La melodía ancestral que llega a los finaos

Tienen varios siglos de existencia en la cultura popular de las Islas y siguen siendo unos auténticos desconocidos.

Se trata de una manifestación cultural única en el mundo que pone música para salvar a las almas del Purgatorio y que puedan subir al cielo a descansar. 

Los Ranchos de Ánimas son un tesoro. Aunque se les relacione con el Día de los Finaos, salen desde principios de diciembre y se recogen el 2 de febrero.

Historia del Rancho de Ánimas y Pascuas en La Aldea de San Nicolás

José A. Neketan

José A. Neketan

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

No es que las calabazas le ganen el terreno a las castañas, las nueces y el anís, sino que son dos costumbres obligadas a convivir en estos tiempos modernos y globalizados. La rivalidad entre la tradición, representada por las antiguas formas de celebrar el Día de los Finaos, como se denomina en Canarias al Día de Todos los Santos, y la modernidad importada de lugares como América del Norte con Halloween continúa. 

La celebración de los Finaos en Canarias guarda algunos tesoros ancestrales que siguen pasando desapercibidos y son de una gran riqueza cultural. Los Ranchos de Ánimas, aunque se les relacione con esas fechas por sus tristes tonadas y su formato singular, tienen más que ver con el periodo de Pascua que la celebración del Día de los Difuntos. Estas reliquias populares, de varios siglos de historia, continúan vivos por el empeño de personas y colectivos. Valsequillo, Teror y La Aldea son los únicos municipios en Gran Canaria que mantienen esta costumbre, que en otro tiempo también tuvo presencia en diferentes islas del Archipiélago. 

Rancho de Ánimas de Ingenio, ya desparecido.

Rancho de Ánimas de Ingenio, ya desparecido. / LP/DLP

Son varios los cronistas, estudiosos y músicos, entre otros profesionales de distintas disciplinas, los que se han dedicado a recoger la historia de los Ranchos de Ánimas y a reivindicar su importancia. El cronista de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, quien recuerda que acompañó muchas noches de la década de los 50 al Rancho de Ánimas de Ingenio, ya desaparecido, recoge en el Anuario Crónicas de Canarias de 2018, que la existencia de esta tradición histórica en Ingenio y Carrizal debe ser encajada en el contexto de la Cofradía de Ánimas, bajo tutela de la parroquia de San Sebastián, de Agüimes, en el ámbito general del Señorío Episcopal, como única parroquia matriz, «siendo los Ranchos un elemento más de recaudación de limosnas para fines piadosos, relacionados con la muerte y los difuntos (misas, sermones y funerales), presencia de cofrades en los entierros de los más desfavorecidos, auxilio de pobres y en adecentar y mantener el altar que disponían en el interior del templo, sobre todo en cera para velas, paños, imágenes y otros». Sánchez expone en su investigación que la presencia de la Cofradía de las Ánimas en el Señorío de Agüimes se fundamenta a partir de 1647.

«Folclore vivo»

Roberto Suárez pertenece al Rancho de Ánimas de Arbejales - Teror, desde hace 26 años. Define a estas singulares formaciones como «un grupo de personas, hombres mayoritariamente, que iban por las casas pidiendo limosnas, que le cantaban a los difuntos, y el dinero que reunían lo entregaban, bien a las Cofradías de Ánimas o, sobre todo, a las parroquias, con el pedido al párroco correspondiente de que se hicieran misas para la salvación de las almas del Purgatorio»

1. Rancho de Ánimas de Arbejales, Teror.

1. Rancho de Ánimas de Arbejales, Teror. / LP/DLP

Suárez, doctor en Musicología e investigador del Rancho al que pertenece, coincide con otros estudiosos en que estas formaciones, que tienen un fundamento religioso básico, llegaron a Canarias en la segunda mitad del siglo XVI a primera mitad del siglo XVII. «Tiene su origen en el Concilio de Trento, donde se reafirma el Purgatorio, y como está muy relacionado con esta doctrina, a partir de ahí se impulsa a estas agrupaciones y empiezan a proliferar por todo el territorio nacional». Entusiasta de lo que vive en su formación, compuesta en la actualidad por 15 personas, asegura que Los Ranchos de Ánimas «son folclore vivo». 

Roberto Suárez apunta que «no han desaparecido nunca. Llevan más de 400 años en activo y siguen teniendo una función social, la de darle consuelo a las personas que han perdido a sus familiares o seres queridos. «Es una forma de estar en paz con ellos mismos, y un signo de respeto y agradecimiento a las personas que ya se fueron», explica. Suárez destaca que los tres ranchos que existen, «que son únicos en las Islas y en el mundo», ya no salen para los finaos, «sino por la Inmaculada o Santa Lucía y se recogen por el día de la Candelaria, a comienzos de febrero», participando en las fechas navideñas, por lo que los Ranchos de Ánimas también hacen la función de Ranchos de Pascua. Entre las singularidades que tienen estas formaciones está el uso de la espada como instrumento, que se golpea con una varilla de acero al ritmo de los otros instrumentos como panderos, tambores, guitarras, timples, que se incorporaron sobre los años 60 del siglo pasado. 

