San Bartolomé de Tirajana

El Cabildo de Gran Canaria interviene en el palmeral de Casas Blancas ante su abandono

La Consejería de Medio Ambiente y Tragsa realizan podas y limpiezas del terreno para proteger los ejemplares silvestres y prevenir los incendios

Palmeral de Casas Blancas, en las medianías de San Bartolomé de Tirajana.

Palmeral de Casas Blancas, en las medianías de San Bartolomé de Tirajana. / LP/DLP

San Bartolomé de Tirajana

Las actuaciones del Cabildo de Gran Canaria para proteger los palmerales silvestres de la Isla se concentran actualmente en el de Casas Blancas, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, con labores de limpieza y poda ante el estado de abandono por el despoblamiento de ese enclave agrícola de las medianías del Sur.

Tras intervenir en casi una veintena de palmerales en los últimos cinco años, con una inversión superior a los 800.000 euros, los técnicos del Cabildo han puesto el foco en Casas Blancas para realizar trabajos silvícolas preventivos, «encaminados a salvaguardar y proteger estos ecosistemas tan característicos del paisaje de la Isla, así como aminorar el riesgo y las posibles consecuencias de los incendios forestales en las zonas de interfaz existentes entre los palmerales y los núcleos de población asociados a ellos», según explicó Raúl García Brink, consejero de Medio Ambiente del Cabildo, tras observar in situ esas labores.

El barranco de Tirajana alberga una de las mayores poblaciones de palmera canaria (Phoenix canariensis) y entre los muchos palmerales que acoge se encuentra el de Casas Blancas, a los pies del Macizo de Amurga, de enorme valor paisajístico. Suma unos 600 ejemplares adultos, muchas de ellos de más de 15 metros de altura, y está considerado como «uno de los más densos, productivos y puros desde el punto de vista genético, de ahí que actualmente esté propuesto como fuente semillera de la palmera canaria», detalló García Brink.

Raúl García Brink, en el centro, con expertos en la palmera canaria  | LP/DLP

Raúl García Brink, en el centro, con expertos en la palmera canaria | LP/DLP

Abandono y sequía

Los expertos en esta especie autóctona vienen observando en los últimos años «una importante regresión, debido principalmente a la pertinaz sequía que afecta desde hace años a la Isla, especialmente grave en la comarca sur». A ello contribuye decididamente el abandono de las prácticas agrícolas en las parcelas o bancales existentes en el interior de estos pequeños bosques de palmeras, que como consecuencia de ello se vulnerabilizan, siendo pasto de afecciones por patógenos, plagas y enfermedades que vienen afectando a las palmeras en las últimas décadas.

El palmeral de Casas Blancas, a borde del barranco de Tirajana, asciende por las laderas del mismo, bordeando las muchas parcelas agrícolas abancaladas, hasta la parte superior, ocupada por un caserío tradicional, que en los últimos tiempos ha venido experimentando transformaciones poco respetuosas con el medio, así como nuevas construcciones en suelo rústico.

Tiene 600 ejemplares adultos y puros desde el punto de vista genético para fuente semillera de la palmera canaria

«Llama la atención», apuntó el consejero insular de Medio Ambiente, «el estado de abandono de bastantes parcelas agrícolas, que al dejarse de laborear van siendo progresivamente ocupadas por los restos vegetales secos de las palmeras limítrofes, llegando a constituir un grave peligro en caso de incendio forestal.

La actuación, bajo la dirección del Servicio Técnico de la Consejería, ha sido contratada a la empresa pública Tragsa. El período de trabajo es por cuatro meses, por un montante de 200.000 euros, y se inició en noviembre de 2024.

Los trabajos consisten en la reducción de la carga de combustible como acción preventiva para evitar riesgo de incendio, con desbroce o astillado del material vegetal seco; la tala de ejemplares muertos; la poda selectiva de palmeras en lugares de tránsito; el deshojado de hojas secas en palmeras accesibles; el control y erradicación de ejemplares de Phoenix dactylifera que se encuentren incursos en el ámbito natural de la población nativa; y quemas controladas de residuos.

Los palmerales silvestres y rurales de la Isla se localizan en zonas de medianías, y mayormente se distribuyen por fondos y laderas de barrancos o barranquillos, así como por bordes de tierras de cultivo siguiendo en muchos casos las redes de riego. Dado que los ámbitos de dominio público se entremezclan o solapan con áreas privadas, resultando complejo delimitar unas y otras, las actuaciones se circunscriben preferentemente al ámbito público y a la interfaz resultante entre éste y los pequeños núcleos o asentamientos rurales que salpican la peculiar geografía.

Los técnicos del Cabildo alertan del progresivo abandono de tierras de labor, así como la falta de relevo regeneracional que sufre el sector agrícola canario. «Es por todo ello que la actuación preventiva en los ámbitos de palmeral silvestre y rural se fundamenta en la cooperación público-privada para lograr el mantenimiento de condiciones de seguridad para la población residente y las actividades agropecuarias, los usuarios y visitantes del medio natural y rural, así como la protección y conservación de este importante y relíctivo ecosistema, los palmerales de Phoenix canariensis, considerados a nivel europeo como Hábitats de Interés Prioritario, aunque escasamente representados aún en la red de espacios naturales de Gran Canaria», resalta el proyecto que se está ejecutando en Casas Blancas.

Así, para la puesta en marcha de esta actuación se han celebrado reuniones con los vecinos al objeto de contar con la cooperación necesaria, fundamentada en las metodologías de la Custodia del Territorio, estrategia que considera fundamental la participación y cooperación de la ciudadanía, las personas propietarias, las entidades públicas y las organizaciones no gubernamentales del tercer sector.

«Aunque no estén en zonas forestales o en espacios naturales protegidos, estos palmerales forman parte de nuestra identidad paisajística y cultura, por eso es clave mantenerlos», resaltó García Brink, quien subrayó que la inversión en Casas Blancas «es una de las más importantes que se han hecho desde el año 2021».

En ese periodo ya se ha intervenido en los palmerales de Los Dragos (Moya); El Ingenio, El Valle, La Angostura y La Sorrueda (Santa Lucía de Tirajana); Sagrado Corazón y Salvago de Tafira (Las Palmas de Gran Canaria); La Herradura (Telde); La Solana, Ayagaures y Hotel Molino de Agua de Fataga (San Bartolomé de Tirajana); El Hinojal (Arucas); y La Angostura, Bandama y Las Meleguinas (Santa Brígida).

«Hay que ser conscientes de la realidad que tenemos y desde el Cabildo, coordinados con otros departamentos con competencias, apostamos por ayudar al sector primario para que estas zonas abandonadas recuperen y fijen población, algo fundamental para tener una isla más sostenible y espacios naturales mejor aprovechados.

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