Agricultura
Un distintivo europeo: la propuesta para evitar la competencia desleal al tomate canario
El Cabildo iniciará los trámites para solicitar una Indicación Geográfica Protegida que impida a los tomates producidos fuera del Archipiélago usar el mismo nombre
Este cultivo se diferencia del de otras regiones por su calidad y su mayor grado de azúcares gracias a la climatología isleña

Una planta de tomates en una imagen de archivo / José Carlos Guerra

El tomate canario es único por su sabor y olor, además de identificable por su aspecto: forma redonda, tamaño mediano, tono anaranjado y fina piel brillante. La climatología del Archipiélago, con la incidencia de los vientos alisios y una temperatura cálida y estable, marca la diferencia con otros productos cultivados fuera de las Islas. Sin embargo, no es raro ver en los supermercados tomates producidos en otras regiones o países que tienen la etiqueta de tomate canario, haciendo una competencia desleal.
Para hacer frente a esta situación, el Cabildo de Gran Canaria ha planteado iniciar la tramitación para solicitar el distintivo europeo Indicación Geográfica Protegida (IGP) Tomate Canario. El principal objetivo de la iniciativa es evitar el uso fraudulento de esta nomenclatura por aquellos que son producidos fuera del Archipiélago.
De este modo, el Cabildo pretende "aportar mayor valor a un producto que, si bien ha descendido en sus cantidades anuales de producción, tiene potencialidad para estabilizar sus volúmenes de comercialización e incluso diferenciarse de otros por su excelente calidad y modelo de producción sostenible". Actualmente, Canarias produce en torno a 300.000 toneladas de tomate de exportación al año, tanto del tipo canario como otras variedades.
Estándares de calidad
Esta "marca de garantía" serviría para "asegurar que todo el producto que la lleve sea producido con los mejores estándares de calidad y que haya sido producido indefectiblemente en Canarias", tal y como apunta Alejandro Baez, director insular de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Gran Canaria.
El consejero de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, Miguel Hidalgo, informó a los productores de tomate de la Isla sobre dicha iniciativa que prevé presentar este 2025, y cuya tramitación suele durar un año. La decisión final recae sobre la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, la única entidad con capacidad de otorgar dicho distintivo.
La federación de exportadores Fedex Las Palmas se reunió el pasado enero con la Consejería y empresas productoras de tomate de exportación. Asimismo, se ha trasladado la información al Cabildo de Tenerife y se hará llegar al de Fuerteventura, ya que son, junto a Gran Canaria, las islas que tienen capacidad para exportar esta fruta. En este sentido, Hidalgo señaló que es imprescindible hacer un "frente común y coordinado" en el Archipiélago.
No obstante, en la actualidad solo Gran Canaria tiene empresas especializadas en exportarlo, aunque hay algunas que se dedican al multicultivo, en ocasiones incluyendo tomates. Así lo indica Gustavo Rodríguez, coordinador de Fedex, quien explica que hace años Tenerife y Fuerteventura también tenían empresas especializadas en ello pero que terminaron limitándose al consumo local debido a los costes de transporte.
Los cultivos en el Archipiélago tienen una cantidad mayor de azúcar gracias al clima soleado
Protección del producto
Si bien señala que "no se puede prever" el impacto de la IGP en dichas empresas, Rodríguez considera que sumando "medidas que vayan ayudando indirectamente" a los productores, existen "mayores posibilidades" de que estas dos islas puedan volver a exportar tomates.
Por otro lado, apunta que el uso fraudulento ha sido posible hasta ahora porque "no hay una marca reconocida o patente" que impidiera hacerlo. En este sentido, el director de insular de Agricultura del Cabildo de Gran Canaria, Alejandro Baez, indica que no existen estudios que demuestren cuan habitual es esta práctica. No obstante, "es muy fácil encontrarlo en los lineales de los supermercados y mercados de Canarias", recalca.
Manuel Velázquez es el director técnico de la cooperativa Coagrisan, que acumula décadas de experiencia en la exportación de tomates a distintos puntos de Europa. Considera que este distintivo sería "beneficioso", ya que supondría una "protección" para el producto, evitando que otros puedan usar su nombre como reclamo.
Explica que una característica diferencial del tomate canario es el grado Brix, una unidad de medida que sirve para determinar, entre otras sustancias, la cantidad de azúcares que contiene la fruta. El clima canario y la incidencia solar contribuyen a que el grado Brix del tomate aumente, haciendo que tenga un sabor más dulce.
Antioxidantes y garantías
Gustavo Rodríguez, coordinador de Fedex, aclara que esto sucede porque dichas condiciones permiten una maduración natural, mientras que en muchos puntos de Europa se utiliza iluminación artificial para realizar el mismo proceso. De este modo, explica que los tomates generan un antioxidante llamado licopeno que es un "anticancerígeno de primera orden muy presente" en los tomates canarios.
Productores de otras regiones y países utilizan el nombre de tomate canario de forma fraudulenta
Pero las diferencias con los cultivos de otros países no se reducen a eso, sobre todo cuando son de fuera de la Unión Europea (UE). Velázquez indica que, además de "faltar a la verdad", hay productos que "acceden al mercado con normas más laxas", ya que no siguen los requerimientos sanitarios que marca la UE, ni tampoco obedecen a las mismas garantías laborales o de respeto medioambiental. Esos son los "tres pilares de calidad en la agricultura", señala.
En el caso de Canarias, asegura que se cumplen con estrictas normativas que permiten obtener un buen producto. Estas incluyen la Globalgap, la certificación BRC de Seguridad Alimentaria y la Producción integrada, entre otras.
Reputación histórica
Rodríguez señala que la IGP sería beneficiosa no solo para las empresas canarias que exportan tomates, sino también para los consumidores, ya que esta marca permitiría a la ciudadanía saber que está adquiriendo un "producto con una serie de características y valores de calidad". Esta puede solicitarse por dos motivos: características fisicoquímicas del producto o reputación histórica.
Puesto que es necesario decantarse por una de las dos líneas, la solicitud de la IGP se basa en la reputación histórica. "No la tiene nadie", incide Rodríguez, dado que el tomate canario "salvó de mucha hambre y aportó vitaminas en periodos de invierno" a Reino Unido, cuando las temperaturas no les permitían obtener estas cosechas.
La primera evidencia bibliográfica de la exportación del tomate de Canarias data del 28 de febrero de 1885. En un texto del periódico El Liberal, un productor británico explicaba cómo colocar los tomates para que llegaran bien después de su traslado en barco. Partiendo de esa fecha, este año se cumplirían 140 años de exportación tomatera en el Archipiélago.
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