Meteorología

Los barrancos de Telde siguen fuera del mapa de riesgo de inundaciones

La revisión del Plan 2027-2033 mantiene los seis cauces ya declarados y estudia incluir La Aldea v El Cabildo aumenta la vigilancia para evitar daños

Telde, el municipio grancanario más afectado por las lluvias con acumulaciones de hasta 30 litros por metro cuadrado

Atlas News

Las Palmas de Gran Canaria

El cambio climático no tendrá una especial incidencia en las zonas inundables de Gran Canaria durante los próximos años, pero no obstante ya se está estudiando ampliar el listado de los barrancos con riesgo de desbordamiento en caso de fuertes lluvias, en concreto para incluir el de La Aldea, y se analizarán también las inundaciones de esta pasada semana en la costa de Telde para facilitar que el agua llegue hasta el mar sin causar destrozos.

El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria incrementará la limpieza y vigilancia de los cauces que desembocan en Melenara, Salinetas, Ojos de Garza, La Garita o El Goro, pero no prevé identificar esos barrancos como Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), según adelantó su director-gerente, Carmelo Santana, quien achacó los desbordamientos del lunes a que los pasos de agua de esas urbanizaciones no soportaron el volumen de lluvia que llegaba de las zonas más altas del municipio.

«Los barrancos corrieron bien hasta llegar a las urbanizaciones, donde hubo atascos en determinadas zonas porque las secciones de las tuberías y de las obras de paso del agua hacia el mar son insuficientes, por lo que se produjeron los desbordamientos», detalló Santana, máximo responsable técnico de este organismo del Cabildo de Gran Canaria.

Cascada de El Goro

También porque esos desarrollos urbanísticos impiden que el agua se infiltre en el terreno y se reduzca el volumen y velocidad de las escorrentías. Puso como ejemplo lo ocurrido en El Goro, con la espectacular cascada sobre la Autovía del Sur y el barranco. Todo el chaparrón, se calcula que hasta 15 o 20 litros por metro cuadrado en pocos minutos, cayó sobre las carreteras, aceras y techos de las naves industriales. Toda esa agua corrió por el asfalto y desembocó en un solo canal, lo que acabó formando una catarata.

La declaración de las ARPSI requiere una serie de condicionantes regulados por la Unión Europea y no se dan en el caso de estos barrancos de Telde. Se trata de posibles daños a la salud humana (social, comunidad), al medio ambiente (áreas protegidas, impactos, ecológico o químico de las aguas, fuentes de contaminación), al patrimonio cultural (lugares de interés, paisaje) y a la actividad económica (residencial, agricultura, selvicultura y recursos naturales, infraestructuras de interés general, sectores económicos).

Santana explicó que en este momento están en revisión el Plan Hidrológico y el Plan de Riesgos de Inundación de la Demarcación Hidrográfica de Gran Canaria. Es en este último donde se están evaluando los incidentes de los últimos años, sobre todo los del ciclón tropical Hermine en 2022, para ver si es necesario ampliar o modificar los mapas de riesgo.

A la espera de tomar una decisión sobre el Barranco de La Aldea, en la actualización del Plan se mantienen como ARPSI los cauces de Las Goteras (en un tramo de 1.778 metros), El Balo (3.709), El Polvo (7.267), Buenavista (1.092), Maspalomas (3.526) y Puerto Rico (1.194).

El último documento de revisión, denominado Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación-Tercer Ciclo de Planificación 2027-2033, se terminó de redactar a finales del año pasado y desde enero se encuentra en información pública, por un periodo de tres meses, para recibir posibles alegaciones o sugerencias.

Al contrario que en el Plan Hidrológico, donde el calentamiento global se recoge como una amenaza que acentuará la sequía que sufre Gran Canaria en los últimos años, con una drástica disminución de las lluvias y una aumento de las temperaturas, la revisión del Plan de Inundaciones concluye que «no se prevé una posible incidencia ocasionada por el cambio climático en los episodios de inundación, tanto de origen fluvial-pluvial como costero, que puedan acontecer durante el Tercer Ciclo de Planificación desarrollado en el marco del presente Documento».

En cualquier caso, añade, dado que el plazo de revisión es de seis años, «en sucesivas actualizaciones se evaluará la incidencia del cambio climático en el grado de exposición del territorio en la medida que se disponga de series pluviométricas más extensas y se confirmen o maticen las conclusiones obtenidas».

El documento recalca que tras la revisión de las ARPSI de origen fluvial-pluvial definidas en el segundo ciclo (2021-2027) «no se considera necesario realizar nuevas incorporaciones ni modificaciones a las mismas».

Entre otros datos, el documento señala que en el periodo revisado, de 2018 a 2023, se han detectado un total de 295 sucesos. Según la información facilitada por el Consorcio de Compensación de Seguros, los municipios con mayor número de incidencias por inundaciones fueron Las Palmas de Gran Canaria , con 79 en cuatro de sus barrios, seguido de Mogán, con 36, y San Bartolomé de Tirajana, con 14.

En la valoración económica de daños, en el total de la Isla supusieron 1,94 millones de euros. El municipio más afectado fue Mogán, con algo más de 700.000 euros. Le siguieron la capital grancanaria, con 218.000 euros; Telde, con 161.000, y La Aldea, con 128.000.

Los bienes afectados entre 2018 y 2022, según ese recuento del consorcio de compañías aseguradoras, fueron 149 viviendas o comunidades de propietarios, 44 vehículos y 85 oficinas, comercios, industrias, infraestructuras y resto de riesgos.

En lo relativo a los sucesos ocasionados por fenómenos adversos de origen costero, el documento afirma que en el periodo de estudio no se registró ninguno y recuerda que los últimos tuvieron lugar en el año 2015 y afectaron a Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Mogán, Arucas y Santa María de Guía.

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