Sector Primario

Gran Canaria ya produce 9.000 toneladas de forraje y necesitaría un 80% más

El Cabildo entrega nueva maquinaria a los agricultores y ganaderos para aumentar los cultivos de secano destinados a la alimentación de sus animales

El apoyo del Cabildo al forraje multiplica la superficie cultivada en Gran Canaria y refuerza el binomio local entre agricultura y ganadería

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

La isla de Gran Canaria ha recuperado más de 100 hectáreas para la actividad forrajera en los últimos diez años y ya produce unas 9.000 toneladas anuales de alimentos para la cabaña ganadera. No obstante, aún se necesitaría aumentar la superficie cultivada en un 80%, hasta alcanzar el millar de hectáreas, para poder abastecer la demanda local y no tener que depender de las importaciones de la Península y países europeos, con los precios disparados desde el inicio de la guerra de Ucrania.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y los representantes de la Asociación de Productores de Alimento de Consumo Animal (PACA) resaltaron estas cifras durante la entrega de nueva maquinaria a los agricultores y ganaderos de la Isla para facilitarles las cosechas de cereales.

Una empacadora de forraje para elaborar balas de paja cuadradas, una sembradora monogramo y un remolque para trasladar esas máquinas por las sinuosas carreteras rurales se suman a otros instrumentos de labranza que el Cabildo ya había cedido a esa asociación dentro del Plan Forrajero de Gran Canaria.

Ese programa se está ejecutando desde el año 2017 para «la mejora de la rentabilidad de la actividad ganadera, la conservación de la biodiversidad agrícola insular y el refuerzo del binomio agricultura y ganadería local», según explicó Morales, quien consideró que ya se están observando resultados en los objetivos de disminuir la dependencia del exterior y alcanzar las mayores cotas de soberanía alimentaria.

Los zonas de mayor producción se localizan en Moya, San Mateo, Santa Brígida, Guía, Gáldar y Valsequillo

La asociación PACA está formada por casi 60 agricultores y ganaderos de los municipios de Moya, TerorGuíaGáldarValsequilloVega de San MateoSanta BrígidaTejeda y Vallesecoque en invierno cultivan entre 120 y 150 hectáreas de cereales de secano, como avena, cebada, centeno o trigo, y en primavera y verano plantan alfalfa y millo.

El presidente del Cabildo recordó que esta actividad agrícola y ganadera era antaño muy frecuente en las medianías y cumbres, pero se fue reduciendo drásticamente en las últimas décadas por la importación de alimento para el ganado precedente de la Península y a muy bajo coste. Allí hay enormes llanuras y llueve con mas asiduidad, lo que abarata los costes de producción.

Recuperación

«Aun así», destacó Morales, «PACA está logrando hitos que no se ven en ninguna otra isla; y los tres principales son el aumento de la producción de forraje local, la recuperación de variedades y especies forrajeras, y el establecimiento de relaciones entre los agricultores productores y los ganaderos consumidores».

El Cabildo concede desde 2020 una media anual de 125.000 euros en ayudas a esta asociación y, aparte de la cesión de maquinaria, se han podido desarrollar estudios sobre la diversidad de leguminosas forrajeras de secano o sobre la erosión genética de las especies por el abandono de su cultivo. Además, realizan plantaciones en fincas-piloto, se han instalado silos para la conservación del excedente forrajero y se han realizado mejoras en la rentabilidad de las explotaciones.

La mecanización es una de las limitaciones del cultivo forrajero por las escasas dimensiones de las parcelas, lo que hace poco rentable que cada productor disponga de su propia maquinaria para la siembra y la recolección.

«Por ese motivo el Cabildo adquirió hace años un paquete de maquinaria de uso colectivo, que puso a disposición de los productores, lo que permitió aumentar la superficie de forraje de 20 a 150 hectáreas en los últimos 10 años», afirmó Morales, quien comentó que «debido al uso intensivo de esos instrumentos de labranza, por el incremento de la superficie cultivada y del número de agricultores, esa maquinaria se ha vuelto insuficiente y hace imperativo aumentar y mejorar el parque de máquinas disponibles.

En la estación del invierno se siembra avena, cebada, centeno o trigo y en primavera alfalfa y millo

De la nueva remesa, el remolque ha costado 13.000 euros a las arcas públicas, la empacadora casi 30.000 euros y la sembradora otros 10.000 euros. El próximo paso, anunció el presidente, es estudiar en el próximo presupuesto del Cabildo la adquisición de un gran tractor que acompañe a esa maquinaria, pues ahora se utiliza uno privado y subvencionado al 50%.

Por su parte, el consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo , consideró «necesario» volver a cambiar la tendencia de las últimas décadas, pues insistió que el cultivo del forraje era una práctica habitual de todos los ganaderos y queseros hasta que la importación desde la Península a precios más bajos hizo que se abandonara esa labor tradicional. A su juicio, si las lluvias acompañan se puede reducir también la dependencia en el alimento de los animales.

«Comida basura» de importación

Sonia Mayor, vicepresidenta de la asociación PACA, comparó el forraje que se importa actualmente desde la Península con la «comida basura» y señaló que los alimentos para animales que se traen de fuera son de peor calidad. Según han constatado en granjas peninsulares, lo que se envía a Canarias es lo mismo que se utiliza allí para la cama de las vacas.

Carmelo Melián, presidente de PACA, agradeció las ayudas, pues esa maquinaría es imposible de sufragar por los pequeños productores de la Isla.

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