Los gobernantes y la patronal discrepan sobre el alcance de la recuperación turística en Gran Canaria tras la pandemia. Los mismos datos son interpretados de distinta manera. ¿Cuál es la visión de la federación empresarial que usted preside?
Gran Canaria es una única isla, junto con La Palma, que no recupera los números turísticos del año 2019, que ya eran peores que los de 2018 y los ejercicios anteriores. De enero a julio de este año, con datos del Gobierno de Canarias, llevamos un 1,1% menos de turistas extranjeros que en 2019. Mientras que islas como Lanzarote suben un 4,5% de visitantes extranjeros, Fuerteventura un 3% más o Tenerife un 8,5%, aquí en Gran Canaria estamos un 1,1% por debajo. Ahora tenemos un 11% menos de pernoctaciones. Cuando en 2019 perdimos turistas con respecto a 2018 también lo hizo Fuerteventura, pero no es lo que ocurre ahora. No se trata de contar turistas y plazas de avión, o de resaltar algunas cifras a conveniencia, sino de recuperar el sector de verdad.
¿Y qué reclaman a las administraciones públicas?
Gran Canaria está perdiendo parte del motor económico que genera divisas, que es el sector turístico, y nos encontramos que desde la Consejería de Turismo del Cabildo no solo se ofrecen datos tergiversados e interesados, nunca los verdaderos, sino que no hay un liderazgo para afrontar los graves problemas de la residencialización de las zonas hoteleras, la pérdida de camas turísticas o el deterioro de los centros comerciales de San Bartolomé de Tirajana. También mantenemos los mismos servicios de playa que hace 40 años, en vez de ofrecer los atractivos y comodidades del siglo XXI que sí ofertas otros destinos de playa que son competidores nuestros, como Baleares o Andalucía. Por tanto, consideramos que falta liderazgo y escasa visión de futuro.
Pero sí parece que ahora los turistas gastan más dinero que en los años previos al cierre por el Covid.
Cuando el consejero de Turismo del Cabildo [Carlos Álamo] dice que busca un turismo de mayor gasto, lo que hay que preguntarse es cómo va a conseguir eso con centros comerciales que se están cayendo o con los obsoletos servicios de playa. ¿Cómo va conseguir turistas de mayor gasto si no hay inversiones en infraestructuras públicas en los municipios turísticos? Así es imposible atraer a visitantes de alto poder adquisitivo. Cuando el consejero habla del 40% más de productividad no está descontando la inflación, que ahora un kilo de aguacates vale 14 euros. Si se tiene en cuenta la evolución de inflación de los últimos cuatro años, del 2019 al 2023, nos quedamos en parecidas circunstancias porque han subido los precios de todo. También nos dice el consejero que la guerra de Ucrania y la crisis económica nos ha hecho perder turistas alemanes, pero eso no ocurre en Fuerteventura. Las cifras de enero a julio de este año señalan que el mercado alemán aumenta un 9,1% en Fuerteventura y desciende un 10% en Gran Canaria. Por tanto, no tiene que ver con la crisis de Ucrania, sino con ese deterioro de las infraestructuras públicas. San Bartolomé de Tirajana es un destino de alemanes, pero se encuentran lo mismo que hace 40 años. No nos preocupa que la isla de Tenerife tenga un millón de turistas más, sino que Gran Canaria siga perdiendo camas y visitantes.
Comentaba que uno de los principales problemas es el fenómeno de la residencialización en las zonas turísticas. ¿Cuál es el diagnóstico de la FEHT y qué medidas propone?
En los últimos años hemos perdido unas 35.000 camas extrahoteleras como consecuencia de la residencialización. Esas cifras ya lo dicen todo. Al igual que el presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha ejercido un claro liderazgo para la implantación de las renovables en Gran Canaria, hasta conseguir que la isla esté a la cabeza en energías limpias con Chira-Soria o las plantas eólicas y fotovoltaicas, necesitamos un consejero insular que lidere la renovación turística y resuelva las dificultades de este sector. Sin embargo, desde la Consejería de Turismo del Cabildo no se están afrontamos esos problemas de la residencialización. Lo primero que necesitamos es que el consejero o el gobierno del Cabildo nos defienda, no que diga que eso es materia de los ayuntamientos y se desentienda del tema. Los edificios de uso turístico deben ser para generar economía y para crear puesto de trabajo, como así estamos planteando desde la patronal y también los sindicatos UGT y CCOO. Denunciamos que esa residencialización progresiva de apartamentos de uso turístico está provocando pérdidas de puestos de trabajo y también pérdidas de ingresos para la Comunidad Autónoma y el Cabildo. En definitiva, están restando economía productiva a las islas. La propuesta de la FEHT es que la calidad del destino pasa por una clara diferenciación e incompatibilidad del uso residencial y el turísticos dentro de los establecimientos de esta naturaleza. Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido a una carga virulenta de grupos de residentes ubicados en nuestros establecimientos. Con ello tratan de socavar el actual régimen normativo y que se permita dicho uso en los complejos turísticos. De llevarse a cabo, supondría la pérdida de estos complejos para sector, la desaparición de muchas empresas y la consiguiente pérdida de los puestos de trabajo ligados a la actividad turística.
