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El perro de los extremos malditos

El espectáculo, cuyo protagonista fue encarnado por Drag Chuchi, se apoyó en los siete pecados capitales para abordar los problemas de la salud mental 

Suelta del Perro Maldito, Valsequillo 2024

La Provincia

Valsequillo

Valsequillo volvió a dejar suelto al perro maldito esta madrugada y junto a él, a la intolerancia, los prejuicios y los excesos de los siete pecados capitales que, anoche, parieron y mostraron sus verdaderas caras ante los miles de personas que se congregaron en este municipio grancanario para disfrutar de la 38ª edición de la Suelta del Perro Maldito, un espectáculo en el que participó un centenar de vecinos para poner el foco en las debilidades y los problemas de salud mental en la sociedad actual.

Minutos antes de la medianoche, la oscuridad lo invadió todo y cuando un poco de luz se abrió hueco aparecieron Avaricia, Soberbia, Gula, Envidia, Pereza, Ira y Lujuria, embarazadas, buscando a su hermana Emilia 'La Partera', mientras un niño huye, asustado, del Perro Maldito y su séquito.

Son las siete hermanas, vestidas con hábitos blancos de monjas, quienes reflejan los males de esta sociedad. Avaricia y Soberbia son dos políticas que defienden "la familia tradicional" y "las terapias de conversión", manifiestan su rechazo "a los lobbies LGTBI" y a la "ideología de género", y presumen de alcanzar el poder con solo el 3% de los votos. Ambas, que alardean de ser contrarias a la inmigración y piden "fronteras seguras", advierten que "Valsequillo caerá en un baño de sangre", en "una guerra civil", en medio de un improvisado mitin.

Las manadas

Por otro lado, una de las hermanas pequeñas, Lujuria, anima desde lo alto a un chico borracho a tontear con una chica que, luego, junto a otras, le violan en manada. "Soy la que da alas a tus instintos más oscuros, la que te sopla al oído y te dice que vas a gozar”, gritaba este pecado capital para luego culpar a la víctima por buscárselo.

Otra de las protagonistas fue Gula, que muy divertida y subida a una tarima representaba a un animal salvaje con aspecto de cerdo y le decía a quienes, a su lado, lucían orejas y hocicos de cochino, y comían basura que "pronto gozarán de peor salud gracias a mí y a mi creación".

Tendrán "enfermedades cardíacas, hepáticas, les subiré la tensión, el colesterol y les haré padecer todo tipo de cánceres", gritaba mientras reía con una hamburguesa en la mano. "Es tan barata, que hasta los pobres se la pueden permitir, bueno, es lo único que se pueden permitir".

Presumida y escandalosa, animó a todos los asistentes a comer y beber "como si no hubiera un mañana" y a apagar la tristeza, la rabia y la ansiedad con ella para "morir de placer".

Depresión y suicidio

La quinta de las hermanas, Pereza, puso de manifiesto, por su parte, el problema de la tristeza, la culpa y la depresión," un lento abrazo que me envuelve, que me besa con su aliento helado, incapaz de dejarme ir", declamaba.

Habló de sus "noches interminables" en una cama que "se ha convertido en una cárcel"; de la oscuridad que lo envuelve todo. "No sé qué hacer, no tengo ganas de nada, hasta abrir los ojos me cuesta", compartía con el público para luego añadir que ha aprendido "a vivir en este vacío, a bailar con la desesperanza".

Preparativos para la Suelta del Perro Maldito, 2024

La Provincia

En ese momento, en el que los actores pretendían mostrar qué ocurre cuando alguien decide suicidarse, los acróbatas Levy y Estrella hicieron aparición para representar con sus movimientos la vorágine de sentimientos autodestructivos.

Las diferentes capas de la envidia

Cuando Envidia salió en escena, lo hizo quitándose capas y exclamando cuánto deseaba todo. "Apetecer, a mí me apetece, pero me apetece desde el querer, no sé como expresarlo, pero a veces duele. Querer, yo lo quiero, pero lo quiero desde el amor, no sé como expresarlo, pero a veces también duele".

Y a medida que hablaba de la frustración y la desesperación que siente cuando no consigue lo que quiere, fue empezando a experimentar los síntomas de una crisis de ansiedad y siguió quitándose capas hasta arrancarse un trozo de piel. "Es aquí, justo aquí, en el centro, lo siento aquí, pero no es dolor físico, es como si doliera el alma, ¿me entienden? Me duele aquí, justo aquí, en el pecho, me duele el pecho, pero tiene que ser mío, solo mío, lo deseo, lo necesito, deseo eso que no poseo".

¡Aullad, aullad!

Una vez más, el niño asustado aparece corriendo mientras le persiguen seres oscuros, los protectores del Perro Maldito, que llegaba detrás de ellos riéndose de Emilia, 'La Partera', que se quejaba de que nadie la quería. "No fuiste parida, fuiste expulsada por ser un gran y enorme grano de pus", decía entre carcajadas.

Sin embargo, sus palabras no solo fueron para ella, sino que arremetió contra Soberbia y Avaricia, a quienes llamó "basura" y les dijo que con su discurso de "sí a la familia tradicional, no al lobby LGTBI", lo que querían decir es "espero que por fin puedan meter a todos los maricones y bolleras en un barco de madera y les prendan fuego. Lo que no saben ustedes es que a los maricones los inventé yo, que soy un poco bujarra; donde esté un buen rabo que se quite todo lo demás", dijo mientras sujetaba el suyo.

"Lo que voy a crear es la terapia de conversión para los gilipollas, vayan haciendo cola porque van a pasar todos ustedes uno por uno".

También arremetió contra las otras hermanas y su forma de incitar negativamente a la humanidad. "Cada vez hay gente más mala, cada vez hay gente más odiosa y eso no me gusta, pero no porque hagan el mal, que eso me encanta, es que esa panda de idiotas pretende quitarme el puesto".

El único que escapa del infierno

El Perro Maldito anunció entonces que "todos los demonios atacan a los seres vivos que tienen alma, enseñándoles que la verdadera ira es la que tiene cada uno en su interior, son ellos mismos mirándose al espejo" y se burló de todos diciendo que él es el único que ha podido salir del infierno mientras que al resto siempre les perseguirán" la avaricia, la soberbia, la lujuria, la gula, la pereza, la envidia y la ira".

Tras sus palabras, y en medio de todo un espectáculo de luces, desapareció para dar lugar junto a la muerte nuevamente, a Levi y Estrella.

El perro más reinona

Este año, la persona elegida para encarnar la emblemática figura del Perro Maldito fue Pedro Bethencourt, el alter ego de Drag Chuchi, el ganador del certamen Drag Race España y de la gala del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en 2019. El director del espectáculo, Kilian Betancort, explica que el consejo formado por la los miembros de la productora y casi una decena de vecinos que fueron elegidos tras varias reuniones que se celebraron a partir de junio, decidieron que fuera quien se pusiera bajo la piel de este demonio que cada año, en la víspera del día de San Miguel, se pasea a sus anchas por Valsequillo para 'sacar los colores' a los humanos. De esta manera, el pueblo agradece la aportación que este drag está realizando desde el taller que tiene en esta localidad.

En total, han participado en esta producción unas 110 personas, entre actores, productores, diseñadores, maquilladores y responsables de vestuario, explica Kilian Betancor, que cuenta que han sido muchas horas de talleres de expresión corporal, danza, zancudos, acrobacias, interpretación, microteatro, improvisación, creación de vestuario y maquillaje, entre otros, para ofrecer a la ciudadanía el espectáculo de 45 minutos de esta madrugada.

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