Panadería Pastelería Pulido, del horno de piedra familiar a un negocio con un siglo de historia

Panadería Pulido nace en la Vega de San Mateo en 1923, cumpliendo hoy 100 años de historia y amor por la panadería artesanal. Este negocio familiar de Gran Canaria lleva cuatro generaciones amasando e innovando, manteniendo las tradiciones y avanzando hacia el futuro con recetas de pan de masa madre, pan de matalahúva, pan de papa, pan de millo o pan brioche que les ha hecho perdurar 100 años en las mesas de los hogares canarios.

La calidad, tradición y artesanía y sin duda la dedicación y el amor por el oficio, sumado al talento para hacer pan, han marcado la trayectoria de esta familia, dedicada a la panadería artesanal en Gran Canaria por cuatro generaciones. El pan artesanal de los Pulido se convirtió en el sustento familiar que hoy salpica con sus puntos de venta toda la orografía de la isla para acercar el pan artesano a todos los rincones.

En el año 1923 en El Mesón, en el barrio de La Lechuza en la Vega de San Mateo, Francisco Pulido, más conocido como Panchito, y Dolores Domínguez, Lolita, lograron salir adelante en tiempos adversos gracias a la unión de un pueblo y al intercambio de alimentos entre vecinos. Ellos aportaban su pan artesanal que pronto ganó fama en la zona. El cariño de Panchito y Lolita a sus panes elaborados en un pequeño horno de piedra, ayudó a esta familia a crecer en el amor por el oficio, que fueron contagiando generación tras generación, haciendo cada vez más populares los panes de la familia Pulido.

Sus nueve hijos crecieron junto al calor del horno, repartiéndose las labores para poder seguir elaborando pan con los pocos medios que disponían. Entre todos consiguieron mantener viva la panadería en una época muy difícil.

Llegó el turno ahora de los hermanos Rodríguez Pulido, Nicanor, Juan y Francisco, hijos de Adelaida, quienes llevaron con mucho esmero, dedicación y trabajo a esta pequeña panadería al centro del municipio de la Vega de San Mateo, modernizándola y haciéndola crecer. El pan montañero, pan redondo en cruz, pan de papas, o el pan bizcochado de bola con matalahúva ganaron protagonismo en las mesas de toda la isla, lo que les animó a lanzarse a la pastelería, con la que hoy siguen sumando puntos de venta.

Hoy es la cuarta generación de los Pulido Yaiza y Cristo, los que están ahora al frente de un negocio familiar, sinónimo de pasión y amor por la profesión. Tras 100 años, han logrado unir algunos procesos del pasado con las innovaciones actuales, entrelazando lo mejor de dos eras para seguir creciendo con los valores de una profesión que llevan en la sangre. Conforman un equipo que trabaja unido con la dedicación de 120 personas y más de 4.000 metros cuadrados destinados al oficio. Desde el pequeño horno de piedra de la vivienda familiar, la Panadería Pulido ha ido creciendo e incorporando maquinaria, siempre bajo el abrigo de las tradiciones para que su pan artesano tenga el sabor de siempre.

Hoy Panadería Pastelería Pulido tiene dos obradores principales y ocho puntos de venta directos, en su hogar que es San Mateo y también en Santa Brígida, 7 Palmas, Tomás Morales, Las Canteras y Triana. Además, abren los fines de semana en El Mesón un pequeño punto de venta situado a unos 6 kilómetros del obrador, donde todavía funciona el horno moruno de piedra de la primera generación que horneó los primeros panes de la familia Pulido.

Panadería artesanal: paciencia y dedicación

Panadería Pulido elabora panes artesanales con recetas y procedimientos de antaño, apoyándose en tecnología actual. Gracias a la tecnología del frío, los procesos han variado dando a cada pan artesano personalidad, cambiando además la vida del obrador, que ya no es exclusivamente nocturna. A las 4 de la mañana empieza la jornada, con la elaboración de los panes de molde, las barras y las masas hidratadas, que tienen su secreto los tiempos de fermentación y la mezcla de tres tipos diferentes de harina. La masa madre líquida (levain) de la familia Pulido hace el resto.

Una de las elaboraciones estrella actuales es el pan de masa madre: panes de fermentación lenta desarrollados a partir de su masa madre MamaLala, nombre que recuerda el apodo cariñoso que daba la familia a Adelaida, abuela de la cuarta generación de la familia Pulido. La fermentación del pan Ruperta, la Barra Zamorana, el pan Veguero, el pan MamaLala, o el pan de Cosecha, dura más de 24 horas, en procesos controlados con mimo y experiencia. Tal es así, que recibieron el premio Miga de Oro de Canarias 2022, aupándose entre las mejores 17 panaderías de España.

Otro de los panes más demandados es el pan brioche, con hasta cuatro tipo de sabores, clásico, carbón, algas y remolacha. La panadería artesanal Pulido lleva a las mesas de Gran Canaria panes especiales como el pan de huevo, pan de gofio, pan de chorizo y miel o todo un clásico cómo es el pan de papa, todos ellos con materias primas de cercanía.

La granja que suministra los huevos para estos panes hechos a mano se encuentra en el mismo municipio la Vega de San Mateo, el gofio proviene de un molino artesano que se encuentra a apenas 20 metros del obrador y las papas son plantadas en terrenos de la familia.

Los panes de masa blanca y matalahúva como el pan de bola, pan redondo en cruz y pan montañero son todo un clásico en la panadería artesanal de la familia Pulido, que sigue una receta de más de un siglo de historia y que se enraíza con la esencia misma de Gran Canaria.

Panes artesanos con la receta de siempre

La Panadería Pulido usa alrededor de 10 referencias de harina diferentes, dependiendo del pan artesanal a elaborar y con una calidad que es seña de identidad de cada producto. La selección y mezcla de las harinas de esta familia panadera, logra matices que les hace únicos en la isla, apostando siempre por el kilómetro 0 y el producto local como clave de éxito.

A estas recetas con más de un siglo de horneado les son fieles los amantes de la gastronomía canaria, que no renuncian a un buen pan en su mesa para acompañar cada comida. El pan artesanal de los Pulido tiene una clientela fiel, que confía en este negocio familiar para sus panes y pasteles.

También en la restauración, el abanico variado de producto y los panes de masa madre son parte de celebraciones, comidas familiares y eventos que se celebran en restaurantes de la isla, donde el MamaLala, el pan de Papas, el Montañero, o el pan De Cosecha, premiado cómo Miga de Oro de Canarias 2022  , son los más elegidos.

El crecimiento de Panadería Pastelería Pulido se debe al trabajo y al esfuerzo de todos y cada uno de los componentes de su equipo, pero también a la confianza del cliente que, como celebran, cada vez tiene mayor criterio a la hora de elegir y poner en valor este oficio tan humilde.

Esta panadería - pastelería de raíces netamente Canarias, está implicada con su entorno y sus gentes, apoyando la economía circular como base de su desarrollo y mirando al futuro desde la Vega de San Mateo, el pueblo que la vio nacer, manteniendo ese arraigo por las tradiciones y los valores transmitidos por generaciones.

Amor por un oficio que le viene en la sangre.

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