Pino vuelve a dar la alegría de la Lotería de Navidad a Sardina de Gáldar

"En serio, otra vez". La alegría por la Lotería de Navidad vuelve a sonreír al barrio de Sardina de Gáldar, como demostró este cliente cuando entró a media mañana de este domingo al Bazar Librería El Sobradillo, situado junto a la carretera general y se enteró de la buena noticia. No le tocó a él, pero estaba igual de contento por la noticia. Pino Montesdeoca y sus tres hijos vuelven a repartir un cuarto premio del sorteo más esperado del año, con el número 77768, tras los éxitos de las últimas ediciones.

El punto de venta de Pino Montesdeoca ya tiene un nuevo cartel que lucir con orgullo en el escaparate de su local multiservicios, después de un primer premio y un quinto en años pasados, que se suman a otros repartos de dinero de 'la suerte'.

Hasta última hora

"Llevamos tres años seguidos dando premios", resalta su hijo Yasser León. Ahora es un cuarto, con el número 77768, que ha llegado también a distintos puntos de la comarca Norte de Gran Canaria. Todo lo han vendido por máquina, por lo que de momento no sabían a cuántos jugadores les puede haber tocado, aunque lo hicieran por ventanilla. Eso sí, no han dejado ningún número en el mostrador, ya que lo vendieron todo, y no han tenido que devolver nada. "Hemos estado hasta última hora de la noche", recuerda Yasser.

La cliente habitual es casi en su totalidad del barrio galdense. "Ojalá se haya quedado por aquí", resalta Yasser, aunque no descarta nada. Lo único que tienen claro es que no se quedaron en sus manos.

El año pasado ya entregaron un quinto premio entre una peña con cerca de 300 integrantes, repartiendo 30.000 euros. Y en 2021 fue El Niño.

La alegría de los premios de la Lotería de Navidad en Gran Canaria, en imágenes

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Casi medio siglo en Sardina

"Me escriben mucho, y nos llaman, pero todavía no conozco a nadie que le haya tocado este año", señala uno de los copropietarios.

El bazar es muy conocido en el barrio. Allí se puede encontrar de casi todo. Llevan cerca de 45 años vendiendo sus productos a los vecinos de este tradicional núcleo de la costa de Gáldar. Pino recuerda que lo montó ella, después de vender durante un tiempo golosinas en la puerta del colegio, y que ahora tras su jubilación lo llevan en el día a día sus tres hijos. Es un negocio familiar, ya que también está un primo. 

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