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Moya busca el turrón más largo del mundo de la mano de Tirma

El postre de 200 metros de longitud que se elaborará en Navidad tendrá 200 kilos de chocolate y otros 150 de avellana, millo y otros rellenos

Yeray Reyes, Virgilio Correa, Raúl Afonso, Belén Rivero, Aridane Rivero y Francisco Viera (dcha.), junto a las muestras de turrones.

Yeray Reyes, Virgilio Correa, Raúl Afonso, Belén Rivero, Aridane Rivero y Francisco Viera (dcha.), junto a las muestras de turrones. / Gabriel Jiménez

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Las Palmas de Gran Canaria

Moya busca un nuevo hito que se escuche en todos los países. El Ayuntamiento prepara la elaboración del turrón más largo del mundo en las próximas navidades, que medirá 200 metros de longitud y que cruzará toda la calle del ayuntamiento. El proyecto, en el que vienen trabajando ya desde hace dos meses en la búsqueda de distintas fórmulas y sabores para moldear casi 350 kilos de chocolate y otros rellenos, se lleva a cabo de la mano de la fábrica Tirma, el cocinero Aridane Rivero, el pastelero Yeray Reyes y el centro de formación profesional (CIFP) Felo Monzón Grau-Bassas.

Un roscón de Reyes de más de medio kilómetro de longitud que le permitió ser el más grande de Europa en diciembre 2022, y la paella más grande de Canarias con 7.000 raciones. Estos son los anteriores hitos logrados en materia gastronómica hasta ahora por la Villa norteña, sin dejar de lado que ostenta el récord Guinness de la familia más longeva del mundo.

Pero la Villa quiere seguir dejando su huella internacional en el mundo de la cocina.

Una "bendita locura"

En "esta bendita locura", como la definió Aridane Rivero, Moya busca elaborar el turrón más largo del mundo.

El dulce se colocará desde la iglesia hasta la esquina de la tasca La Trastienda. O lo que es lo mismo, atravesará la calle principal del ayuntamiento entre las calles Miguel Hernández y Magistral Marrero. En total casi 200 metros de un postre, que se presentará en la tarde del 20 de diciembre, y en el que se llevan ya dos meses probando fórmulas para el turrón.

Hasta ahora el registro nacional está en 110 metros en Tenerife, y el tope internacional se alcanzó en Perú con 160 metros de largo, según el alcalde de Moya, Raúl Afonso.

Millos, avellanas y suspiros

El proyecto contempla unos 200 kilos de chocolate, 60 kilos de praliné de avellana (mitad de avellana y mitad de azúcar caramelado), y casi 80 kilos de rellenos, como puede ser el millo (kikos) y suspiros, y es probable que tengan galletas. En total, casi 350 kilos de turrón, donde cada metro tendrá 1,6 kilos de ingredientes diversos.

El objetivo es elaborar en las pastelerías 150 metros durante unos cuatro días de trabajo, y dejar los últimos 50 metros para hacerlos en el propio municipio norteño, teniendo en cuenta las particularidades climáticas invernales de la zona y época para atemperar el chocolate, de la mano de los técnicos de Tirma. Esa parte final les llevará entre tres y cinco horas. Todo ello se unirá en una pieza única, que marcará un hito.

Una parte del postre se dará a degustar, y otra se venderá para recaudar fondos, que serán entregados a organizaciones no gubernamentales de Moya.

Unas 25 personas colaborarán para hacer realidad este registro mundial, entre técnicos y alumnos. Además, se invitará a los pasteleros del municipio para que aporten sus conocimientos y estrechen lazos con otros profesionales del gremio.

Para los alérgicos

El turrón se presentará con dos o tres sabores. Y no faltarán los millos (kikos) y suspiros, además de algunas variedades para atender a personas con alergias alimenticias.

El director general de Tirma, Virgilio Correa, resaltó durante su presentación este martes en la fábrica de la avenida de Escaleritas de Las Palmas de Gran Canaria los 84 años de esta industria chocolatera. Y que el proyecto dará un aliciente a la hostelería de Moya, ya que se espera que vayan muchas personas a apreciar este éxito de la gastronomía y, sobre todo, para degustarlo. Además, coincide con los actos de la visita navideña de Papá Noel, con cerca de 700 niños de toda Gran Canaria.

El pastelero Yeray Reyes se mostró encantado de aportar su técnica y pasión a esta iniciativa.

Y el profesor del centro educativo de hostelería y turismo, Francisco Viera, destacó junto a su compañero Antonio Ventura la importancia de contar nuevamente con alumnos para este tipo de proyectos, que les aporta una nueva visión profesional.

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