¿Existen datos sobre el impacto de la residencialización?
Según datos del Instituto Canario de Estadísticas para todo el Archipiélago, durante el periodo 2015-2022 se han perdido 685 establecimientos extrahoteleros, el 38,4%, y 68.209 camas, el 16,3%. Pero es Gran Canaria la isla que más plazas extrahoteleras ha perdido, esas 35.000 que decía antes.
¿Qué ocurre en los centros comerciales de las zonas turísticas? ¿Por qué se ha llegado a este estado de degradación y abandono?
La preocupación por los centros comerciales no es de ahora, como se alega desde el Cabildo, sino desde hace muchos años, pues tienen una antigüedad de 40 a 60 años. Para un turista la experiencia de compras es fundamental, pero desde hace mucho tiempo el visitante que llega a muchas zonas del sur de Gran Canaria no puede tener esa opción.
¿Y qué propone?
Aunque algunos entiendan que son infraestructuras privadas que dependen de los municipios, esos centros comerciales obsoletos necesitan otro Plan de Modernización y Mejora (PMM) o una normativa del Gobierno de Canarias, que deben ser impulsadas desde el Cabildo. Hemos visto como hace dos mandatos municipales se intentó aprobar un nuevo Plan General de San Bartolomé de Tirajana y recibió 11.000 alegaciones. Estamos con un planeamiento urbanístico del año 1995 y necesitamos liderazgos públicos para tener un PMM que ofrezca incentivos para la renovación. Incluso dando un cambio de uso, puede ser un uso complementario, con una parte comercial, otra alojativa y aparcamientos en los sótanos. Necesitamos renovar con urgencia esas zonas porque están construidas desde hace medio siglo. Un consejero del Cabildo no debe solo ceñirse a la conectividad y la promoción, que eso ya lo hacen muy bien los técnicos del Patronato de Turismo de Gran Canaria, sino a liderar el cambio y la mejora de esos centros comerciales y de los servicios de playa. Insisto, necesitamos PMM impulsados por el Cabildo y Gobierno de Canarias para hacer viables todas esas reformas, tal como ha hecho Antonio Morales con la introducción de las energías renovables.
¿Conocen las administraciones esas propuestas?
Sí. En un documento con las propuestas del sector turístico, elaborado el pasado mes de abril, antes de las elecciones locales, la FEHT recordó que son edificaciones obsoletas, ruinosas en muchos casos, auténticos nichos para la indigencia y la delincuencia, que han venido lastrando nuestro destino turístico de forma incomprensible, con una propiedad atomizada que dificulta sobremanera la adopción de cualquier medida razonable para su renovación. Poníamos como ejemplo la actual situación del Anexo II y el Faro, que están ofreciendo una paupérrima imagen de nuestro destino. El sector no puede permitirse esta situación por más tiempo, por eso abogamos porque se articule un compendio de normas, ya sean PMM específicos, decretos, ordenanzas u otras que hagan viable su recuperación, ya sea a través de incentivos o de medidas coercitivas. Dada la atomización de la propiedad y la resistencia de muchos propietarios a abordar la renovación de esos centros comerciales, se antoja necesario un cambio en las mayorías en el régimen de propiedad horizontal, adecuado a las necesidades de estas instalaciones cuando se ubiquen en zonas turísticas.
También se queja la FEHT de la situación de los servicios de playa, otro problema que se eterniza si tenemos en cuenta, por ejemplo, los años transcurridos para renovar los kioscos y las hamacas de Maspalomas. ¿Qué de debe hacer?
