José Carlos Santana: «El Círculo de Labradores cumple 95 años y queremos que siga de por vida»

Se cumplen 95 años de la fundación de la Sociedad Recreativa y Cultural Círculo de Labradores. ¿Cómo se puede resumir sus inicios y su evolución durante este casi siglo de vida?

Lo fundaron los labradores del pueblo. Era un lugar de reunión. No estaba en la actual sede de Cardones exactamente. Pero se prendió fuego la anterior -en la calle San Isidro, 11-, y compraron los terrenos donde estamos ahora, construyéndose la actual sede.

¿Qué función cumplía en esos primeros años?

Al principio acogía las propias reuniones de los labradores. Luego comenzaron a quedar para echar una mano a la baraja y a otras actividades recreativas, y se fueron haciendo actos culturales, porque en el pueblo no había otra cosa, hasta formar la sociedad actual.

¿Imagino que no solo vendría gente de Cardones, sino de otros barrios de Arucas?

Sí. Actualmente, creo que es la única sociedad que está funcionando al 100% en Arucas, aunque también está la de Bañaderos, Tres Barrios y la Sociedad Atlántida.

¿Qué ha cambiado en estos años?

Tuvo épocas muy buenas. Sobre todo en la que estaban prohibidos los carnavales, pero aquí se hacían casi todos los años, enmascarados como fiestas de invierno. Hasta el cura ayudaba a que se hicieran. Hubo un gran auge en los años 70, 80 y 90. Los salones se llenaban, se ponían bochinches fuera y se llenaba toda la calle Párroco Déniz. También ha tenido muchos actos culturales. En los años 1975 y 77 fue premio García San Román por sus actos culturales; en 2007 el Ayuntamiento de Arucas nos concedió la Medalla de Plata de la ciudad; y el Foro S. XXI nos concedió el Gourié en 2017.

"Tuvimos un gran éxito en la época que celebrábamos los carnavales y llenábamos la calle»

José Carlos Santana

— Presidente del Círculo de Labradores de Montaña Cardones (Arucas)

Y ahora, ¿en qué está enfocado el Círculo?

Después de que se pararan los carnavales, que empezó a haber por muchos lugares, esto bajó bastante. El auge que teníamos eran los bailes, porque venían personas de todos lados. Cuando se vino abajo, la sociedad se mantuvo por los socios, y se quedó como una sociedad recreativa y cultural. Poca cosa. Después de 2019 la pandemia nos perjudicó bastante; se pasó bastante mal y socios se dieron de baja. Después de que pasara la pandemia se intentó empezar a recuperar con el anterior presidente, Alberto González, que falleció, y ahora intentamos volver a dinamizarlo. Aquí se imparte pilates, yoga tai chi, tenemos un grupo de teatro Tejeringue, que estrena ahora una obra con el aniversario, y a la Agrupación Musical San Isidro, que tiene bastante actividad. Esta semana, por ejemplo, tiene varias salidas a diferentes procesiones. E intentamos dinamizarlo y volver a organizar actos culturales, y sacarlo adelante en lo posible.

¿Cuáles son los mayores hitos en estas décadas?

En general los grandes bailes que se disfrutaban aquí, los premios que te nombré antes, las fiestas aniversario, diferentes actos culturales, charlas, exposiciones y los grandes campeonatos de Envite que se realizan.

¿Cuántos socios tienen ahora, y que tienen pensado para tratar de seguir atrayendo a más personas? ¿Y cómo está económicamente la entidad?

Tenemos unos 185 socios. Esto depende exclusivamente del socio. Es una sociedad privada, y para que funcione tiene que tener un mínimo de 200 socios. Solo los gastos que conlleva tener este edificio abierto están sobre los 1.000 euros mensuales. Cuando la pandemia bajó mucho y hubo que pedir ayuda a empresas privadas para que colaboraran y mantenerlo a flote. Cuando entramos en febrero estaba en 150, y hemos hecho unos 30 socios más estos meses.

¿El edificio es de su propiedad?

Sí, es propiedad de la entidad. Es un edificio grande: tiene sótano y patio, planta baja con un salón principal de actos, primera planta con salón de juegos con mesas, billar y la cafetería, con un pequeño balcón. y una segunda planta, donde está la biblioteca, que se usa para dar clases de yoga, sala de televisión y las oficinas. Estas actividades nos permiten tener un ingreso extra, porque son abiertas a todo el público, y hay que pagar una cuota.

Muchos de esos centros recreativos fueron desapareciendo con el tiempo, y son pocos los que sobreviven. ¿Cree que tienen futuro o deben replantearse su estrategia?

Creo que nos va a costar bastante que vaya hacia adelante, porque esto lo mantenemos principalmente los socios, y si la juventud no se hace socia, llegará al día en que tendremos que depender del dinero exterior, de subvenciones o entidades privadas, porque lo que no queremos es cerrarlo, y para eso estamos aquí.

¿Cómo se puede atraer a los jóvenes?

Es complicado, porque nosotros a lo mejor estamos dedicados a unas actividades que a ellos no le van. Cuando estuve de presidente en la primera etapa hicimos una campaña para captar jóvenes, pidiendo su opinión para saber qué querían. Pero ni así venían. En estos años sí se han hecho socios personas de unos 30 años, ayudando a bajar la media de edad, que sobrepasa los 60 años.

Uno de los actos del aniversario será en la entrega de reconocimientos a los socios de más de 50 años. ¿Son muchos, porque eso es fidelidad?

Este año son 14, porque desde la pandemia no se habían dado. La medida de edad de los socios es de más de 50 años. En los 95 años hemos tenido 21 presidentes.

¿Alguna mujer?

No hasta ahora. En los estatutos no se habla de que la mujer no podía ser socia, pero sí es verdad que hasta no hace muchos años no estaba bien visto que estuvieran como socias. Las actividades se dedicaban casi todas al hombre, salvo en carnavales, que sí participaban. En los 80 empezaron a hacerse socias. Ahora, de las últimas altas, casi un 40% puede ser mujer.

¿Qué le gustaría que fuera el Círculo al fin del mandato en 2028?

Entramos con la idea de que esto no se cerrara y mantenerlo con recursos propios. Y hacer actividades en lo posible económicamente todos los meses. También hemos pedido ayudas como asociación cultural para ver si nos la conceden. Es un dinero que nos vendría bien para cubrir los gastos. Nuestro objetivo es que el Círculo se mantenga de por vida. El edificio lleva su mantenimiento, y si se cierra esto termina por caerse. Y me gustaría agradecer a todos sus miembros durante estos años. Y pedir que se integren personas a este proyecto para que perdure para siempre.

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