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El transporte interurbano moverá más de mil millones de euros a partir de 2027

El servicio de pasajeros que presta Global finaliza dentro de tres años

Europa permite una concesión de 10 años y cinco más por ser región ultraperiférica

La Guagua de las Promesas de Global lleva los 2.000 ruegos a la Virgen del Pino en Teror

Global/Imagen: José Carlos Guerra

José A. Neketan

José A. Neketan

Las Palmas de Gran Canaria

El transporte interurbano de pasajeros es un sector estratégico y crucial para la isla. Los datos así lo demuestran. Solo Global movió 42.140.000 viajeros en 2023 y espera alcanzar los 47.000.000 cuando cierre este año, casi cinco millones más. El fin de la concesión a finales de 2027 y el nuevo concurso que deberá planearse ha despertado en la última semana una corriente de opiniones sobre el futuro de la empresa. 

Este sistema de transporte, que llega a todos los municipios y evita el colapso de algunas de las vías más importantes de Gran Canaria, lo que colabora con el medioambiente y la descarbonización del aire en la isla.

Global es la empresa más importante de este servicio. Cuenta actualmente con 925 trabajadores y trabajadoras, y una flota de 410 guaguas que se reparten un total de 120 líneas. La última encuesta de satisfacción realizada por la empresa en 2023 mejoró su valoración hasta un 7,83, según los resultados del Estudio Anual de Satisfacción de Clientes a través de encuestas realizadas a personas que viajaban con la compañía. Pero el trayecto hasta llegar hasta aquí ha sido largo.

Global es la fusión de dos empresas que prestaban el servicio de pasajeros en la isla. Utinsa se ocupaba de la zona norte de la isla, y Salcai, del sureste y sur. Las dos compañías tenían como punto de partida y de llegada la capital.

Los orígenes de ambas están en los antiguos y populares coches de hora y los piratas. Los piratas eran coches de uso normal, la mayoría modelo furgón, que se dedicaban a transportar viajeros, haciéndole la competencia a los vehículos de la compañía Autobuses Interurbanos Canarios, S.A. (Aicasa), fundada a comienzos de los años 50, que intentaba mantener un horario fijo de salidas. 

Tras la quiebra de Aicasa, en 1973, el Estado constituye las dos empresas, Utinsa y Salcai. Esta última se crea como sociedad anónima laboral, en la que los trabajadores eran los socios. 

Utinsa es la que primero eligió zona, y se decidió por el norte, que era donde se localizaba en ese momento la actividad económica de la isla, por los cultivos de plátanos, entre otros aspectos, y donde había más movimiento de personas. Salcai se quedó con las otras rutas hacia el sur, cuando la zona turística apenas comenzaba a caminar. Aun así, cumplían como empresa de transportes de pasajeros en frecuencias y horarios. 

Con el tiempo, el sur comenzó a generar más economía por el crecimiento de la zona turística como receptora de mano de obra, y con ello aumentó el número de pasajeros de forma considerable.  

Fue el Cabildo de Gran Canaria el que propuso la fusión cuando ambas compañías estaban en continuas agarradas y enfrentamientos, que ya solo quedan en el recuerdo de muchos veteranos del volante de aquella época.

Tras un tiempo de negociaciones y diversas gestiones, la unión de ambas se produjo en el año 2000, dando paso a Global con la fórmula de sociedad anónima laboral, por la que los propios trabajadores son socios y propietarios de la compañía. Global compartiría el compromiso con la sociedad grancanaria de ofrecer la misma calidad y la misma oferta de servicio para toda la isla.

Una guagua de Global en Gran Canaria.

Una guagua de Global en Gran Canaria. / José Carlos Guerra

Tribunal de la Competencia

En esta fusión solo hubo un escollo que salvaron también con éxito. El Consejo de Ministros, con un informe del Tribunal de Defensa  de la Competencia, acordó que no se procediera a la unión de ambas empresas por considerar que se podría obstaculizar una competencia en el mercado del transporte de viajeros en la isla. El Tribunal recogía en su informe que la fusión aumentaría el grado de concentración en  ese  mercado, configurando así un monopolio que deterioraría las condiciones de competencia en los procedimientos concursales para la adjudicación de otras concesiones. Salcai Utinsa S.A. se vieron obligados a presentar un recurso ante el Tribunal Supremo que terminaron ganando en el año 2002. 

Global lleva con la concesión del Cabildo de Gran Canaria del servicio interurbano de pasajeros desde hace 20 años. Esta adjudicación finaliza el día 31 de diciembre de 2027, y deberá salir a licitación un nuevo concurso, esta vez con las condiciones que marca Europa. 

El transporte interurbano en la isla mueve alrededor de 100 millones de euros al año. Una cantidad que procede de las ayudas del Cabildo y el Estado, el pago de tickets de los usuarios y las políticas de los bonos para fomentar el uso del transporte público, entre otras políticas empresariales.

Contrato por 15 años

La Comunidad Europea, en el ámbito de los servicios públicos de transporte de viajeros por ferrocarril y carretera, estipula en el capítulo 4 del Reglamento (CE) nº 1370/2007 que la duración de los nuevos contratos no podrá superar los 10 años para los servicios de guaguas. También recoge que «si estuviese justificado por los costes que se derivan de una situación geográfica particular, la duración de los contratos de servicio público especificados en el apartado 3 en las regiones ultraperiféricas podrá prorrogarse en un porcentaje máximo del 50 %». Es decir que Canarias, al ser una región ultraperiférica, lo podría ampliar cinco años más. Por lo que en esos quince años, la gestión del transporte interurbano en la isla estaría en torno al millón y medio de euros. 

Este servicio actualmente se presta a través de cinco operadoras, Global, que representa más del 95% del transporte interurbano; y otras cuatro, La Pardilla, Gumidafe, Guzmán y Telbus, que representan el resto. 

