Agüimes

La burra Serafina no gana, pero se va de fiesta: "Quiero que mis hijos disfruten de las fiestas populares"

La feria de ganado premia a 54 ejemplares de la isla y pone colofón a las fiestas de San Sebastián en Agüimes. Se estrena la equina de siete años, que hace las delicias de los niños y los acompañará en familia a la Subida del Millo, Bajada del Gofio y otras romerías.

Laura, su padre Juan Francisco Acosta y la burra Ceferina, que se estrena en la feria.

Laura, su padre Juan Francisco Acosta y la burra Ceferina, que se estrena en la feria. / La Provincia

Agüimes

Las fiestas del patrono San Sebastián en Agüimes finalizaron este lunes con una espectacular feria de ganado con 120 ejemplares de toda la isla que además compitieron. Solo 54 resultaron premiados en las diferentes categorías bovina, caprina, ovejas y equina, solo con burros. Los ganadores hicieron un paseíllo después por las calles del casco histórico y tras la santa misa, desfilar delante de la imagen del santo, que salió de la iglesia que lleva su nombre sobre su trono delante del pórtico. Entre los ejemplares que lucieron la orla de ganador no figuraba la burra Serafina, de siete años, recién comprada por uno de los ganaderos participantes, Juan Francisco Acosta, para deleite de sus hijos y de él mismo, para que los acompañe y transmitir la tradición en las venideras romerías y sobre todo, en la Subida del Millo y Bajada del Gofio de Agüimes. Su hija de tres años, Laura, no se lo quiso perder, ni los cientos de personas que fueron a rendir homenaje en el día festivo del municipio. Serafina se estrenó y se mostró como ejemplo, según su propietario, para apoyar y potenciar tanto la agricultura como la ganadería local "porque dan vida". Agüimes ganó enteros con la feria y con un primer y segundo premio con su ganadería bovina del país.

Familias enteras

La fiesta para conmemorar al patrón San Sebastián no pudo tener mejor final en el casco de Agüimes. Buen tiempo y feria de ganado con los mejores ejemplares de la cabaña insular. Centenares de personas acudieron a uno de los eventos mas multitudinarios de la programación. Aprovechando el día festivo, la chiquillería se agolpó alrededor de las zonas acotadas en la explanada del teatro Auditorio de Agüimes. Desde las 10.00 horas se expusieron a la vista de los pequeños, sus familiares, curiosos y también al examen del comité de veterinarios, que decidió qué cabezas de ganado de vacas, toros, novillos y becerros del país y de raza extranjera, cabras, machos cabríos, ovejas, carneros, burros y burras, presentaban las mejores características para hacerse con el galardón.

Al examen se presentó por primera vez Serafina, una burra de siete años que acaba de comprar el agüimese Juan F. Acosta "hace nada, venía ya con ese nombre y ¿Para qué cambiárselo?", comentó riendo. Recuerda con orgullo que hoy día guarda su ganado en la misma cuadra que usaba su abuelo, en la finca familiar cercana al casco de Agüimes.  Por ahora tiene 10 vacas y seis cabras, además de la nueva en la familia, Serafina. Pretende que no se pierda la tradición ganadera de la isla y de paso, hacer disfrutar a sus pequeños.

Tradición

"Quiero que mis hijos disfruten de las fiestas populares. Compré a Serafina con la idea de ir en familia a todas las fiestas, a las romerías y sobre todo, a la Subida del millo y la Bajada del Gofio, a las que no faltamos". Recalca que es sobre todo por seguir la tradición e inculcársela a sus hijos, "que vienen siempre a las fiestas". Laura es la pequeña, de tres años, y ya apunta maneras al igual que su hermano de seis años. "Les encantan los animales y nada mejor que tenerlos cerca", dijo orgulloso con su niña en brazos junto a Serafina, que tiene siete años y es toda una joven. De promedio, esta especie equina alcanza los 30 años de vida.

Se acordó de sus abuelos, uno era de La Palma y el otro "de Agüimes". Fue este último el que más le influyó para proseguir con la ganadería porque que "antes vivía de esto. "Sin embargo, hoy día esto es un hobby para mí. La mayoría de los ganaderos mantenemos los animales porque nos gusta y porque no queremos perder lo de nuestros padres y abuelos. No podemos mirar para atrás y decir ¿Y ahora qué, esto se pierde No queremos que esto pase nunca porque nos da vida".

Promoción

Aun así, reconoce que es difícil mantener tanto la agricultura como la ganadería "sin otro trabajo remunerado. "El forraje n hace dos años se disparó de precio. Ahora ha bajado algo y gracias a las ayudas que nos dan podemos continuar. Sería una pena perder esto, que es vida y nos gusta". Adelanta que entre todos intentan promocionar la ganadería y la agricultura a pesar de que "teniendo esto, tengo que ir al supermercado todos los días a comprar comida".

Entre ellos, el premio a la mejor vaca el país, que se se quedó en Agüimes de Alejandro Marcelino González Martín, igual que el premio al mejor toro del país, que también recaló en Agüimes, en el ganadero del municipio Gregorio Bordón Castellano. Saúl Medina Ponce, del municipio de Moya, se llevó el premio a la mejor vaca extranjera, mientras que Juan Francisco Ortega López, también de Moya, consiguió el galardón al mejor toro extranjero. Como mejor novilla del país fue elegida la de Juan Francisco del Toro Hernández, de Ingenio. Gregorio Bordón Castellano, de Agüimes, repitió premio con el mejor novillo y la mejor becerra del país, mientras que Saúl Medina Ponce se llevó para Moya los reconocimientos al mejor novillo, la mejor novilla y el mejor becerro de raza foránea. Juan Yánez, de Teror, consiguió el galardón a mejor becerro del país.

Ganado caprino, ovino y equino

El ganadero Mario Quintana, de Valleseco, consiguió por su parte el premio por la mejor cabra y Diego Viera López, de Agüimes, por el mejor macho cabrío. El galardón a la mejor oveja fue a parar a Manuel Santana Guerra, de San Bartolomé de Tirajana, y el mejor carnero a Jesús Manuel Arencibia González, de Valleseco, quien también presentó al mejor burro de la feria. El premio a la mejor burra fue a parar al animal presentado por Francisco Alemán González, del municipio de Agüimes.

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