Los servicios de playas y de costas están muy por debajo de otros destinos, pero no para los turistas, sino también para los propios residentes. Los canarios, cuando viajamos a la Península o a Turquía, vemos en el litoral unos buenos servicios de hamacas y sombrillas, camas balinesas, música o gastronomía de Kilómetro Cero, tanto para los turistas como para las personas de esos sitios. También en este aspecto consideramos que la Consejería de Turismo del Cabildo debe liderar ese cambio, intercediendo ante la Dirección General de Costas y ante los ayuntamientos para cambiar el modelo de las playas. Solamente con visitar Cádiz o Baleares vemos que con la misma Ley de Costas nacional sus servicios son propios de lo que requieren las personas hoy en día. Los nuestros son los mismos que hace 40 años.
En el muelle de Santa Águeda existe un claro conflicto entre los representantes del sector turístico y de la cementera allí instalada, con los políticos en una posición equidistante porque hay muchos intereses contrapuestos. El consejero Carlos Álamo considera que allí caben ambas industrias y alega que los residentes de El Pajar y Arguineguín ven peligrar con el turismo su entorno, sus playas y una industria cementera que ha dado puestos de trabajo a tres generaciones. ¿Qué opina?
Desde las FEHT nos quedamos sumamente preocupados y avergonzados porque no podemos entender que un consejero de Turismo, que representa al sector, puede decir que una industria pesada, como la cementara, convive mejor con los vecinos y con la pesca artesanal que la industria turística. Estamos hablando de un puerto que podría haber sido utilizado desde hace muchos años por los pescadores artesanales si no existiera allí una concesión en exclusiva y caducada a esa industria cementera. Por contra, lo que proponemos es combinar ese uso pesquero y deportivo con el desarrollo de unos complejos residenciales y alojativos de alta calidad y de baja intensidad edificatoria, para turistas de gran gasto. Y también nos quedamos asombrados cuando vemos que una industria cementera está pagando un canon de 15.000 euros al año por una concesión de está caducada desde el 9 de marzo de 2020 y además es improrrogable, cuando un hotel en zona de costa puede llegar a pagar hasta dos millones de euros, como puede ser el Oliva Beach de Fuerteventura. El recién aprobado Plan Insular de Ordenación (PIO) de Gran Canaria, ese instrumento del que nos hemos dotado todos, habla de desarrollo turístico de esa zona de Santa Águeda. Es una norma que la ha votado a favor el propio Carlos Álamo. Puesto que además tiene relaciones personales y familiares con la cementera, y en el pasado incluso laborales, desde la FEHT creemos que como responsable de Turismo debe abstenerse de hacer declaraciones a favor de esa industria cementera habiendo tenido vínculos con esa empresa. Además, que diga que un complejo hotelero de gran calidad afecta más la pesca artesanal que una industria pesada es inaceptable en una persona que representa al sector turístico. No vamos a pedirle la dimisión, pero sí que se abstenga de hacer manifestaciones de ese tipo.
En San Bartolomé de Tirajana hay un nuevo gobierno municipal. ¿Qué le reclama la FEHT para esa renovación?
Debe coordinarse con el Cabildo y el Gobierno de Canarias para disponer con carácter inmediato de un PMM y sentarse con los responsables de Costas para resolver las deficiencias en las playas y los centros comerciales. Dos de ellos, el Anexo y el Oasis, están afectados por la normativa de Costas, por lo que hay que propiciar un acuerdo con los propietarios para poder renovarlos. Son temas complejos, pero las administraciones deben liderarlo. El municipio de San Bartolomé es el motor del turismo en Gran Canaria y si ese motor se gripa afecta a todo el destino. Hay que buscar un turismo más joven y con más capacidad de gasto, pero hay que ofrecerles servicios acorde a ello, algo que deben liderar los políticos que dirigen las administraciones públicas porque para eso cobran.
La patronal turística de la provincia de Las Palmas mantiene un pulso con el Estado para evitar el derribo de los hoteles de las Dunas de Corralejo y ha aplaudido que desde principios de este año el Gobierno de Canarias haya asumido las competencias de Costas. ¿Ven algún resultado?
Hay un empecinamiento en el Ministerio de Transición Ecológica en Madrid de acabar con esos hoteles, que son los gestores del turismo en el norte de Fuerteventura. Son fundamentales en la economía de esa isla, en el mantenimiento de unos 700 puestos de trabajo directos y en el desarrollo de Corralejo. Esos dos hoteles, el Oliva Beach y el Tres Islas, permiten dos vuelos semanales desde Alemania a Fuerteventura por el acuerdo entre Tui y Riu. Además, son como una cadena de formación de trabajadores de hostelería desde sus inicios, pues por allí han pasado casi todos los cuadros directivos majoreros del sector turístico. El Gobierno de Canarias debe hacer valer sus competencias en Costas y defender que esos hoteles sigan en funcionamiento.