Entrega de Honores y Distinciones

Antonio Morales: «El Cabildo de Gran Canaria garantizará los avances frente al autoritarismo»

El presidente insular alerta contra el oportunismo, el populismo y la promesa fácil en la entrega de los galardones por el 122 aniversario de la institución

Morales evoca a Martín Chirino en su discurso del 112 aniversario del Cabildo de Gran Canaria

Jesús Montesdeoca

Las Palmas de Gran Canaria

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aprovechó el 112 aniversario de la institución para «garantizar» que el gobierno insular «no cederá en la defensa a ultranza de avances que creíamos eternos y cuyos cimientos se ven socavados por una oscura marea de intolerancia, mentira y autoritarismo». 

Sin citar directamente los hechos que han soliviantado al mundo entero en las últimas ocho semanas, tras la toma de posesión de Donald Trump, ni tampoco la crispación política en España, aseguró que nadie podrá arrebatar los logros conseguidos por la población de Gran Canaria en sus más de mil años de historia, al tiempo que advirtió contra «este peligroso mar de fondo que remueve las aguas de la convivencia con la falsedad o con algoritmos que anteponen el enfrentamiento a la empatía y el consenso». 

«El Cabildo, que celebra ahora su aniversario, fiel a su misión, quiere seguir siendo el instrumento para escuchar la voz de Gran Canaria y transformarla en hechos, progreso, justicia y cohesión social. Es nuestro cometido. Es lo que nos dicta la historia. Y es nuestra obligación con los grancanarios y grancanarias», afirmó. 

21 galardonados

El discurso de Morales en el acto de entrega de Honores y Distinciones 2025 no solo alabó a los 21 galardonados, sino que comenzó con un reconocimiento a todos los que «hicieron o están haciendo Gran Canaria». En un viaje imaginario por distintos rincones de la Isla, recordó a Juanita, de cuya historia supo hace apenas unos días, «que hace más de ochenta años, siendo poco más que una niña, subía cada cierto tiempo hasta la cima de la Montaña de Tauro en busca de buena leña que luego bajaba a la costa».  

Luego nombró al piquero que cavó la casa-cueva, al pocero en busca del agua que apague la sed del campo, al marinero que localiza un bajío donde abunda la pesca, al herrero que adapta el cuchillo canario para que incida con mayor precisión en la platanera, los trashumantes del ganado, las tejedoras de lana, las empaquetadoras de tomates o los alfareros que cuecen gánigos de barro siguiendo las instrucciones no escritas de un manual milenario.  

«Y llegamos al final de la ruta, que en realidad es su origen, más de mil años atrás, esta vez tras unos pies descalzos, los de alguien anónimo que horadó la toba volcánica para establecer un diálogo con los astros a través de marcadores que todavía hoy en día hablan con el sol y la luna», señaló en referencia a Risco Caído.  

Suma de aportaciones individuales

Morales subrayó que así empezó a escribirse el relato de Gran Canaria, pero «más allá de la suma de aportaciones individuales, la isla avanzó cohesionada por un poderoso sentimiento de comunidad y del cuidado colectivo, un legado que no debemos perder». 

A su juicio, «en este sentimiento de pertenencia y de defensa de los intereses comunes reside el propio germen del Cabildo, así como los principios que continúan rigiendo sus acciones 112 años después de su creación». 

Tras sostener que el destino de los pueblos «es una incógnita», subrayó que la Isla podía haber sido una anotación casi anónima en el amplio mapa, «pero el viento de la historia y el aliento de quienes han vivido en Gran Canaria hicieron posible que lo que empezó como una anunciación en la superficie del agua se convirtiera en esta realidad en la que se dan la mano identidad y universalidad».

Acto de Honores y Distinciones del Cabildo de Gran Canaria 2025 / La Provincia

¿Cómo es que estamos aquí?

Y se preguntó: «¿cómo llegamos hasta aquí?, ¿cómo hemos logrado convertir el territorio de lo nunca visto en el inicio de algo nuevo, que brilla con luz propia?». La respuesta es que «quienes nos antecedieron supieron ver que estaban entre la nada aparente y el todo posible; en el lugar idóneo para protagonizar una historia jamás contada». 

«Lo hicimos, en definitiva, porque rechazamos vivir nuestra insularidad como un lastre», apuntó. Por tanto, también ahora hay que rebelarse contra cualquier intento de orillarnos y minusvalorar los logros, derechos y ambiciones de una isla que se alza sobre el océano como el resultado de una suma y nunca de una resta». 

El presidente insular insistió en que las instituciones públicas, sobre todo en el actual contexto social y político, no pueden ser una presa de la que se desprenda el aroma del oportunismo, del populismo y de la promesa fácil. «Creo firmemente que gran parte del futuro de la democracia depende de la fiabilidad de las instituciones, de la honestidad de sus gestores y de la capacidad de dar respuesta a los problemas reales de la ciudadanía, por eso reivindico aquí el papel histórico del Cabildo como herramienta crucial para la mejora de las condiciones de vida de las personas que habitan en esta isla», comentó. 

Igualmente, destacó el papel del Cabildo «para aunar voluntades, ofrecer oportunidades y promover la libertad, la educación, la cultura, la innovación, la sostenibilidad y, en definitiva, todos aquellos elementos que hacen de Gran Canaria una muestra de tolerancia, diversidad y desarrollo». 

Referencia cultural

Ante el escepticismo moral, aseguró que el Cabildo ofrece una referencia de cultura de la resiliencia y de la decencia. «No perdamos la fe ni la seguridad en nuestras posibilidades; siguen ahí, igual que el pinzón azul mantiene su vuelo en los pinares, aunque no lo veamos», concluyó. 

Caridad Rodríguez Pérez-Galdós, en el discurso de agradecimiento en nombre de todos los premiados, se refirió al papel del Cabildo y sus orígenes en 1913, cuando «aquel grupo pionero de representantes políticos asumió el gobierno de la Isla, dando respuesta a una demanda largamente anhelada por la población». 

«Resulta difícil de creer que, desde la Conquista de Gran Canaria, por la Corona de Castilla, a finales del siglo XV y hasta 1913, durante más de 400 años, la Isla no tuviera un gobierno propio, que gestionara su vida política y administrativa, desde su territorio, con pleno conocimiento de sus necesidades y la capacidad de atenderlas. La creación del Cabildo marcó un antes y un después: significó el paso de la pobreza al inicio de la prosperidad, el camino hacia la modernidad», manifestó. 

La galardonada con el Can de las Ciencias deseó que los representantes políticos en el Cabildo, actuales y futuros, «trabajen siempre con la misma ilusión y determinación que tuvo la primera Corporación, que tomen cada decisión pensando en el bien común, viendo esta Isla como un ser vivo, que sigan protegiendo su fauna y su flora, sus costas y sus mares, los senderos por los que caminan las viejas montañeras y los nuevos senderistas, que preserven los paisajes porque rodeados de belleza aspiramos a ser mejores, y que cuiden nuestro pasado y presente». 

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