San Bartolomé de Tirajana

Morro Besudo reclama luz en el paseo marítimo tras un año renovado

La asociación de vecinos se queja de que las farolas están puestas desde hace un año que terminó la renovación de la avenida pero aún no están encendidas.

Dos turistas caminan por el pase de Morro Besudo, justo al lad de una farola.

Dos turistas caminan por el pase de Morro Besudo, justo al lad de una farola. / LP/DLP

La asociación de vecinos de Morro Besudo, en San Agustín, en San Bartolomé de Tirajana, denunció este miércoles la falta de alumbrado público en las farolas que se encuentran instaladas en el paseo marítimo del barrio desde que hace más de un año concluyen las obras de renovación de toda la avenida. Reclaman además que se instalen papeleras, pues los viandantes tiran la basura al suelo, y que se prohiba la entrada de motos por el paseo.

Escaleras del paseo marítimo de Morro Besudo.

Escaleras del paseo marítimo de Morro Besudo. / LP/DLP

En una rueda de prensa celebrada en el propio paseo, Jan Schoffer, el presidente de este colectivo que integra a más de un centenar de propietarios, criticó que a pesar de las numerosas peticiones escritas y orales y de una reunión con representantes municipales, el Ayuntamiento aún «no haya encendido las farolas», situación que considera crea inseguridad para los residentes y turistas que se alojan en la zona, quienes ante la falta de luz podrían acabar siendo víctimas de algún delito.

Tránsito de motos

Además, critica que el Consistorio no haya colocado papeleras a lo largo del paseo, lo que ha implicado que la avenida acumule restos de basura en algunos espacios y que algunos transeúntes decidan tirar sus desperdicios por detrás del muro, con riesgo de caer al mar. Por ese motivo, reclaman también que el Consistorio limpie la suciedad acumulada en la franja de tierra que va desde el paseo hasta el mar.

Por último, solicitan al Ayuntamiento que instale la señalización necesaria para evitar que las personas accedan con moto al paseo marítimo ya que «ponen en peligro a los viandantes y antes de que se produzca alguna desgracia». Para Jan Schoffer, también «hay que considerar que después de más de un año de la finalización del paseo, las barandillas están ya oxidadas, sucias y a veces faltan por completo, como por ejemplo en la parte inferior de los escalones, o que algunas losas de piedra se hayan desprendido».

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