Una sofocante ola de calor irrumpirá este miércoles en toda Canarias incrementando los valores los termómetros de todas las Islas por encima de los 30 grados durante cinco días. Un episodio de altas temperaturas en las que no se descarta que algunas zonas concretas alcancen los 40 grados, especialmente durante este fin de semana.
Ante el inminente aumento de los valores que van a marcar los termómetros durante la próxima semana, la Consejería de Sanidad ha emitido avisos en hasta 37 de los 88 municipios de Canarias debido a las implicaciones que el calor puede tener en la salud de la población. Esto significa que el 44% de los pueblos y ciudades isleñas estarán en riesgo de sufrir mayores efectos de este episodio de calor, el quinto del verano.
Esta situación está motivada por la llegada de una masa de aire continental, que arrastra calor y calima desde el continente africano hasta Canarias. Su entrada se debe a la "combinación y configuración entre el anticiclón de las Azores y la dorsal atlántica", explica Victor Quintero, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias. Esta dinámica provoca que el flujo de vientos varíe entre el sur, el este y el sureste, lo que, en definitiva, supone la llegada de "aire muy caliente" a Canarias.
Los ascensos térmicos que se esperan serán debidos, además de a la entrada de aire africano, a la alta insolación propia de esta época del año. "Se espera estabilidad atmosférica y cielos despejados", añade Quintero. El motivo del aumento de temperaturas que se cebará con el Archipiélago durante la semana es también el que está provocando una extraordinaria ola de calor en la Península, con valores 10 y 15 grados por encima de lo habitual.
La Península se tiñe de rojo
En un aviso especial, la Aemet ha señalado que "buena parte de la Península" estará afectada por esta situación. Las zonas menos afectadas por este episodio serán los litorales del Cantábrico occidental, de Galicia y del Mediterráneo. En el resto de España la ola de calor comenzó este lunes y se prolongará hasta el próximo jueves. Esto quiere decir que cuando el calor se empiece a disipar en el continente, la misma masa de aire empezará a afectar de manera intensa al Archipiélago.
A partir de este lunes un flujo de componente sur en niveles bajos de la atmósfera favoreció la entrada de esta masa de aire por el sur peninsular. De ahí que se produjeran ascensos en la mitad noroeste peninsular, que fueron más acusados en el oeste de Galicia, norte y este de Castilla y León, y en el entorno del alto Ebro. En cambio, se produjeron descensos en el sur de Andalucía, en el nordeste peninsular y en toda el área mediterránea. Se espera que se superen los 38 grados centígrados en amplias zonas el suroeste peninsular y en la zona centro, e incluso que se alcancen hasta 43 grados en los valles del Guadiana y del Guadalquivir.
Este martes continuará el ascenso de temperaturas en la península, que será más acusado en la mitad norte y en el interior. Se espera que se superen los 36 grados en el norte, especialmente en Castilla y León y Galicia. Asimismo se prevé que se alcancen los 41 grados en el suroeste penínsular y, de nuevo, los 43 grados en el valle del Guadalquivir.
El miércoles, cuando la ola de calor empiece a ganar fuerza en Canarias, la Península vivirá su día más caluroso. La Aemet espera que se alcancen o superen los 44 grados en amplias áreas de la mitad sur y zona centro, y los 39 grados en zonas del Cantábrico oriental, centro de la meseta norte y valle del Ebro. Para este día se han activado los avisos rojos por altas temperaturas en Andalucía y Madrid.
El preludio de Canarias
Lo que ocurrirá estos días en la península no es más que el preludio de lo que, a partir del miércoles, se producirá en Canarias. La masa de aire africana comenzará a afectar al Archipiélago a partir del miércoles 9, con una alta probabilidad de que invada el ambiente durante varios días, al menos hasta el domingo.
A partir del jueves 10 es probable que se inicie un descenso de las temperaturas por el noroeste peninsular, aunque las temperaturas continuarán siendo elevadas pero más suaves que los días anteriores. Sin embargo, en Canarias el episodio no habrá hecho más que empezar. A partir del jueves 10, el episodio de altas temperaturas ganará entidad pudiendo convertirse incluso en ola de calor, aunque aún es pronto para determinarlo.
