modo S en la estación radar actual. Esta nueva instalación temporal permite garantizar la disponibilidad de la vigilancia durante todo el proceso de renovación sin afección a la operación, informa Enaire.

 La nueva estructura instalada no es un andamio de obra. Es una torre auto soportada de celosía metálica que cumple todos los requisitos de Prevención de Riesgos Laborales y que dispone de más altura para no interferir con los procesos de desmontaje que comenzarán en un breve espacio de tiempo. La nueva torre ha sido fabricada a partir de cálculos estructurales preceptivos, elaborados por técnicos competentes, conforme a la normativa de edificación vigente, y es, por tanto, perfecta para la función que cumple, informaron en el grupo estatal.

 El funcionamiento del radar es el siguiente: a través de dos sistemas, el radar manda una señal espacio, haciendo que si se detecta algún contacto, la señal rebota y vuelve al radar. Desde Enaire y Aviación Civil se ha constatado que el radar actual se encuentra obsoleto y necesita un cambio, informaron técnicos de navegación aérea.

«Al lado del radomo que se encuentra funcionando hoy en día se ha instalado una estructura para poner un equipo parecido al actual de manera provisional mientras se cambia al nuevo», explicaron profesionales del aeropuerto de Gran Canaria. «Los radares dan la información necesaria para saber en qué momento y dónde están posicionados los aviones, por lo que no se puede prescindir de ellos», sentencian.

Parques eólicos

Hace tres años, este periódico adelantó la intención de cambiar este sistema de detección de aeronaves debido a la proliferación de los parques eólicos. El nuevo radar corre a cargo de Enaire y se ha proyectado con una tecnología 3D más adecuada y capaz de combatir los efectos perjudiciales que provocan los molinos eólicos en la vigilancia aérea. La decisión de sustitutir el radar actual por uno nuevo se aprobó el 20 de octubre de 2020 con un margen de cuatro años y un valor estimado de 20.961.529 euros. Esta inversión se reparte entre los cuatro radares que se instalarán en diferentes aeropuertos de España. Hace tres años el Ministerio de Transportes del Gobierno de España explicó que, a pesar de que la creación de parques de aerogeneradores para el desarrollo de las energías renovables presenta numerosos beneficios, tiene dificultades para detectar con eficacia los aviones si se encuentran cerca de este tipo de generadores energéticos.

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