Se acaban de rescatar cinco cachorritos abandonados en Pozo Izquierdo. Su destino, el Centro de Estancia Temporal de Animales (CETA) del municipio de Santa Lucía. Fue un caso excepcional por ser recién nacidos abandonados y porque hay a quien le duele ver algo así. Los voluntarios. Pero ya están saturados en el albergue y no pueden con ninguno más. El abandono ya no es ni noticia relevante. Sí lo será la nueva ley animal, que cataloga a la mascota como ser sintiente.
En breve se harán realidad, por ejemplo, las medidas novedosas y pioneras que adoptan municipios como el de Santa Lucía, en el Sureste, para fomentar que las personas mayores que vivan solas, o con su pareja, adopten a un animal. «Serán medidas psicosociales para las necesidades actuales», explica el concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Santa Lucía, Mario Bordón. «Se trata de un servicio que, aparte de la ayuda a los mayores, servirá de asistencia para la mascota».
El servicio, que se encuentra en fase de proyecto piloto, será seguro y bajo la supervisión de expertos. Además, se pretende conjugar una interrelación entre adultos para que tengan una motivación para salir a la calle, conocer a más gente. La mascota sería el nexo, disfrutaría de un hogar donde vivir y ambos con cariño mutuo.
Idea
Esta iniciativa, gestada desde el área de Bienestar Animal que lidera Bordón, y artífice de la idea, va en correlación con el departamento de Mayores del municipio.
Nació de la posibilidad de que esta relación pueda servir a través de acciones psicosociales de los mayores solos y aliviar el CETA. Es un doble auxilio.
Por un lado, cooperar con una realidad social. La soledad de muchos mayores y al tiempo, ponerse en la piel de esos animales abandonados por sus dueños, bien por el capricho de tener una mascota y luego no cuidarla, o por el abandono generalizado de quienes ya se han hartado de cuidarlos. Ambas son una constante y una lacra.
El Ayuntamiento prevé que en breve se llevará cabo un nuevo contrato a través de licitación para la gestión del centro temporal de acogida. «Hasta ahora los animales se trataban como objetos, y a partir de ahora, cuando entre en vigor la nueva ley, serán seres sintientes». Un cambio significativo que puede llevar a confusión o incluso, a un abandono masivo.
Desbandada de abandonos
El responsable veterinario municipal, Samuel Rodríguez Medina, augura que con la entrada en vigor del proyecto de ley de respeto animal «puede haber una desbandada de abandonos, por cuanto cuando se pida a dueños de mascotas que deben hacer un curso, obligarlos a tener al día su ficha técnica, o sacar un carnet a cada mascota, no será fácil y costoso. Es posible que no todos estén de acuerdo». Indica que la nueva normativa hace falta, pero tendrá mucha repercusión.
Respecto al nuevo proyecto municipal para la inclusión de mascotas en hogares de mayores que estén solos, adelanta que es pionero y que podrá ser efectivo a partir de 2024. «Servirá ante todo para que las personas mayores, que ahora ni salen a la calle, puedan interactuar y se les obliga en cierta medida a salir por una motivación, su mascota».
Los animales del CETA, perro y gatos, cuentan con todos los requisitos necesarios para ser adoptados correctamente. Estarán desparasitados, tendrán un chip correspondiente a su identificación y además, se agregará un servicio a domicilio para aquellos mayores que así lo soliciten.
La tenencia de animales del CETA nunca es definitiva, salvo que así lo decidan. La mascota solo será adoptada temporalmente.
Curso, carnet o multas
Desde que entre en vigor la nueva ley de protección animal, los propietarios de mascotas se enfrentan a cambios significativos. Entre ellos, y aparte del registro a través del chip del animal sintiente, se exigirá a los propietarios a la realización de un curso sobre tenencia responsable de animales y materializar, entre otras, una especie de DNI pero para la mascota, donde constará el nombre del animal, del propietario y demás datos relevantes. Habrá multas de importante cuantía para quien lo incumpla. También para los responsables de los centros de acogida temporal de animales, que estiman que se triplicará el gasto actual de 90.000 euros para acogerse a la normativa. La ley no entrará en vigor hasta que haya un Gobierno en España. | P. Pallarés