Después del abrupto aumento de las temperaturas del jueves, los termómetros se mantendrán en los mismos valores durante el fin de semana. "Serán muchos días de temperaturas muy altas", explica Quintero. De cumplir los requisitos de ola de calor, esta podría ser una de las más largas de los últimos años. Según los informes de la Aemet –con datos que abarcan entre 1975 y 2018– entre 2016 y 2018 no se produjeron olas de calor (aunque sí episodios de altas temperaturas). En 2015 se produjeron dos, con una duración máxima de cuatro días y hay que remontarse hasta 2012 para encontrar una ola de calor de hasta 7 días. A día de hoy, la ola de calor más larga que se tiene registrada es una de las que se vivieron en 1976 y que duró 14 días.
La Aemet aún no ha activado los avisos meteorológicos por las altas temperaturas, a la espera de ver cómo progresan las previsiones. No obstante, Sanidad ha puesto en aviso rojo (el máximo) por los efectos que el calor puede tener en la población –en especial aquella más vulnerable– en 26 municipios. De ellos 11 municipios pertenecen a Gran Canaria (Agüimes, Artenara, Ingenio, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Aldea de San Nicolás, Santa Lucía de Tirajana, Santa Brígida, Tejeda, Valsequillo y la Vega de San Mateo), ocho de Tenerife (Adeje, Arona, Fasnia, Granadilla, Guía de Isora, Güimar, San Miguel de Abona y Vilaflor), tres de Fuerteventura (Antigua, Betancuria y Tuineje), dos de Lanzarote ( San Bartolomé y Tías) y dos de La Palma (Los Llanos de Aridane y El Paso).
Otros ocho municipios se encontrarán en aviso naranja, lo que equivale a un riesgo medio. En esta lista se encuentran tres municipios de Tenerife (Arafo, Arico y La Orotava), dos de La Palma ( Fuencaliente y Tazacorte), dos de Gran Canaria (Telde y Valleseco) y uno de Fuerteventura (La Oliva). Por último, Sanidad ha activado el aviso amarillo (el más bajo) en cinco municipios: Breña Alta (La Palma), Santiago del Teide (Tenerife), Puerto del Rosario (Fuerteventura), Arrecife (Lanzarote) y Teror (Gran Canaria).
Aparte del intenso calor que afectará a Canarias, la Aemet también espera la entrada de calima, "como suele ocurrir en este tipo de situaciones", tal y como explica Quintero. No obstante, el polvo sahariano no tendrá "demasiada intensidad" ni en "grandes concentración". "Se quedará en altura", insiste Quintero. Durante estos días también soplará el viento fuerte, especialmente el jueves, en todo el Archipiélago.
En este sentido, la Aemet prevé que el calor afecte tanto a la vertiente norte como a la sur, aunque con mayor incidencia en esta última. En Tenerife, por ejemplo, se podrán alcanzar temperaturas de entre 30 y 34 grados en toda la isla. «Solo estarán exentos de las temperaturas más altas el área metropolitana y Anaga», explica Quintero. Los termómetros de La Palma, El Hierro y La Gomera tendrán valores por encima de lo normal en toda la isla. Pero como ya suele ser habitual, la isla más afectada por este episodio de altas temperaturas será Gran Canaria.
El interior y el sur de la isla capitalina podrá alcanzar los 40 grados centígrados cuando no superarlos. En olas de calor previas durante este periodo estival se han rebasado estos valores en diferentes estaciones de Gran Canaria de manera recurrente. La Aldea de San Nicolás, San Bartolomé de Tirajana y Tejeda suelen ser los enclaves más afectados por las altas temperaturas.
Ante una situación de previsión de temperaturas elevadas, el Gobierno de Canarias puede activar este Plan de Prevención del Exceso de Temperaturas en la Salud de las Personas, con avisos de riesgo para la salud, así como otros planes, como el Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias para Riesgos por Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA), mediante la declaración de alerta por situación de riesgo para la población, bienes y medio ambiente.