Una guagua de Global en Gran Canaria.

Una guagua de Global en Gran Canaria. / José Carlos Guerra

En los últimos años, las políticas de movilidad sostenible, especialmente las vinculadas con las políticas de bonos, encaminadas a minorar el precio a los viajeros, primero con la semigratuidad que suponían los bonos y en los años 2023 y 2024 con la gratuidad para los pasajeros frecuentes, han supuesto un incremento muy significativo en el uso del transporte público. En el año 2022 se movieron 66,2 millones de pasajeros. En el año 2023, 91,4 millones, un 38% más que en el año anterior. Este año, al cierre de septiembre, lo han usado más de 76 millones de viajeros, lo que supone un 14% más respecto a la misma fecha del año pasado. Este dato permite afirmar que cerrará superando los 100 millones de viajeros. De esa cantidad de personas usuarias, algo más del 50% corresponden a los que usan el transporte público urbano (Guaguas Municipales), mientras que el interurbano representa algo menos del 50%. 

Este año el transporte interurbano puede cerrar sobre los 50 millones de viajeros. Todo eso hace que este concurso despierte mucho interés porque, desde el punto de vista de los usuarios, se trata de un servicio esencial. Para las empresas del sector es una actividad económica muy relevante, pues se trata de una actividad que supone más de 1.000 millones de ingresos brutos en los próximos 15 años, que sería previsiblemente el plazo de la concesión, si se optara por esa vía. Otro aspecto es el punto de vista de los responsables públicos, porque deberán tomar la decisión que sea más adecuada para garantizar la prestación del servicio en las condiciones más eficientes, es decir, mejor relación coste/calidad y que sean más sostenibles.

Varios modelos de gestión

Existen varios modelos de gestión para cuando finalice la concesión de Global a finales de 2027. Que una empresa privada que cumpla con todos los requisitos gane el concurso, una sociedad mixta en la que puede haber accionariado privado y público, en la que la administración pública se puede reservar la mayoría de acciones, y una tercera opción en la que la compañía sea 100% pública. La decisión está en manos de la Autoridad Única del Transporte, órgano del Cabildo de Gran Canaria que tiene la función de control y armonización sobre todas las operadoras para gestionar las infraestructuras de transporte, muchas veces compartidas por varias empresas, además de fijar las políticas tarifarias y unificar criterios.

El esfuerzo económico para asumir el transporte público interurbano lo asume, principalmente, el Estado y el Cabildo. Sobre la aportación del Estado (57 millones de euros, en el caso de Gran Canaria, hay que tener en cuenta que aún no se han recibido las ayudas de este año. A esto hay que añadir que Gran Canaria recibirá 2,5 millones menos que el año pasado, a pesar de que este año el transporte interurbano asumirá más costes debido al incremento de viajeros. En otros términos, lo que aporta el Estado no cubre lo que dejan de ingresar las operadoras con motivo de la gratuidad.

El profesor de Economía Aplicada de la ULPGC, Javier Campos, explica que lo que promueve Europa en los nuevos concursos es la competencia, «porque antiguamente lo que se solía hacer en muchos sitios en España era la renovación automática de las concesiones, y esto ya evidentemente no se va a permitir». 

Campos subraya que lo que impulsa la ley europea, aparte de que las guaguas sean más eficientes técnicamente y desde el punto de vista medioambiental, «es que haya más competencia en el sector, y, por lo tanto, lo que se va a intentar o lo que intentará esa normativa es que efectivamente que haya concursos que sean de verdad, y no de otra manera, que al final no hay competidores».

Posturas encontradas

El profesor afirma que es fundamental lo que vaya a pasar a partir de la renovación del contrato, «si va a haber competidores o no», y señala que hay algunas empresas que están haciendo movimientos para ver si les interesa o no meterse en el mercado canario.

Sobre la corriente de opiniones de diferentes grupos políticos que ha levantado el tema de la finalización de la concesión de Global a finales de 2027, Javier Campos asegura que «es normal» porque se trata de un sector vital para Gran Canaria. «Todo lo que sea estratégico, sean las guaguas, el tren o el puerto, todos ellos del ámbito del transporte, es fundamental para la isla y siempre va a haber posturas encontradas». 

El economista destaca que «lo único que no ha habido todavía son argumentos serios, porque se está hablando de que si se debe comprar Global para que sea pública, y la cuestión no es esa». 

Campos señala que la cuestión no es si es pública o privada, «sino qué empresa presta mejor los servicios. A mí me da igual que Global sea pública o privada, siempre y cuando me dé un buen servicio. Como consumidor me va a dar igual. Lo que importa es si el transporte funciona».

Un debate político precipitado

Las declaraciones del diputado socialista Miguel Ángel Pérez del Pino a comienzos de semana instando al presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, a decidir sobre si quiere un modelo público o privado para el transporte interurbano de la isla, provocó un cruce de declaraciones entre distintos grupos políticos. Morales y Teodoro Sosa, consejero de Movilidad del Cabildo de Gran Canaria y vicepresidente primero de la Autoridad Única del Transporte, contestaron en la misma línea, tachando a Pérez del Pino de «oportunismo político», y advirtiendo que no aceptarán «chantajes o injerencias» en las decisiones que se tengan que tomar. Morales insistió en que todo esto no ayuda a los trabajadores, ni a la empresa ni al proceso, «pero eso no nos va a distraer». El portavoz del PP en el Cabildo, Miguel Jorge Blanco, aseguró que es «una vergüenza que dos socios de Gobierno estén a la gresca por el transporte en la isla». Vidina Cabrera, portavoz de CC en la institución insular, señaló que es «una locura» el debate «sin tener una información milimétrica de cómo está Global y sus cuentas».

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