El olor del adobo del atún sobrevolaba este sábado la carpa instalada en el parque Pérez Galdós de Arguineguín, abriendo el apetito de locales y foráneos. En la más de una decena de puestos dedicados a la restauración la oferta de este producto marinero era bastante amplia. Croquetas, empanadillas, en salpicón, a la plancha, en sushi o el particular adobo, «todo está bueno», aseguraba un comensal espontáneo que llegaba hasta el lugar desde la capital grancanaria.
La sexta edición de la Feria del Atún y del Mar de Mogán volvió a contar con el apoyo del público, que llegaba al recinto con ganas de probar y de disfrutar de una jornada que se prolongó hasta la media noche.
El homenaje emocionado a cuatro marineros del municipio que dedicaron más de 30 años de su vida a la mar, José Déniz Hernández y Rubén Déniz Padrón, del puerto de Mogán, y Manuel Moreno Ruano y Tomás Trujillo Santana, del puerto de Arguineguín, este último representado por su hijo, abrió esta sexta edición. El público conoció por las entrevistas proyectadas en la pantalla del recinto a cada uno de ellos cómo era la vida de estos hombres que salían a la pesca a vela o a remo, y más tarde a motor.
Todos ellos cogieron un recuerdo de manos de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, el director general de Pesca del Gobierno de Canarias, Armiche Ramos, el consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, Carlos Álamo, y el concejal de Pesca, Víctor Gutiérrez, además de los patrones mayores de la cofradía de Mogán, Cristóbal Godoy, y de Arguineguín, Ricardo Ortega.
Entre los puestos que ofrecen comida, Dalmai Hernández, de Industria Culinaria Eventos, de Veneguera, subraya que esta feria «siempre es un escaparate para darnos a conocer un poco más y también darle salida al producto del mar de aquí». Esta vez ha traído pinchos de atún y boquerones, que ofrece con su refresco artesano que elabora en el Valle de Mogán bajo la marca Mixtures IQ, y que exporta a países como Alemania y Francia.
Para gustos, recetas
El chef Lolo Román hizo una exhibición de cocina en directo, en la que enseñó al público la elaboración de cinco platos, varios de ellos con partes del atún que no son muy conocidas por el público, como el tarantelo o el morrillo.
El afamado cocinero también se refirió al atún como un producto muy importante en la gastronomía canaria, «aunque muy estacionario». Román afirmó que los adobos, se utilizaban para alargar la vida del producto cuando no había neveras en los hogares. «Esos aromas de los adobos, con las mezclas de especias y vinagres, además de despertar el apetito genera en muchas personas recuerdos de las cocinas familiares», afirmó el chef.
La Feria del Atún y el Mar también contó con la participación de los chefs del municipio José Alonso, Aynara Alonso y Carlos Santana, que compartieron sus recetas y su buen hacer en los fogones con el público.
Entre el gentío que degusta diferentes platos en las largas mesas, Rosa Herrera presume de hacer un buen atún adobado, y no esconde su receta. «Ajo, orégano, aceite, vinagre, pimentón y la sal, y lo acompaño con papas sancochadas», y dice que lo aprendió de la gente antigua. Su hija y su marido asienten con la cabeza cuando Rosa dice que es una buena cocinera. Los tres coinciden en que les encanta esta feria «pero este año los precios están más caros que en años anteriores».
El chef Lolo Román dice que muchos adobos traen recuerdos de cocinas familiares
Un poco más allá, Fabiola Santana y Francisco Ramírez prefieren el atún a la plancha, él, y en adobo ella. Ramírez es un pescador retirado que durante muchos años se dedicó a la pesca para echar a su familia adelante, como antes lo hiciera su padre con ocho hijos. Dice que es un trabajo muy duro «pero volvería otra vez porque me encanta pescar». Ambos destacan que la feria está muy bien, tanto para las personas adultas como para los niños y niñas, «además de ser un homenaje a la gente del mar».
José Antonio Rodríguez ‘Toto’ y José Antonio Perera comparten sombra en el parque. El primero es de plancha y al segundo le gusta con mojo verde. Valoran muy positivamente esta iniciativa «y cada año se está superando, y también une más al pueblo y atrae al municipio a muchos visitantes». ‘Toto’ adelanta que «si quieres ver atunes vente mañana (por hoy) al muelle. Mañana llegan todos los barcos, que están faenando en Fuerteventura. Mi amigo Oliver cogió 4.000 kilos de un viaje», aseguró.
La Feria del Atún y el Mar de Mogán también es este año una oportunidad para el alumnado del Pfae de Profesionales de Sala. El director del programa, Javier Álvarez, dice que hacer prácticas de cara al público en un evento de estas características «es una evolución personal para el alumnado. Al final la técnica se consigue, antes o después. Lo que tenemos que inculcarles es una rutina de trabajo en equipo. Una rutina profesional, un cambio de vida, sobre todo entre los más jóvenes. Lo que inculcamos es la actitud profesional, la constancia y la evolución personal y profesional».
Una profesión sin relevo generacional
Ricardo Ortega, patrón mayor de la cofradía de Arguineguín, asegura que «mucho tiene que cambiar este sector porque la tendencia es a desaparecer». Ortega Dice que no ve a jóvenes que quieran seguir, «cierto es que tampoco hay estímulos para que esos jóvenes se incorporen a esta profesión, que es muy bonita. De hecho, si yo volviese a nacer haría exactamente lo mismo. Pero no te voy a mentir, se va a perder, y necesitan mano de obra de relevo».