Estrofas en Zégel

Usan dos estructuras para las estrofas muy parecidas, y ambas tienen su origen en el zéjel, una composición estrófica en la métrica española de origen árabe, «en la que a una la llamamos copla, con versos de ocho sílabas, y la otra deshecha, con versos de doce sílabas». 

Los que sí tienen salidas previstas para actuar en público en los Finaos son los miembros del Rancho de Ánimas de Valsequillo. Está compuesto por 20 personas y coinciden en él hasta tres generaciones. José Antonio Sánchez, uno de sus miembros, afirma que su origen «se pierde en la historia. Todo viene de atrás, pasando de unos a otros y no se sabe desde cuándo porque nunca ha parado». Sánchez asegura que el Rancho de Ánimas «es un sentimiento y la creencia de que cuando uno muere va al Purgatorio a expiar los pecados, y rogándole a Dios por el alma de esos difuntos salen del Purgatorio y suben al cielo a descansar. Es como decir misa, pero cantando». 

3. Rancho de Ánimas de Valsequillo

3. Rancho de Ánimas de Valsequillo / LP/DLP

El ranchero adelanta que en Nochebuena van a la iglesia. «Antiguamente, salía el Niño Dios con la música del Rancho y hacemos el besapiés. Como curiosidad, coincide con el de Teror en que nunca salen la víspera del Día de los Finaos. «De Santa Lucía en adelante o en Navidad empieza y se recoge el 2 de febrero, día de la Candelaria. Pero ahora salimos más», apunta. José Antonio Sánchez, quien adelanta que el día 1 de noviembre, Día de los Finaos, saldrán al cementerio de Valsequillo a cantar en un responso, luego irán a la iglesia de San Miguel y también al cementerio de Tenteniguada».

Expulsados de la iglesia

En La Aldea, el Proyecto Comunitario ha hecho un importante esfuerzo en la recuperación de su Rancho de Ánimas y también una valiosa labor de investigación. Ancor Suárez, su presidente y uno de sus rancheros encargado del sonido de la flauta, señala que esta formación «es una tradición vinculada a la iglesia». Suárez subraya que el de La Aldea «mantiene las dos vertientes, la de Ánimas y la de Pascua, que le canta a la Navidad». Sale desde el día 8 de diciembre al 2 de febrero, y no sale más en todo el año.

Rancho de Ánimas de La Aldea.

Rancho de Ánimas de La Aldea. / LP/DLP

Durante ese periodo van a las casas donde lo llaman para cantarle a las ánimas, además de asistir la noche del 24 de diciembre a la misa del Gallo, «donde entramos bailando, una tradición que también se ha recuperado». Ancor Suárez explica que el Rancho de la Aldea estuvo desaparecido porque llegó un cura, D. Juan Quintero en el año 1945, y prohibió el acceso del Rancho a la iglesia. «Entonces los rancheros estuvieron tocando durante un tiempo por fuera, hasta que dejaron de hacerlo porque el sentido era ir allí porque al final su labor es la de recaudar dinero para entregársela a la parroquia». El presidente explica que cuando eso se rompió dejaron de salir, y en el año 90, después de un trabajo de investigación del Proyecto Comunitario de La Aldea se vuelve a retomar esa tradición, «cuando todavía quedaba algún ranchero de esa época, como don Fulgencio, que era el ranchero mayor del Rancho que había desaparecido, y no solo enseñó a los que en ese momento estaban, sino que se pudieron recuperar instrumentos de la época, y muchos de los participantes de ese rancho eran hijos y nietos de la antigua formación aldeana».

Camino a ser declarado Bien de Interés Cultural

Los Ranchos de Ánimas de La Aldea, Arbejales (Teror) y Valsequillo continúan mantenido viva esta tradición ancestral que cumple la función del culto a los difuntos. Ancor Suárez explica que sentían la necesidad de que este singular tesoro cultural perviviera en el tiempo de manera inquebrantable. Es por ello que desde el Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea se redactó un dossier donde se recogían documentos históricos de los archivos parroquiales y testimonios de informantes que habían sido componentes del rancho, ya fallecidos, y los que actualmente participan, como el cronista oficial Francisco Suárez Moreno. La finalidad era solicitar a los ayuntamientos donde pervive esta manifestación que iniciaran los procedimientos para tramitar un expediente para que sean declarados como Bien de Interés Cultural (BIC). El Rancho de Ánimas y de Pascuas de La Aldea agradece a las instituciones y a la Corporación del momento que creyeran en su empeño por reconocer esta importante tradición. El procedimiento comenzó en 2017 por iniciativa de los ayuntamientos de Teror, Valsequillo y La Aldea. Ahora la Ponencia Técnica de Patrimonio Cultural de Canarias informa favorablemente la declaración de BIC.

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