Meteorología

La borrasca que se fue con arcoíris

Los vecinos de San Bartolomé de Tirajana se mostraron asombrados por ver correr los barrancos en pleno mes de junio

Los fenómenos duraron unas horas 

Antonio Rodríguez y Fina González refugiándose de la lluvia en un bar de San Bartolomé de Tirajana.

Antonio Rodríguez y Fina González refugiándose de la lluvia en un bar de San Bartolomé de Tirajana. / Jose Carlos Guerra

No es habitual que en pleno mes de junio, una borrasca visite la Isla. Mucho menos si se trata de una que trae consigo lluvias, rachas de viento y bochorno, con temperaturas que superan los 30 grados. Los habitantes del sureste no esconden su sorpresa al ver correr los barrancos de las zonas a días para que comience el verano, al igual que los curiosos que no dudaron en visitar los rincones agraciados por la lluvia.

Antonio Rodríguez y Fina González aprovecharon la borrasca Óscar para pasear por Gran Canaria y ver los barrancos correr. Cada miércoles, según explica Antonio, suelen salir a dar paseos y descubrir la isla, y justo coincidió con el paso de este frente, que a pesar de la intensa lluvia y el fuerte viento que dejó en algunas zonas del sureste, los termómetros no bajaron de los 30 grados. 

«Somos de Telde y como cada miércoles, hemos salido a pasear. Hemos subido por Teror, Valleseco, Artenara y ahora aquí estamos, en San Bartolomé», explica Antonio. Junto a su mujer, se ha refugiado de la lluvia en un bar de la zona, donde han aprovechado para comer algo antes de seguir con su ruta de la semana. Antonio y Fina explican que por su casa, en la zona de Telde, la borrasca Óscar no se había notado hasta el momento que abandonaron su hogar, y que fue a la altura del aeropuerto cuando se empezó a sentir el temporal. «En Artenara y Valleseco estaban cayendo algunas gotas, pero nada comparado con la lluvia que está cayendo por el sur y el sureste», comenta Fina. 

Durante el día de ayer, lo que más se notó en Gran Canaria fue el bochorno, pues las lluvias apenas se hicieron notar en determinados municipios de la isla, donde a pesar del calor, las precipitaciones hicieron correr los barrancos, que lucían sus mejores postales en una época del año en la que no es habitual verlas. 

«A nosotros nos encanta la lluvia y ver las postales que nos ofrecen estas borrascas, siempre y cuando el impacto no sea muy grande», comenta Antonio. «Nos gusta que llueva porque además de refrescarnos nosotros, las tierras lo agradecen mucho, y esto ya hacía falta», sentencia. 

Antonio Rodríguez: «Todos los miércoles salimos a pasear por la isla y esta vez nos coincidió con ‘Óscar’»

A la hora del mediodía, las carreteras en dirección sur empezaban a notar los primeros avisos de la borrasca con retenciones que se hicieron notables conforme iban pasando las horas. Ingenio, por su parte, contempló los primeros chubascos pasadas las once de la mañana, mientras que Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana fueron de los municipios más afortunados a la hora de beneficiarse de las lluvias.

Pablo Guerra y Fernando Ramos aseguran no haber visto una borrasca de estas características en el mes de junio, algo que les ha sorprendido. «Llevamos toda la vida viviendo en San Bartolomé, y nunca hemos visto esto», explican sorprendidos. «Aquí empezó a llover ayer por la tarde, pero unas gotas insignificantes. Esta mañana es cuando ha empezado a caer de manera brusca», comentan sentados en la mesa de un bar. 

Desde la mesa, que se encuentra pegada a la puerta, se puede ver la lluvia caer y correr a lo largo de la acera. Un pequeño río de agua que mantiene asombrados a los vecinos del municipio y a los trabajadores de la zona. «Sabíamos que vendría una borrasca, pero siempre dicen que las lluvias serán fuertes y después no pasa nada. Esta vez sí que han tenido razón los expertos», comentan entre ellos. 

Pablo Guerra y Fernando Ramos explican que nunca han visto una borrasca así en el mes de junio

Óscar estuvo presente en el sureste de la isla, primero con una niebla, seguida de una lluvia que fue subiendo de intensidad conforme iban pasando las horas para que después fuera el viento el que hiciese acto de presencia. 

Sin incidentes notables obviando la caída de algunas piedras a la carretera, la borrasca pasó por la isla de Gran Canaria haciendo un favor a las tierras, que pedían a gritos una lluvia que les hiciera volver a su verde natural. De este modo, las cascadas se dejaron ver y el agua comenzó a correr por algunos barrancos. Sin embargo, a la presa de la Sorrueda no le pareció suficiente la lluvia que dejó la presencia de Óscar, pues sus niveles de agua siguen estando bajo mínimos. 

Una borrasca que dejó agua en determinadas zonas, pero sobre todo calor, postales y fenómenos poco habituales para la fecha del año actual. Y es que conforme fue cayendo la tarde, un arcoíris protagonizó el último suspiro de una de las tormentas más inusuales del mes de junio, haciendo referencia a la famosa frase que asegura que ‘después de la tormenta siempre llega la calma’.

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