Santa Lucía de Tirajana
El Cuarto aborigen cumple 40 años
El taller de alfarería de Sardina cumple 40 años con una exposición en Vecindario con muestras de réplicas calcadas de los hallazgos prehispánicos a través de fotos 3D. La Jarra de Agüimes con eclipses de Sol y Luna o los gánigos funerarios, llamativos como toda su cerámica.

Floro del Toro, Alberto de la Cruz y Juan Morales, alfareros. / La Provincia
El taller de cerámica aborigen El Cuarto, de Sardina del Sur, en Santa Lucía de Tirajana es de los escasos de la alfarería aborigen canaria que quedan. Cumple 40 años este 2025 y lo celebra con una exposición única, Patrimonio Fragmentado, con obras a escala real de los vestigios de la prehistoria de Gran canaria así como una selección de cerámica contemporánea. Se encuentra en las salas Lola Massieu y J. Jannina del teatro Víctor Jara de Vecindario. Sus alfareros, altruistas, usan ahora tecnologías como la fotografía 3D para calcar al milímetro y hacer a escala cada trazado de piezas arqueológicas originales refugiadas en el Museo Canario, como el Jarrón de Agüimes, considerada una joya emblemática por sus peculiares trazos de los eclipses de Sol y Luna, o los gánigos funerarios, con grabados de pintaderas triangulares que muestran la magia a las que están asociados en distintas culturas. Son piezas de filigrana que primero elaboran y detallan sobre el color rojizo del barro que usan, seña de la tierra calcinada por el volcán. Se pueden admirar y adquirir hasta el 11 de enero en un entorno cuidado y al detalle donde no ha faltado la presentación de un libro.
Única de Gran Canaria
El Cuarto es el taller de alfarería iniciado en 1985 por amantes de la cerámica peculiar de Gran Canaria, la historia prehispánica canaria y sus legados arqueológicos. Nació en el cuarto de aperos de un viejo alpendre de Sardina del Sur, que fue rehabilitado y transformado por sus fundadores y cinco chicos del barrio atraídos por este arte. De sus dos fundadores, José Caballero y Alberto de la Cruz, es este último el que sigue con el proyecto inicial junto a Floro del Toro y Juan Morales, que dan vida a unas composiciones alfareras propias de la cerámica aborigen de Gran Canaria, "elaborada a mano sin uso de torno y la más evolucionada de Canarias", explica Del Toro.
Estudió el ciclo de cerámica en la escuela de Arte de la capital grancanaria y es el portavoz del resto de sus compañeros, con los que comparte espacio a diario en la casa de La Era de Vecindario, donde se encuentra el taller El Cuarto desde 2002. Antes compartió ubicación en La Enredadera, el centro de la Mujer donde convivían artísticamente con otros artistas cesteros, como Francisco del Pino.
Destaca que cada pieza es única y representa a escala las piezas originales que se guardan en el Museo Canario, a "donde vamos habitualmente para actualizar nos con los nuevos hallazgos en los distintos yacimientos arqueológicos, como La Fortaleza". Fue precisamente el arqueólogo Marco Moreno, director de Tibicena, empresa que gestiona este yacimiento, el encargado de presentar esta muestra, con la que El Cuarto inicia el programa de actividades durante este 2025 para conmemorar sus cuatro décadas de trabajo. En este tiempo han intentado dar su arte a conocer y lo han logrado, al menos por su permanencia y seguir activos, a pesar de los varapalos sobre todo activos y también decaer sobremanera la euforia que vivió la artesanía en la década de los 60 del pasado siglo.

Del Toro, con el jarrón de Agüimes. / La Provincia
Fotos en 3D
Para plasmar las imágenes, "usamos fotografía en 3D, con las que podemos hacer las reproducciones a medida de cada pieza", detalla Del Toro. Aproximadamente, el tiempo para la elaboración de cada una se prolonga durante unos 20 días.
No es rentable, dice también el ceramista, "porque no nos da para vivir de esto. Antes hubo un boom de la cerámica aborigen -especifica- hasta que decayó".

Algunas de las piezas de la exposición. / La Provincia
En la muestra se exponen 90 piezas, y desde que abrió, el 12 de diciembre, solo han vendido dos de las cerámicas porque esto es arte, y eso no vende". Aún así continúan con su labor de manera altruista en la casa de la Era, cedida por el Ayuntamiento de Santa Lucía, donde elaboran en el taller y muestran sus cerámicas.
La exposición deja a la vista un legado impresionante de los mejores hallazgos encontrados por arqueólogos en yacimientos grancanarios.
Un jarrón con eclipses de Sol y Luna
De todos, Del Toro destaca la belleza de la réplica de la Jarra de Agüimes, encontrada cuando se construía la actual parroquia de San Sebastián, que data de 1787, frente a la plaza de Nuestra Señora del Rosario. La peculiaridad de esta talla, precisa Del Toro, "es que conserva las pinturas en las que se aprecian un eclipse de Sol y otro de Luna". Esta cerámica es una de las principales de la muestra y se encuentra en una vitrina rotatoria.
Igualmente, destaca los "espectaculares gánigos funerarios", recipientes cerámicos, moldeados a mano y sin torno, hallado junto a la persona enterrada "donde guardaban semillas" en lugar de piezas artesonadas de un rico valor económico como en otras culturas. En este caso, los gánigos destacan por estar decorados en su exterior con pintaderas triangulares, forma geométrica asociada a lo 'mágico' por los aborígenes de la isla, el mismo significado que se le atribuye en otras civilizaciones.
En estos días se presentó el libro Flores de Bach, del autor Rosendo López.

Rosendo López presentó su libro en el contexto de la exposición. / La Provincia
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